Un año había pasado desde la última vez que habían estado en aquella ciudad. Un año desde aquella catastrófica carrera en la que el orgullo y el miedo casi los separan. Un año desde que Max se había negado a ayudar a Checo. Un año desde que aquella dolorosa frase: tengo mis motivos, había sido escuchada por la radio de Red Bull y había roto no solo el corazón de Checo sino el del público entero. Un año había pasado y, ahora, Checo y Max regresaban al país sudamericano enamorados, de la mano y con la promesa de unirse por el resto de sus días.
El sol se alzaba para despertar a la ciudad brasileña, pero, aquella mañana, ni el mismo astro rey podría haber brillado tanto como lo hacía el actual campeón del mundo. Max era inmensamente feliz y no se preocupaba en ocultarlo, jamás se le había visto más sonriente ni amable con la gente como en aquel gran premio. Saludaba a todo mundo, posaba para las cámaras, aceptaba obsequios y regalaba firmas hasta en la mercancía de la competencia. Max era feliz y para nadie era secreto que esa felicidad se debía a su compañero de equipo y ahora novio, Sergio Pérez. En todas las entrevistas y en los eventos de pilotos, siempre surgían preguntas acerca de su relación, les ponían retos en los que debían demostrar qué tan bien se conocían el uno al otro o juegos que ponían a prueba su confianza. En la mayoría de las actividades se habían divertido y en más de una ocasión Max había hecho un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en control y no gritar al mundo que él y Sergio se habían comprometido. Aquella era una noticia que aún no querían anunciar, antes, se habían puesto el propósito que ganar los títulos de la temporada y, para ello, aún faltaban tres carreras, la primera de ellas: Interlagos.
Aquel era uno de los circuitos más complicados de toda la agenda. El diseño de la pista, el asfalto, el clima, la complejidad en las curvas y las limitadas dos zonas de DRS hacían de éste uno de los escenarios más emocionantes y peligrosos que cualquier piloto pudiese recorrer. Aquella tarde sin dudas sería una en la que los pilotos darían una de las mejores carreras de la temporada. Max Verstappen era el favorito, con 16 podios ganados a lo largo de la temporada. Los chicos de Ferrari y Mercedes estaban en la lucha e, incluso, Lando Norris había dado la sorpresa durante la sesión de clasificación.
Desde el momento de arranque, Max se fue al frente, tomando el control de la carrera y sin soltarlo en ningún momento, pero, detrás de él, la batalla se dio desde la primera vuelta. Charles y su Ferrari habían quedado fuera debido a una falla hidráulica; Carlos se mantenía entre los primeros puestos pero Lewis, George, Fernando y Checo, no le dejaban el camino fácil. En el primer tercio de las vueltas, Alex Albon provocó un accidente en el que arrastró consigo a los dos autos de Haas, al novato Oscar Piastri y a Daniel Ricciardo. El accidente había causado una bandera roja y el abandono de la carrera por parte del piloto de Williams y Kevin Magnussen. De pronto, eran 3 pilotos los que estaban fuera de la competencia e increíblemente eso no terminaría ahí, ya que tan solo a un par de vueltas de haber reiniciado, Valterri y Zhou coalicionaron, dejando fuera de la carrera al equipo de Sauber, y, a tan solo un par de vueltas de finalizar, el motor del Mercedes de George Russell presentó una falla mecánica que le obligó a abandonar la carrera.
Al frente Max lideraba con una enorme ventaja, en la pelea por los otros puestos en el podio se encontraban Lando Norris, Fernando Alonso y Checo Pérez, siendo éstos dos los que ofertarían el enfrentamiento más emocionante de la temporada. Fernando en su Aston Martin, Checo en su RB19, corriendo por la pista de Interlagos lado a lado, en una contienda limpia, sin roces, adelantándose por diferencia de centímetros, haciendo a los espectadores contener el aliento ante la alerta de un posible choque. Ambos conducían con maestría y daban cátedra de competencia a los más jóvenes, no solo por demostrar su coraje y sus ganas de ganar, sino por mostrarles que un enfrentamiento de esa magnitud podía contenderse sin que ningún piloto resultara dañado. A tan solo unos segundos de la bandera a cuadros, Fernando pudo finalmente adelantar a Checo, quedándose así con el tercer puesto del podio, detrás de Max Verstappen y Lando Norris.

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Terapia de Pareja
Romance|Después de lo sucedido durante la carrera en São Paulo durante la temporada 2022, la relación laboral entre Max Verstappen y Sergio Pérez se ve seriamente afectada, tanto así, que las constantes riñas y recriminaciones, comienzan a afectar al equip...