Era muy temprano por la mañana, el cielo apenas comenzaba a clarear, su alarma interna le hizo despertar, recobrar conciencia y abrir los ojos para encontrarse con un nuevo día, con un amanecer que le recibía con el regalo de tener a Sergio entre sus brazos, durmiendo tan profundo y relajado, cómodo con su compañía.
La noche anterior había estado llena de muchas emociones, habían compartido quizás uno de los momentos más íntimos en el tiempo que llevaban de relación. Aún tenía muy fresco el sonido de la voz de Sergio diciéndole que lo amaba, su mirada llena de adoración y sus manos tocándole con la delicadeza de un orfebre. Deseaba tanto poder detener el tiempo en ese instante, quedarse con él encerrado en ese bucle temporal donde solo existían ellos dos, abrazados, apartados del mundo y sus juicios, solo compartiendo su calor, pero eso no era posible, era momento de regresar a la realidad y continuar.
Sin despertar a Sergio y con mucho pesar, abandonó la calidez y el confort de esas sábanas para ir directo a la ducha, se daría un baño rápido antes de volver a su suite para tomar sus cosas y después reunirse con el equipo. Al estar dentro de la regadera, envuelto en una densa nube de vapor, su mente aún seguía trabajando, pensando en la noche anterior, repitiéndole una y otra vez las palabras de Sergio, llenándole de una emoción que parecía casi incontenible dentro de su cuerpo, todo le resultaba tan irreal, tan maravillosamente fantasioso, casi como un sueño recurrente del que se negaba despertar, pero ahora era una realidad, eran una pareja y una que se amaba del modo más sincero y puro. Estando bajo el chorro de agua, Max tomó la botella del shampoo, en cuanto lo destapó el delicioso aroma invadió sus fosas nasales, eso era a lo que normalmente olía el cabello de Sergio, ese era el olor con el que solía identificarle. Con cuidado, la acercó a su nariz y aspiró profundamente, llenándose de esa esencia, de esa asociación sensorial que ya tenía registrada en su memoria a fuego y canto, y, con toda intención de llevarse un poco de eso, lavó su cabello y el resto de su cuerpo con ese único producto, para así oler en todo momento a Sergio en su piel.
Cuando salió del cuarto de baño, fue de regreso hacia la cama, Checo aún dormía, pero despertó al sentir cómo el peso de Max se hundía ligeramente en el colchón. Perezoso, parpadeó un par de veces, tratando de espabilar, de despertar por completo para poder conversar.
-Hola bonito- le saludó con una dulce sonrisa, al tiempo que estiraba su brazo para acariciar su rostro –¿Ya te bañaste? ¿Qué hora es?- cuestionó un tanto sorprendido al darse cuenta de que Max tenía húmedo el cabello y ya estaba listo para irse.
-Es muy, muy temprano- respondió con un volumen de voz bajo, dejándose acariciar una vez más –quiero volver a mi suite antes de que alguien note que no estoy ahí…- por un par de segundos se quedó prendado a los ojos de Checo, sintiendo solo un poquito de dolor al tener que separarse de él –en realidad no quisiera, pero…
-Lo sé, bonito, lo sé…- despacio se acercó a él, a sus labios, para robar un dulce y delicado beso antes de tener que dejarle ir.
Max se dejó hacer, reteniéndole en sus labios unos segundos demás antes de apartarse –Oye, estuve pensando…- comenzó a decir, mordiéndose los labios, delatando un poco el nerviosismo que le causaba lo que estaba a punto de proponerle –La siguiente semana la tenemos libre, la carrera en Spielberg es hasta dentro de dos… y yo…bueno, se me ocurrió que quizás esta semana podrías pasarla conmigo en Mónaco, si quieres, claro…- su rostro poco a poco iba tiñéndose de rojo, aumentando cada vez al notar cómo la sonrisa de Checo crecía –p…po…podríamos viajar en el jet, el edificio donde está el penthouse es completamente privado y tiene un ascensor exclusivo, la prensa nunca ha dado con su ubicación, así que estaríamos seguros. Yo puedo encargarme de la comida y si no traes suficiente ropa, también puedo encargarme de eso y…

ESTÁS LEYENDO
Terapia de Pareja
Romansa|Después de lo sucedido durante la carrera en São Paulo durante la temporada 2022, la relación laboral entre Max Verstappen y Sergio Pérez se ve seriamente afectada, tanto así, que las constantes riñas y recriminaciones, comienzan a afectar al equip...