[!]ADVERTENCIA[!]
El siguiente capítulo contiene lenguaje explícito y ofensivo. Si eres sensible a esto, por favor, omite este capítulo.▬▬
18 de septiembre de 2023, 10:00 a.m. Singapur.
La noche anterior había sido, quizás, una de las más divertidas que había pasado en mucho tiempo. Había salido de fiesta, bailado, cantado, había disfrutado de unos cuantos tragos y todo en compañía del hombre del cual estaba enamorado. Él y Checo compartieron una noche con amigos, salieron a un antro muy popular y disfrutaron como cualquier otra pareja en el planeta. Solo por esos instantes se había permitido olvidar de quién era, de quiénes eran ambos, de lo que sus rostros representaban, de su trabajo, de sus familias, de sus naciones y de su público, esa noche nada de eso había importado, esa noche solo habían sido Checo y Max, dos hombres que se amaban y nada más.
Con mucha pereza se había despertado, estaba tan cómodo bajo las sábanas, entre los brazos de Checo, que incluso por un instante se vio tentado a cambiar todo su itinerario solo para poder quedarse lo que restaba del día en ese lugar. Pero eso no era posible, ambos debían volver a la realidad, a sus papeles predestinados ante la sociedad, debían usar de nuevo sus máscaras de hombres heteronormados y moralmente correctos; debían volver a ser Max Verstappen y Sergio Pérez, pilotos de la fórmula uno, compañeros de trabajo y solteros codiciados. Aunque, antes de eso, antes de tomar valor y levantarse de esa cama, Max se permitió unos minutos más de preciosa intimidad y es que observar a Checo mientras dormía, se había convertido en su actividad favorita. Le gustaba mucho ver su rostro relajado, sereno, libre de preocupaciones; adoraba a sobre manera verle salpicado por todas esas pecas, esas adorables manchitas que se le antojaban muy similares a las constelaciones en el cielo. Enamorado como se sentía, acarició su mejilla, provocando con ese roce que un largo y profundo suspiro escapara de Sergio, quien, aún dormido, podía sentirle y reconocerle, aún con los ojos cerrados podía saber que aquellos dedos, que aquella cálida mano era suya, era de su Max.
-¿Qué hora es?- preguntó adormilado, con la voz ronca y sin poder aún abrir los ojos.
-Ya pasa de las 10:00…es tarde- respondió entre susurros, sin dejar de acariciar el rostro de Sergio.
-uhm…Alice no tardará en venir a molestar…- aún sabiendo eso, estrechó al rubio entre sus brazos, casi con recelo, temiendo a aquel instante en que tuviese que soltarlo.
-Lo sé…debería volver a mi suite, seguramente ya habrán ido a buscarme- decía esto, pero, al igual que Sergio, se aferraba a él.
-…solo cinco minutos más, bonito…- decía al tiempo que colocaba un beso en su frente.
Max se dejó hacer, disfrutando de ese cariño unos segundos antes de preguntar -¿Por qué siempre me dices así? ¿Por qué me llamas bonito?- cuestionó con una risita.
-Pues porque lo eres, eres muy bonito Maxie- respondió completamente seguro de lo que decía.
Max sintió cómo sus mejillas se encendían –No lo soy…pero…me gusta que me llames de esa manera-
-Pero si lo eres…- reafirmó Sergio, siendo ahora él quien sujetaba el rostro contrario, abriendo al fin los ojos para poder verle y asegurarse de que Max entendiera que lo decía con sinceridad –En verdad eres muy bonito, Max…y no lo digo solo porque estoy estúpidamente enamorado de ti- dijo esto último entre risas, un tanto avergonzado y un tanto encantado al ver el sonrojo en la cara de Max.
-Bien, no lo discutiré más…- aceptó, aunque habría que decirlo, en ese instante su ego había atravesado el techo. Sin perder el contacto visual y sin dejar de acariciar su mejilla, continuó con la conversación –Aunque yo no te he nombrado de ninguna manera especial…siempre me ha gustado decirte Checo-

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Terapia de Pareja
Romantika|Después de lo sucedido durante la carrera en São Paulo durante la temporada 2022, la relación laboral entre Max Verstappen y Sergio Pérez se ve seriamente afectada, tanto así, que las constantes riñas y recriminaciones, comienzan a afectar al equip...