PRUEBA DE AMOR
PARTE II: LO QUE SENTIMOS
GENERAL
Rigby acababa de perder de nuevo en RunRRun Car. No fue una novedad pero si lo sería lo que ocurriría ahora.
Mordecai estaba listo para seguir adelante y quería empezar a madurar.
Había pensándolo toda la noche y no sabía si debía o no con la situación como está con el mapache.
No quería perderlo, y posiblemente su propuesta arruinaría la situación más con Rigby.
–Esta bien... yo volví a perder Mordecai –gimio Rigby triste– no seas muy duro con el reto-
Mordecai lo pensaba y pensaba, se sentía inserguro. Estaba reuniendo el coraje para poder decirle todo a la cara de Rigby.
–¿Que esperas?¡¡Adelante!!– gritó impaciente el castaño – ¿Cual es tu castigo?-
–Rigby yo...–empezaba a quebrarse la voz del alto–
–¡¡¿Que pasa Mordecai?!!– chilló Rigby
–Rigby, yo... te amo y quiero que seas mi novio– pudo decirlo.
La mirada del pequeño era sería y luego asombrada.
–Quiero empezar de nuevo y no perderte...–lagrimas caían de su rostro– pero si no quieres, yo entenderé pero no me odies...-
–Oh Mordecai, yo claro que quiero ser tú novio– empezó a llorar y abrazo a su peliazul-
–¿Todo en él pasado?–
–Todo Mordo...–
–Te amo Mapache–
Y un beso fue creado entre ambos, uno de verdad, echo de amor y pasión entre dos amantes.
– Es el primer paso de tú prueba de amor... pensé que nunca lo harías mi Azulejo-
–Mi mapache, cuanto soñe con que seas mío, te amo y está vez no volveré a arruinarlo.–
–¿Lo prometes azulejo?–
–Lo prometo mapache.
Fue así que nació el Morby.
Mordecai y el mapache empezaron una guerra de besos sobre aquel sofá, eran al principio besos dulces y suaves, pero se convirtieron en besos intensos cargados de adrenalina.
El peliazul besaba el cuello del castaño, y metía sus manos bajo la playera de este, tocando y apretando ligeramente los pezones del más pequeño.
Hacía que Rigby hiciera pequeños gemidos.
No obstante, no se percataron que los nuevos empleados, Chad y Jeremy terminarán pronto sus tareas, girarían la perilla y entrarían por la puerta, interrumpiendo a nuestros dos personajes en una guerra de besos placenteras.
Fue un momento muy incómodo para los cuatro, Jeremy jaló a Chad hacia atras y cerraron la puerta, esperaron diez segundos y al entrar de nuevo Rigby y Mordecai estaban como si nada hubiera pasado.
–Heeey Mapachito y ... Rigby– musitó Jeremy haciendo que Chad le de un codazo al estomago-
–Escuchame Jeremy...– dijo Mordecai– Rigby es mi novio y no permitire que me lo quites-
–¡¡Rigby no es tuyo!! ¡¡Lo será mio también!! – exaltó Jeremy.
Esto último hizo que Chad saliera corriendo por la puerta.
–¡Oh mierda! Ese maldito enano celoso de nuevo.. – bufo enojado-
–Creo que deberían arreglarse tú y el – aconsejó Rigby– Como yo y Mordecai-
El alto rodeo con sus brazos la cintura del chaparro detras de él.
–Pruebale que lo amas, no pierdas lo que tienes por algo que ya tiene dueño.-
–Mi Mordecai–
–Mi Rigby–.
Esto dijeron los enamorados y se besaron. Mientras tanto Jeremy tenía que planear su prueba de amor a Chad o perderlo por tratar de conquistar a Rigby, quien ya tenia un dueño; Mordecai, el peliazul.