28. Venus

14 2 0
                                    


***

Hace tiempo no veo su rostro ni escucho el sonido de su voz, tanto así que temo olvidarme de como suena. Puedo decir que estoy a nada de olvidar su sonrisa que pocas veces he visto.

Tomo mi celular y busco a Freddie en sus redes sociales pero no ha posteado desde hace un mes. Abro el buscador Google. «Expo Paris» escribo en el buscador y sale un periódico online que menciona a todos los artistas plásticos que exponen en la ciudad, sus nombres, sus fotos y por supuesto, sus mejores obras. Bajo apenas dos o tres personas y ahí aparece él con sus gafas oscuras, sin expresión alguna; ni una pizca de felicidad, junto a ese cuadro gigante que no ha salido de mi cabeza en todos estos días y que le ha dado mayor notoriedad en el mundo del arte.

Yo hecha de colores.

El golpeteo en mi puerta me saca de mi propia cabeza. Mi padre entra en mi habitación con una sonrisa de oreja a oreja y sé lo que sucede; ha llegado una nueva carta. Esperar ese sobre cada día hace mis tardes más alegres, como si Freddie fuese lo único que le da sentido a mi vida ahora mismo. Había creído que esto de las cartas sería tedioso pero no lo es. Vivo en expectativa de que caiga una en el correo y cuando lo hace me provoca un enorme placer.

—Gracias, papá.

Apenas sale de mi cuarto abro el papel con desesperación deseosa de leer sus letras.

Hola, ojos bonitos.

Cuando comenzó el año no sabía que me depararía la vida, ni a quién conocería, ni dónde estaría, ni siquiera sabía si para este momento del año estaría vivo, pero a pesar de todo lo que he vivido, hemos vivido, aquí estoy, aquí estamos, y es gracias a ti que estoy en este suelo parisino, rodeado de franceses elegantes y rica comida que vuela mi mente poco culinaria. Es gracias a ti y tus ojos hipnóticos que me han llamado para este evento y es gracias a ti también, que comenzarán a filmar la película basada en el libro, nuestra película, nuestro libro. Y aunque estoy seguro de que ahora mismo debes estar gritando como una loca, quiero decirte que salgas afuera, porque cuando recibas esta carta probablemente ya haya llegado. (Todo perfectamente calculado)

Sal a buscarme.

Rick.

¿¡Qué!? ¿Una película de «Yo sin ti»? ¿Esto realmente está sucediendo? ¿Realmente soy parte de un libro que ahora se volverá un film? Me llevo la mano a la boca y ahogo un grito de alegría sobre ella. Me levanto de la cama como un rayo mientras doy saltos de alegría por toda la habitación y grito eufórica por ambas noticias. Freddie no para de cumplir sus metas y su felicidad provoca la mía desde que nos conocemos. Examino la carta nuevamente. ¿Rick? ¡Rick! Ha sido él todo este tiempo. Él en el taller de poesía y cómo no me había percatado de ello antes. Ha estado siempre allí presente incluso cuando creí tenerlo lejos. Ha estado en cada poema que hemos leído. ¡Él era quien firmaba sus poemas cuando deberían ser anónimos! Ahora comprendo todo. Cada letra, cada palabra. Ahora entiendo porque el profesor Alejandro elige sus escritos para presentar y debatir en clase. ¡Porque son los poemas de Freddie Daniel Cook!

Lo más importante del comunicado es que es posible que haya vuelto a casa y yo no puedo esperar un segundo más. Salgo moviendo las piernas lo más rápido que puedo mientras oigo a mi madre que grita mi nombre pero no puedo detenerme. Debo salir a encontrarlo porque lo he extrañado este tiempo. Salgo con la esperanza de encontrarlo y que sea cierto que tiene todo fríamente calculado.

—¡Venus!—percibo su voz al final de la calle y mi corazón se detiene.

Corre a toda velocidad hacia mí y cuando nos encontramos frente a frente, la emoción nos embarga y sin pensarlo dos veces salto sobre su cuerpo ansiosa de saborear sus labios. El mundo parece desvanecerse a nuestro alrededor. Somos lo único que ha quedado de ese mundo fatalista.

Yo sin ti © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora