Tian y Zhan esperan sentados en unas sillas de plásticos que se hallan cercanas al sanitario y con vista libre hacia sus niños. Tras veinte minutos de charlas banales y cortos silencios, finalmente salen Shan y Yi. Este último con una sospechosa expresión curiosa y de regocijo. Mientras que el primero con una muy contraria, más cercana al desconcierto y el pasmo.
El azabache nota esto y no tarda en levantarse para obligar a su esposo a sentarse, temiendo que su palidez genere un desmayo.
—¿Qué pasó? ¿Algo te cayó mal?— inquiere Tian con impaciencia, repiqueteando su pie en el suelo— Quizás fue la comida que pedimos ayer en la noche, hablaré con mi hermano para que clausure ese lugar cuanto antes-— dice sacando su celular y marcando el numero de susodicho, qué mejor que tratar el asunto con el dueño de dicha empresa.
—¿Diga?— se oye una voz enigmática del otro lado.
—Cheng-
—¡No sucede nada, lamentamos la molestia hermano Cheng!— interrumpe Mo, arrebatandole el móvil a su marido y colgando la llamada.— ¡¿En qué estabas pensando?!
—Solo me aseguraba.— responde el pelinegro con un encogimiento de hombros.— Ahora dime, ¿todo en orden?
—Sí, de maravilla.— resopla levemente el pelirrojo mirando de soslayo a Jian, quien mantiene los labios rectos sin emitir palabra— Vayamos con los niños.
Los cuatro adultos con espíritus adolescentes siguieron a sus hijos en cada actividad que ellos, e incluso cierto albino, querían. Desde hornear y decorar galletas hasta crear máscaras para los integrantes de su familia. Yong y Kyon la estaban pasando muy bien pues últimamente sus papás no tenían tiempo suficiente para pasarlo con ellos, por lo que esta era una oportunidad imposible de desaprovechar.
El evento terminó cinco horas después de su inicio y cada grupo familiar debió volver a sus hogares con la mayoría de niños sin querer marcharse. Kyon y Yong no fueron la excepción puesto que tuvieron que ser llevados a las arrastras hasta el coche.
—¡No, quiero regresar!— refunfuñaba el azabache menor, tirando de los brazos de su progenitor idéntico en apariencia.
He Tian, con una máscara de conejo sobre su coronilla, simulaba hacer un gran esfuerzo por llevar al pequeño, casi como si pesara toneladas, haciendo que la escena sea especialmente linda a ojos ajenos.
—¿Para qué quieres volver? Ya ha cerrado, no van a abrirte las puertas por más que vayas.— alega Tian con voz vaga, demostrando su cansancio.
Yong formó un puchero y se prendió cual chicle a la pierna de su papá.
—Ahora no podrás moverte y tendremos que quedarnos hasta que abran nuevamente.— concluyó el menor con determinación, la cual duró poco al ver que el mayor podía moverse fácilmente aun con él a cuestas.
Mo, que veía la escena con su máscara de lobo entre manos, sonrió con calidez, sintiendo que la descomposición de antes por probar las galletas se desvanecía en un santiamén. Jian lo observó con preocupación mientras que a su lado Zhan charlaba con su hijo, el cual le platicaba sobre sus partes favoritas del día.
Dicha preocupación no era otra que la raíz de una duda, incertidumbre que fue resuelta esa misma noche.
—Mo, llevas en el baño dos horas.— decía He Tian, con su pijama ya puesto y con claras intensiones de derribar la puerta.— Hace media hora dijiste que estabas bien, por claramente no te escuchabas bien. Ábreme.
—Y-a te lo dije, e-estoy bien.— se oía vagamente del otro lado.
—Mientes. Vamos, ábreme.
Tras cinco eternos minutos, la puerta fue abierta apenas un poco, lo que Tian lo tomó como una invitación para entrar. Encontrándose con su esposo sentado dentro de la bañera, sin agua y con el pijama puesto, su posición era la de un bollito; con los brazos encima de sus rodillas y la cabeza sobre ellos.
El pelinegro se apresuró para llegar a su lado y sentarse junto a él. Acarició con su palma la tersa piel durazno del contrario y admiró la expresión neutra en él, tan hermosa pero intrigante.
—¿Qué sucede?— inquiere suavemente, sin querer romper el ambiente.
Guanshan roza entre sus dedos el metal del anillo en la mano de su marido y lo suelta tras unos minutos, toma algo que se encuentra a su derecha y lo descubre a la vista del mayor, quien abre los ojos con sorpresa. Se trataba de un test de embarazo, el cual indicaba positivo.
—Seremos padres otra vez.— declara Shan con el rostro sonrojado y la mano temblando de timidez y emoción.
He Tian abre y cierra la boca sin pronunciar palabra hasta que finalmente envuelve en un abrazo al menor, sollozando de alegría como la primera vez.
—¿Un bebé?— pronuncia en voz baja y temblorosa, como asimilandolo— No puede ser, estoy tan contento.— sonríe con la cara en la unión del cuello y el hombro de Mo— Ahora Yong sí tendrá un hermanito para navidad.— ríe suavemente.
El pelirrojo también le corresponde, satisfecho con la reacción de su marido y encantado con la idea de agregar otro hijo a su círculo familiar.
Hola, he vuelto.
No me maten a- 💀
Últimamente estoy ocupada empacando mis cosas para la mudanza, algo que aun no asimilo y que será un golpe duro para mi dejar el lugar donde nací y crecí.
No los quiero aburrir con mis problemas, así que básicamente diré que aun no me recupero de la falta de inspiración y el bloqueo pero que no dejaré la historia,
tengo algunas ideas y solo me falta desarrollarlas, espero no haberles decepcionado y de ser así, corregiré y mejoraré a mi tiempo.
Hasta aquí el comunicado,
les deseo lindo/a día/tarde/noche 💕
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TianShan ¦ Drabbles ¦
RandomPequeños drabbles de la pareja TianShan (He Tian/Mo GuanShan) aveces si me copa pongo a la pareja Zhanyi (Zhan Zheng Xi/Jian Yi), por lo general haré capítulos que no tendrán que ver el uno con el otro, pero de lo contrario yo avisaré. [ 🍣 ] Siento...