Capítulo 35 | Quédate.

19 8 0
                                    


Capítulo 35 | Quédate.

Maratón 1/4

Alex.

La llevo a su casa como me ha pedido, y ella se pasa todo el trayecto en coche mirando por la ventanilla, perdida en las luces de los edificios que se iluminan al caer la noche. Sus ojos de ahúman varias veces más y puedo ver cómo sus ojos marrones se convierten en un color más avellana.

Respeto su decisión y no pregunto, pero veo cómo se encoje en ella misma con tristeza.

Más vale que no haya sido Michael, porque como le haya hecho algo a mi Madison no respondo. Juro que no respondo.

— Podemos ir a mi casa si no quieres que Daisy te vea así.

Se vuelve hacia mí y niega con la cabeza.

— Está en el bingo con unas amigas.

Espero hasta que llegamos a su casa para poder tratar de entender qué es lo que ha ocurrido, o por lo menos qué es aquello que la ha puesto tan mal.

Gira la llave en la cerradura, y pasamos dentro de su casa.

— Siento mucho haberte llamada y que me veas así.

Si he visto a Madison llorar, ya tiene que ser malo lo que ha pasado.

— No tienes que disculparte por nada, pase lo que pase en las circunstancias que sean siempre podrás contar conmigo.

Se le cristalizan los ojos.

Esos ojos que me gustan tanto y que no deberían derramar lágrimas.

— Eres un buen amigo. -susurra.

No es sólo lo que quiero ser para ti.

— Si estás cansado puedes irte a casa, yo me apaño sola.

Su lenguaje corporal me dice todo lo contrario.

— No tienes que hacerlo todo sola, de vez en cuando está bien aceptar ayuda ajena.

— Es de noche, y.... estarás devastado después de todo el día.

— ¿Y qué hay de ti?

Se encoje de hombros.

— No me iré de aquí hasta que te calmes y me garantices que estás bien.

Y las lágrimas empiezan a brotarle por las mejillas como si de un océano se tratase. La envuelvo en un abrazo, lo hago hasta que su pecho deja de subir y bajar tan apresuradamente.

— Vamos a la cama, me quedaré contigo hasta que te duermas.

Parece convencerle, me conduce hasta su habitación y se queda sentada en la cama.

Es mi momento de desaparecer para darle intimidad.

— ¿Puedo ir al baño?

— Está al salir a la derecha hasta el fondo.

— Gracias.

Literalmente, estoy parado detrás de la puerta sin hacer nada.

Nada de nada.

¿Cuánto necesita una chica quitarse el maquillaje de la cara y ponerse el pijama?

Teniendo en cuenta que la última vez me dijo que en la pequeña nevera tenía productos fríos para cuidarse la piel, una eternidad, aunque si está deprimida no tardará mucho.

Una Inesperada PropuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora