TianShan ¦ Drabbles ¦

De los errores se aprende, aunque esto tal vez no se aplique con He Tian ;

La habitación estaba silenciosa, solo se oía la pausada respiración del pelinegro, junto con el batir de su cuchara de madera en el fondo de la olla, la cual tenia traía un contenido desconocido a simple vista.

El liquido burbujeaba, respondiendo al calor de la hornalla, y He Tian decidió echarle más sal, aun si era la tercera vez que lo hacía, pensando que con ello, el aspecto mejoraría considerablemente.

Obviamente no sucedió eso.

En cambio, el mayor contempló con pasmo como un trozo de carne estaba mas quemado de lo normal, pero al verificar el arroz, notó que éste aun seguía crudo.

—¿Cómo carajos funciona esto?— gruñó, chasqueando la lengua— habré puesto el arroz muy tarde, ¿no?

Sabiendo que no conseguiría respuesta, siguió revolviendo los alimentos. Mo tuvo que hacer horas extras en la cafetería, así que intentó hacer el almuerzo para aliviar la carga del pelirrojo.

Hubiera sido más inteligente de su parte ver un tutorial en YouTube o llamar a la madre de su pareja para pedir consejos, y no sólo guiarse de lo poco que vio a Guanshan cocinar.

Por un momento estuvo tentado en preguntarle a Jian al respecto para no molestar a su tía –como solía decirle a la pelirroja–, descartando esa idea casi inmediatamente; ¿ganarse que el albino se burle de él?

Nah.

Prefería envenenarse a sí mismo con lo que estaba preparando.

Vaya, no pensó en eso, ¿y si él y Mo terminaban en el hospital por comer aquello? mejor dejar en un tupper aparte y enviárselo cuanto antes a los estúpidos de sus amigos y She Li.

Sip, no sonaba nada mal.

El característico olor a quemado inundó sus fosas nasales, avisándole que el guisado ya estaba listo. Al tiempo que colocaba los cubiertos en la mesa, el ruido de la llave siendo insertada en el cerrojo se oyó y pronto divisó a un cansado Mo entrar al comedor.

Se saludaron con un casto beso en los labios antes de que el menor tomara asiento.

—¿Qué intentaste preparar esta vez?— preguntó Guanshan, esbozando una pequeña sonrisa.

No respondió, en cambio, sirvió en dos platos, lo que él creía, porciones justas. Acercó uno al contrario, resignado a no recibir una aprobación por el aspecto del alimento e imitó la acción del otro, tomando un tenedor.

Al momento de degustar, nadie habló, He Tian esperó a que el otro probara bocado primero, el típico; "yo cocino, pero tú pruebas primero para ver si es seguro".

El pelirrojo masticó lo que él imaginaba que era arroz, lastima que este no supiera como tal y el pelinegro casi pudo oír el ruido que provocaban sus dientes al tratar de morder la comida.

Uh, ¿tendría que reservar una visita al dentista?

Después de tragar y hacer una mueca casi imperceptible, el menor sonrió genuinamente a su pareja e intentó buscar un suave tono de voz para hablar, uno parecido al de una madre diciéndole a su hijo que algo estaba mal, pero sin herir sus sentimientos.

Abrió la boca un par de veces y la cerró, sin encontrar las palabras apropiadas, vaya que eso de expresarse era difícil y nuevo para él. Sin más remedio, se levantó de su lugar, caminó hasta el mayor y lo rodeó en un abrazo en tanto palmeaba su cabello.

—Está muy rico.— mencionó, sus cuerdas vocales parecieron temblar en un gesto dubitativo, pero al final soltó un suspiro.

Tian ya sabía que lo que preparó no sabría bien, pero no creyó que su novio haría tal acción, mas bien imagino que éste se burlaría. Formó una mueca de incredulidad, pero esta no fue vista por el otro, ya que se encontraba más ocupado en darle mimos a su persona.

Estaba por decirle a su amante que no le importaba si había fallado en su labor de hacer el almuerzo, pero decidió ser egoísta y disfrutar de las caricias que le brindaban esas cálidas manos.

—Sé que sabe feo.— hizo un puchero.

Guanshan no respondió, solo asintió, dándole la razón.

El pelinegro exhaló mientras apoyaba su mejilla en el pecho del más bajo, acomodandose de tal forma que su oído pudiera escuchar el galope del corazón contrario y cerró sus párpados unos segundos.

—¿Quieres que pidamos comida a domicilio?— preguntó, pero no supo si fue escuchado ya que su voz salió algo ahogada por tener media cara acostada en la camiseta de Mo.

—Seh.— fue su escueta respuesta antes de separarse e ir buscar su celular.

Bien, el día no fue tan mal después de ese suceso, comieron lo que pidieron y fueron a dar un paseo de compras.

Claro, no sin antes asegurarse de desechar la comida que He Tian preparó.

Lo prometido es deuda (?)

Yaaaaa, acá el cap :))

Perdonen lo errores, háganme saber si les gusta con un comentario y voto¿

En fin, hoy es mi cumpleaños, no puedo decir que estoy envejeciendo porque apenas tengo 15 años xD

¡Maldita cuarentenaaaaaa! (ah re que igual no iba a hacer fiesta)

Hasta la próxima actu (｡･ω･｡)ﾉ♡