¿Qué color se formará? ;

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Advertencia: uso descarado de la palabra helado.

El sol se posaba radiante sobre el cielo haciendo que obviamente el ambiente sea más caluroso que otros días, y que por esa razón cuatro jóvenes decidan pasear por los alrededores de la ciudad.

Aun si llevaban prendas veraniegas, ellos se sentían a punto de morir por el sofocamiento.

—¿Alguien me explica por qué mierda salimos con este calor?— se quejó Mo, abanicándose con una mano y sosteniendo la correa de Rubio con la otra.

—¡Porque pasó tiempo desde la última vez que nos juntamos!— respondió con entusiasmo Jian, rodeando los hombros de He Tian con su brazo.

Zhan chasqueó la lengua antes de tomar la mano del albino y alejarlo del pelinegro, alegando que no debe apegarse a las personas con éstas altas temperaturas.

—¡Porqui pisí tiempi disdi li últimi viz qui nis juntimis!— se burló el ojigris mientras levantaba su remera en un intento de que el escaso viento se cole por ahí, aunque causando que unas jóvenes que pasaban por su lado suelten varios suspiros embelesados al ver su tonificado abdomen.

—¿Se les antoja un helado?— inquirió el castaño, dirigiendo su mirada al establecimiento a unos cuantos metros de distancia.

—¡Ah, es la heladería que inauguró hace poco!— anunció Jian señalando el lugar mencionado.

—Sí, sí, entremos— apresuró el paso Guanshan—, adentro deben tener aire  acondicionado, me estoy cocinado aquí afuera.

He Tian dudó un segundo antes de hablar.

—Eh, Mo, no permiten animales en ese tipo de sitios.

El mencionado se detuvo y abrió la boca para replicar, pero Jian se le adelantó interrumpiendo con una escandalosa carcajada.

—Pff-jAJSJAJAJ ¡te llamó animal!— chilló el menor, captando la atención de algunos que pasaban por ahí. Zheng se cubrió con el antebrazo en un gesto de: "yo no lo conozco", el pelinegro frunció el ceño aún sin entender el chiste y el pelirrojo se dió la vuelta para seguir su rumbo.

Pero fue interceptado por un tipo que parecía cuidar la entrada.

—Lo siento, pero no se permiten mascotas.— negó el hombre.

—¿Es enserio? sólo serán unos minutos.— casi protestó Guanshan, arqueando una ceja.

—Y yo sólo sigo ordenes.— respondió con un tonillo neutral.

—Entonces el pelirrojo se quedará afuera mientras nosotros pedimos helado.— decretó el de orbes ámbar cuando se acercó junto con los otros.

—¡¿Por qué yo?!— exclamó con indignación el susodicho.

—Porque es tu perro.— contestó el albino, acompañado de un deje de duda.

—También es de este idiota.— resopló señalando al pelinegro, quien asintió en respuesta pero con una leve mueca por el mote.

—En otro orden de cosas, ¿por qué los apodos que le das a He Tian son...— el castaño hizo ademanes con las manos— hirientes?

—Sí, sí —le siguió Jian Yi —, pero los que él te da son ¿melosos?

Para desconcierto de ellos; He Tian soltó una risa.

—Tranquilos, Mo Zi me llama de otras maneras cuando estamos a solas.— dijo, añadiendo un tono sugestivo.

Un silencio de veinte segundo los rodeo al mismo tiempo que Guanshan trataba de ocultar el sonrojo que cubría su rostro.

—El mío lo quiero de vainilla.— carraspeó el albino y el castaño le miró con confusión.

TianShan ¦ Drabbles ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora