TianShan ¦ Drabbles ¦

Año nuevo ;

A Mo le angustiaba y enojaba de formas iguales ver a su compañero can esconderse bajo la cama o mesa ante el sonido de cualquier explosión causada por la pirotecnia.

Aun siendo pleno mediodía, la gente del barrio parecía querer probar un poco de esos explosivos antes de festejar el año nuevo, sin saber (o sí, pero sin importarle) que aquello hacía correr despavoridos a los animales de la zona.

Guanshan maldijo al hijo de la vecina por reventar uno de esos pequeños cohetes en frente de su casa y al mismo tiempo trató de tranquilizar a Rubio, quien aullaba desconsoladamente debajo de sus pies.

El pelirrojo soltaba unas cuantas palabras en tono bajo para el perro a la vez que acariciaba su pelaje amarillento cuando por la puerta de entrada ingresaron tres jóvenes charlando jovialmente.

-¡Había una fila de puta madre!- comenzó Jian, dejando en el sofá una de las bolsas de supermercado.

-Yi, no digas malas palabras.- sermoneó Zhan, entrando en la cocina y el nombrado hizo ademanes de restarle importancia en respuesta.

-Hola nene- Tian pasó por al lado del menor y besó la cabellera rojiza antes de seguir al castaño.

-¿Compraron lo de la lista?- inquirió Shan, viendo el contenido de las bolsas.

-Sí, y más.- rió Zheng, lanzándole una mirada cómplice al albino- A alguien se le antojaba todo lo que veía.

Jian ignoró a Xi y corrió al lado del ojirubí, dejando sobre las manos de éste un frasco de tamaño mediano.

Shan le miró confundido, después leyó la envoltura del cristal y quedó aun más desorientado.

-¿"Premios para perros"?- recitó, viendo con desinterés el contenido de dicho obsequio.

-No son para vos- el menor puso los ojos en blanco-, son para él.- señaló al labrador.

»Hay que entretenerlo con algo este día.- continuó, colocándose de cuclillas para entreverar sus dedos en los cabellos dorados- Oigan ¿con qué lo lavan? tiene el pelo más suave que yo...

-Generalmente nos turnamos para asearlo, pero He Tian es el que le dedica más horas.

Apenas escuchó lo dicho, Yi giró la cabeza cual niña del exorcista hacia el pelinegro antes de lanzarse a sus brazos y exclamar:-¡Dime tu secreto!

Cuando el menor estaba apunto de tocar la cabellera contraria para comprobar si era igual o más sedoso que el suyo, unas manos tomaron su cintura, alejando su cuerpo del otro.

-Jian, estás incomodando a Tian.- se excusó el castaño, sin querer admitir que él era quien se sentía inquieto por la cercanía de ellos.

El menor iba a replicar pero fue interrumpido por una sonora explosión que retumbó en el cielo.

Rápidamente dirigieron su mirada a Rubio, quien se hallaba temblando y gimoteando al lado de Mo. La imagen conmocionó a los jóvenes y con prisa se acercaron al animal para tranquilizarle con caricias y las galletas que el albino compró.

Así estuvieron la mayor parte del día mimando al can cuando tenía una pequeña crisis y cuando llegó la hora cúspide, se sentaron en la mesita de café, cenaron y brindaron por un prospero año nuevo.

Flash es nada comparado conmigo, ahre

todo súper improvisado ah.

Disculpen cualquier error,

y ya saben, no usen pirotecnia, los animales y algunas personas la pasan mal.

Rubio les agradece