COMPAÑEROS DE CUARTO
GENERAL
Mordecai se sintió herido al ver a Rigby con otro hombre. Sabía que el tenía la culpa pero no iba a dejar que otro chico le robe a su niño.
Lo primero que hizo fue separarlos.
–¡Ya basta chicos! Es hora de trabajar...-
–Oh si, cierto. - dijo Jeremy
Mordecai y Chad, veían con mucha rabia a Jeremy por besarlo.
A la distancia llegaba corriendo Thomás, jadeando de cansancio.
–¡Chicos!¡Chicos!–
–¿Quien es ese?– preguntó Chad a Jeremy
–Es Thomás... –musito Rigby
–Chicos, les...traigo un mensaje..muy importante, Mr. Papaleta quiere hablar con ustedes... ¡Hay dios mio! ¡Muero de cansancio!–
–Vamos Rigby, veamos que quiere Papaleta – dijo mientras lo jalaba del lado de Jeremy.
En cuanto llegaron, ninguno se hablabla. Mordo estaba enojado y celoso, el mapache tenía una malicia por provocarle esos sentimientos al peliazul.
Subieron las escaleras hasta el último cuarto.
Se fueron al despacho de Benson.
–¿Podemos pasar Mr.Papaleta?-
–Oh chicos, pasen jaja-
–¿Para qué nos mando a hablar Mr.Papaleta?-
–Chicos, Benson sufrió un accidente y es necesario que alguien se encargue del Parque. Lamentablemente yo saldré de viaje por un negocio que puse en la otra ciudad, entonces quiero que ustedes sean los supervisores,–
–¿Gerentes como Benson?- preguntado emocionado Rigby
–No exactamente chicos... serán como Vicegerentes.–
Mordecai y Rigby se convirtieron en gerentes del parque , tenían solo que dar las ordenes y supervisar,los aprendizes se convertirían en los nuevos empleados temporales.
–Una cosa más chicos, – dijo Papaleta antes de que salgan por la puerta Rigby y Mordecai– Chad y Jeremy vivirán aquí con ustedes.
Eso último, puso rojo a Mordecai de rabia.
Cuando salieron del lugar el peliazul estaba maldiciendo todo lo que podía..
–¡Jodida suerte!-
–Vamos Mordo, tranquilizate, es temporal... –
–No es eso , sino que...–
–¿Que pasa Mordo?–
–Nada, sólo olvidalo.-
El alto volvió a callar lo que sentía y si seguía así perdería al menor. No era lo que el quería pero estaba pasando.
Esa misma noche Chad y Jeremy se instalaron en un cuarto alado del suyo.
–Me voy a dormir Rigby...–
Rigby sólo asintió.
Esa noche, Rigby se quedo pensando si algún día el peliazul lo amaría, que dejaría de ser un juego.