EL SEXO Y EL AMOR
GENERAL
Jeremy salió corriendo tras Chad, dejando solo a los chicos. Eran tan solo las tres de la tarde y la tenían libre.
Rigby estaba cansado, está vez se levantaron muy temprano y no trabajaron demasiado, pero aún así el estaba cansado.
–Mordecai, ¿Me das permiso de dormir?– preguntó el mapachito bostezando.-
–Claro Rigby, mientras yo tengo que ir a supervisar el trabajo de los chicos– besó la frente de Rigby y le susurró – duerme lindo miamor.
Rigby por primera vez sentía que Mordecai lo amaba. Su primer gesto de amor y las palabras más dulces pronunciadas por el habían llegado hasta los oídos del mapache. Sentía su corazón salir y la adrenalina lo había invadido, haciendo latir en el su corazón, palpitando agitado , está vez era por amor y no por placer.
El chico moreno se despidió del peliazul y subió las escaleras al cuarto para lanzarse a dormir. Mientras tanto Mordecai tenía que hacer unas compras y no supervisar el parque, confiaba tanto en que los chicos (Musculoso,Fantasmin,Skip,Chad y Jeremy) hayan cumplido su parte del trabajo.
Nuestro peliazul tomó el carrito nuevo, era una maquina bella, muy moderna y con llantas nuevas, todavía limpias de cuaquier rasgo de lodo, con portavasos y una ligera cajuela detras. Un carrito blanco y robótica a su vez, con un acumulador de energía solar para no usar combustible y contaminar, un auto natural y bello.
Mordecai se dirigía al centro comercial y al llegar empezo su busqueda.
Tomó un carrito de metal y empezó a buscar las cosas que necesitaba.
–Haber...mmm..veamos–.
De la panadería compró algunos panes y bollillos para cenar. También se dirigió a una zona donde se vendía alcohol y compró dos botellas de Champán, ademas de una cubeta de metal y una bolsa de hielos.
Fue por velas y veladoras, una caja de cerilllos e incienso, se llevo una caja de bombones bañados en chocolate y por último se fue a la farmacia.
Había una mujer china, con los ojos razgados y algo baja de estatura, era la empleada y atendería a Mordecai en su compra.
–Disculpe señorita...– dijo el peliazul y estaba muy rojo, apenado y su voz era casi susurros tiene... ya sabe...
–Emm si tiene esposa si tenemos Kotex y Tampones ¿Flujo normal, irregular, abundante o...?–
–¡No señorita! Me refiero, ya sabe... yo quiero tener o bueno más bien... eso con mi pareja... intimar–
–¡Aaah! Hay joven que apenada estoy– dijo la señorita llevándose las manos a la cara–¡Claro que tenemos pastillas del dia siguiente y anticonceptivos! Tenemos variedad de diafragmas y ...–
–¡¡¡NOOO, NO ENTIENDE!!! ¡¡¡QUIERO CONDONES!!!–grito está vez el azulejo–
–Aaah ya...disculpeme joven ¿Como iba a yo saber– alegó la mujer – ¿Cuales quiere? Tenemos gran variedad, Troyanos, M-Fort, económicos, extra-large, de sabor uva,fresa,platano ... y normales...–
–¡Cuales sea!– gimió
Esta vez Mordecai se había sentido muy humillado, la gente no paraba de verle.
–¿Algo más joven? Tenemos lubricante– sonreía la mujer maliciosamente –
Cuando pagó la compra, casi salió huyendo del local el peliazul.
*****
Mordecai llegó a casa por fin e iba a poner en práctica su plan. Eran todavía las cinco de la tarde.
–¿Que tal Eileen?– llamó por telefono a la chica–
–Hola Mordecai, ¿Ocurre algo? Nunca sueles llamarme...–
Un silencio incómodo de segundos se hizo y Mordecai prosiguió
–Oye, ¿Podrias venir por Rigby? Es que... quiero estar a solas... si eso... un rato en la casa para... planearle una broma y quizas ¿podrías ayudarme?–
–Sabes que detesto que tu y Rigby se lleven así –
–Vamos por favor Eileen–
–Vale esta bien, voy por Rigby–
Rigby acababa de levantarse cuando Eileen llegó y se lo llevó. El castaño no hizo preguntas, estaba confundido por dormir y solo aceptó.
Mientras el peliazul siguió con el plan y empezó a limpiar el cuarto, quito y guardo la ropa sucia en el cesto, barrió la suciedad y levanto algunos objetos.
Después coloco una sabana blanca nueva sobre la cama y agregó dos almoadas. Corto unas rosas que robo del jardín, y empezó a hacer un corazón sobre la cama echa de pétalos. En una mesita de noche, colocó los bombones y la cubeta de hielos con las dos botellas de champán y unas copas.
Mordecai se arreglo y se puso galán para Rigby. En una hora llegó Rigby gritando:
–¡Mordecai! Ya regrese...– parecía enojado–¿Como pudiste dejarme con Eileen estado yo inconciente?–
Mordecai bajo las escaleras y tapo la boca de Rigby con un dedo, este la aparto.
–¿Por que tan guapo? ¿Saldras con alguien?– preguntó triste
Mordecai beso a Rigby y empezó a cargarlo hacia el cuarto, le costo un poco las escaleras pero valdría la pena.
Al subir, sin que Rigby se diera cuenta ya estaba desnudo con boxers cafés.
–¿Champan mi mapache? – ofreció una copa Mordecai y el castaño la acepto.
El sabor burbujeante relajó a Rigby y el peliazul empezo a besar por el cuello al castaño, lo besaba, eran lentos y profundos. Hacia que Rigby gimiera.
Luego Mordecai empezó a desnudarse quedando en boxers azules sobre Rigby, sus cuerpos rozaban produciendoles estremecimientos. Ambos sentían sus miembros erectos y seguían besandose.
Mordecai fue bajando los besos sobre el abdómenen del pequeño y poco a poco, en unos cuantos centímetros, llego a su miembro de Rigby. Le saco la ropa interior y la lanzo en alguna parte, las velas que había dejado prendidas Mordecai en vez de luces daban un aspecto romántico.
El peliazul fue introduciendo el pene de Rigby en su boca y con movimientos de la lengua empezo a hacer gemir a Rigby. Ambos chicos sentían deseo del otro y fue Rigby quien fue a darle placer a Mordecai, también aplicandole un oral. Ambos lo hacían mutuamente en un sesenta y nueve. El peliazul relamio sus dedos y los fue hindiendo en la entrada de Rigby.
–Con ... menos rudeza..uno más.. ah– pidió el castaño.-.
El peliazul obedeció y hundio otro dedo, ya eran tres y era suficiente como para que algo más grande entre. Esta vez, Rigby al sentir dentro de él a Mordecai, no sintió dolor, sino placer y empezó a besar al peliazul. Estos chicos hacian por primera vez el amor hasta llegar al orgasmo.
–Ah.. Mordo..más.. más.. –
–Mi Rigby, te siento tan...apretado y bien en mi .. miembro, voy a...–
Los dos llegaron al orgasmo de una pareja.
Hicieron juntos el amor. Se corrieron de blanco ambos y se besaban, se amaban mutuamente y ambos se habían complacidos carnalmente. Era un paso más del amor. El sexo es placer y el amor es más que eso, es compartir entre ambos algo especial. El sexo y el amor juntos hacen algo más que especial pero muy diferentes separados.
Después de hacer el amor, Mordecai preparó la tina, agregó unas veladoras y lleno con agua tibia la tina.
Rigby entró en ella y detras de el Mordecai, juntos recostados y amandose, el uno al otro. El chico alto pasaba la esponja sobre el chico pequeño y juntos terminaron una ducha, para volver a la cama y dormir.