"No eran amantes, no eran novios y tal vez no eran amigos, pero siempre fueron el uno para el otro"
-Mario Benedetti-
El ascensor se cerró con una lentitud que permitió a ambos mirarse a los ojos por un par de segundos antes de separarlos, ocultando a un muy afligido Max y a un estupefacto Sergio. Aquel beso había sido algo inesperado, presuroso y tan efímero. Checo permaneció petrificado frente aquellas puertas, con los ojos enormemente abiertos mirando su borroso reflejo en el metal. Su cerebro no terminaba de procesar qué era lo que acababa de pasar, en un momento había estado discutiendo con Max y al otro tenía sus labios sobre los suyos, ejerciendo una presión que le había detenido el corazón. Tardó algunos minutos, pero finalmente su cuerpo pudo reaccionar, en un segundo su corazón pasó de cero a mil, latiendo con tal velocidad y fuerza que hasta su respiración se vio afectada. La sangre le corría caliente por las venas, llevando ese calor por todo su cuerpo, potenciando incluso el ardor que Max había dejado en sus labios. Torpemente llevó sus dedos hasta su boca, tocando con mucho cuidado, como si temiera que al hacerlo fuese a doler, o tal vez, temiendo borrar con sus yemas los restos de aquel furtivo beso.
No estuvo seguro de cuánto tiempo pasó, pero finalmente sus pies se habían movido para ir de regreso al consultorio. Neil se vio sorprendido al ver de nuevo a su paciente y más aun con la expresión de su rostro, tan confundida y asustada
-¿Sergio? ¿Te encuentras bien?- preguntó con precaución
Sergio lo miró con sorpresa, como quien acaba de despertar de un muy profundo sueño, parpadeó un par de veces y luego asintió muy suavemente con la cabeza –Si...si, estoy bien-
-¿Estás seguro? Te vez algo conmocionado ¿Pasó algo con Max? ¿Él está bien?- de pronto, la siempre calmada expresión de Neil se vio reemplazada por la preocupación
Al escuchar el nombre de Max, el corazón de Sergio dio un vuelco, recordándole una vez más lo que había sentido después del impacto de sus labios. Como pudo, se forzó a dar una respuesta –Si, él...él está bien, subió el ascensor y se fue...- trató de que su voz sonara lo más neutra posible, pero el hombre era tan transparente que su rostro simplemente no podía ocultar la tormenta de emociones que estaban formándose en su interior
Neil podía ver lo contrariado que estaba Sergio, era obvio que algo había sucedido, pero quizás no estaba listo para hablar de ello –Ya veo...Sergio, lamento que la sesión de hoy terminara de esta manera-
-No te preocupes, Neil...supongo que aún hay muchas cosas que él y yo no hemos hablado...- hizo una pausa para poder tragar saliva –y no sé...yo...no lo conozco muy bien, creo-
-De acuerdo...bueno, supongo que tendremos que trabajar en eso durante las siguientes sesiones- dijo el terapeuta, dando por sentado el fin de esa sesión y sintiéndose casi tan confundido como el mexicano.
Sin más nada que decir y con la cabeza terriblemente aturdida por la confusión, Sergio salió de ese consultorio, abordando aquel ascensor tal y como lo había hecho minutos atrás Max, mirando aquellas puertas metálicas, con un extraño sentimiento palpitando en su interior y el recuerdo de aquel beso repitiéndose en su cabeza en un loop interminable.
Llegó a casa con su cuerpo moviéndose en piloto automático, trataba de darse una y mil explicaciones a lo que había sucedido, pero, por más vueltas que le daba al asunto, simplemente llegaba a la más obvia y por lo tanto la más desconcertante: Max gustaba de él.
Jamás habría pasado por su cabeza estar atrapado en una situación como esta y menos con Max, ni en sus más locos sueños se le habría ocurrido enredarse en un drama romántico con su compañero de equipo, y, no era que le desagradara, pero vaya que le sorprendía, más aún, estaba increíblemente desorientado porque no estaba seguro de cómo es que debería de sentirse al respecto ¿Debería sentirse molesto? ¿Enojado? ¿Halagado? ¿Cómo debería procesar este descubrimiento? ¿Cómo debería tratar a Max a partir de ahora?... ¿Y por qué no podía sentir desagrado hacia ese beso?. Nunca se había preguntado sobre la sexualidad de su compañero, no era que algo que le hubiese despertado curiosidad, simplemente no era un tema que considerara de importancia, y, siendo honestos, jamás se le habría ocurrido que Max pudiese sentir atracción por las personas de su mismo sexo.

ESTÁS LEYENDO
Terapia de Pareja
Romance|Después de lo sucedido durante la carrera en São Paulo durante la temporada 2022, la relación laboral entre Max Verstappen y Sergio Pérez se ve seriamente afectada, tanto así, que las constantes riñas y recriminaciones, comienzan a afectar al equip...