Descanso ;

1.6K 120 38
                                    


Mo estaba atrapado.

Atrapado por sus responsabilidades. Desde que se había puesto las pilas(*) tenía que recompensar todas las materias, entregar trabajos prácticos, y la semana de examen estaba frente sus narices. Tampoco ayudaba su trabajo, ya que después de la jornada escolar iba derechito a un café cercano donde era camarero –le pagaban una miseria, pero por lo menos pagaba la mayoría de sus estudios–, para luego llegar cuando el sol se ponía, aveces haciendo horas extras en el pequeño bar que también tenía.

Agradecía que al llegar, su novio lo esperase con la comida –o el intento– servida, aunque claro nada era gratis, así que después tenia que compensarlo con muestras de cariño.

Al menos le daba un respiro cuando estaba realmente cansado, porque si fuera por He Tian, lo follaría apenas cruzara el marco de la puerta.

Podía recordar tranquilamente las incontables veces que tuvo sexo en cada rincón de esas cuatro paredes, la ducha, la cocina, en la mesa, el sofá y por supuesto, la cama. Pensó en las penosas escenas donde lo visitaba su madre y tener que negarle a esta última el poder cocinar ahí, ya que temía que encontrase algún preservativo entre los cajones.

Aun que le había puesto un 'stop' a su pareja desde la última vez, cuando el pelinegro le insistió en tener intimidad aun cuando al día siguiente tenia un importantísimo examen, a duras penas accedió pero con la condición de que sería un rapidito, pero terminaron haciéndolo hasta caer completamente dormido. Por consecuencia, sin estudiar una mierda y desaprobando la estúpida prueba.

Pero, ahora que lo pensaba, eso había sido hace aproximadamente cuatro semanas y le parecía rarísimo que no tuviera al pesado de su amante encima suyo tratando de joderle.

Suspiró, extrañaba esos largos dedos acariciando su cuerpo con parsimonia, esos labios que plantaban besos en su piel, su cabellera pelinegra moviéndose al compás de las embestidas, digo, el viento, sí, sí.

Maldición, realmente quería sentir la polla de su novio perforando hasta su alma, pero sobretodo su trasero.

Bufó molesto, se suponía que tenía que terminar su tarea para mañana, pero además se caía del sueño y el aburrimiento de leer por tercera vez el mismo párrafo, ya que no entendía un carajo. Como si lo que leyera, entrara por una oreja y saliera por la otra.

Decidido a llevarse consigo una mala nota por no hacer sus deberes, se levantó de la silla y caminó hasta la habitación que compartía con el de orbes grisáceos, descubriendo que este dormía plácidamente –ocupando casi toda la cama– cual morsa.

Una sonrisa surcó sus labios cuando una idea paso por su cabeza, dispuesto a cumplir su cometido, atravesó los pocos metros que tenia para llegar al colchón, se quitó los zapatos y con ello, el pantalón.

Subió a la cama y gateo hasta el cuerpo tendido entre las sábanas. Quitó estas últimas y tratando de ser cuidadoso, se subió a horcajadas encima del otro, agradeciendo que He Tian tuviera el sueño pesado.

Con curiosidad observó el rostro dormido de su amante, se veía tan relajado que le causaba envidia, aunque claro, un niño rico y con notas mejor promedio no entendería. Sin darle importancia al asunto, desabotonó los primeros botones del pijama contrario para tener mas contacto.

Acto seguido comenzó a mover su cadera en un movimiento circular, aprovechando que se encontraba arriba de la entrepierna del pelinegro, se hizo en apoyo con ambas manos sobre su pecho y pasado los minutos obtuvo el resultado que quería.

Cuando el miembro semi despierto golpeaba contra su trasero, pasó al siguiente paso; quitándose de encima, bajó un poco los pliegues del pijama y bóxer, su pene se alzó frente a él y sin perder tiempo, acaricio el falo con su palma, rodeo el tronco en tanto masajeaba la punta con sus dedos.

TianShan ¦ Drabbles ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora