Capítulo 07 | Una visita nocturna.

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Capítulo 07 | Una visita nocturna.

Alex.

— Entonces... ¿Es mentira? –pregunta con un toque de desilusión.

Luka es como mi hermano, no iba a mentirle acerca del trato. Además, estoy seguro de que Madison a una persona por lo menos se lo ha contado.

— Sí, eso he dicho. Es para que nuestros ex novios vuelvan con nosotros.

Me mira con desaprobación. No me puedo creer cómo de verdad se lo estaban creyendo. Por mi parte lo entiendo, pero ¿por la suya?

O es muy buena actriz o...

—No sé si esto saldrá bien. De verdad, parece que os gustáis. –dice Luka.

— Supongo que somos buenos actores.

Me giro a hacerme una infusión, pero Luka estalla en carcajadas.

— Tú te has pillado.

— Sí. –admito–. Pero esto no es nuevo.

Abre la boca y viene hasta mi dirección, me da unos golpes seguidos en el hombro y espera recostado en la pared.

— Fuimos vecinos, Luka. A mí me caía bien y yo a ella no. Se fue, me olvidé, salí con chicas, volvió y ese sentimiento se despertó. Fin de la historia.

— ¿Entonces... fue tu... primer amor? –pregunta, serio.

— ¡Qué va!

Mi primer amor fue Amanda. Una chica muy... ¿interesante?

— Me voy a la comisaría, hazme el favor y no hagas nada raro.

Me bebo la infusión de un trago y cojo las llaves.

Llego a la comisaría y me pongo manos a la obra, revisar el caso. Esto me consume lentamente. ¿Quién querría tirarla al vacío? Me acerco al panel de investigación y miro la foto de Madison. Por suerte, llega mi tío y puedo hablar con él.

— Madison no lo hizo. –digo sugerente–. Tiene coartada.

— Me dijiste que se lo ibas a dejar a la policía, te dejo estar aquí porque es tu hermana y eres mi sobrino, Alexander.

Ya empezamos.

Alex, cuenta hasta diez.

— ¿Cómo no quieres que me involucre? Es mi hermana, voy a hacer todo lo posible para meter en la cárcel a la persona que lo hizo.

Parece pensárselo dos veces. Levanta una ceja y me pone una mano en el hombro.

— Está bien, pero no hagas nada sin consultármelo primero.

Asiento y cojo una nota adhesiva.

— Madison tiene coartada. Esa semana cogió un tren con su abuela y se vinieron las dos aquí. El día anterior se emborrachó y sufrió un coma etílico, entonces para cuando la reportaron desaparecida y muerta Madison estaba ingresada en el hospital. –digo repitiendo sus palabras.

—- ¿Por qué querría emborracharse de tal manera? –pregunta.

— Sus padres tuvieron un accidente, –digo–. Como mamá estaba enferma, no dijo nada. Se inventó que tenían gripe y luego se fueron.

— Llamaré a los hospitales.

Unos minutos más tarde alzó un dedo para arriba diciendo que todo era correcto.

Una Inesperada PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora