Capítulo 13

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Puede escuchar el suave golpe de las olas en la playa y la brisa marina le acaricia el rostro, se siente tan relajada estando ahí. Es su primer trabajo como ídolo de la agencia Shining y agradece que sea con las personas que más quiere: Aine y Reiji.

—¡Ku-chan!—reconoce la voz de Reiji de inmediato, este la abraza por la espalda con mucho cariño.

—¿Ya comenzará la entrevista?

—Ai-chan todavía no está listo, acaba de llegar—dice apretándola un poco más.

Ella ríe, le hace cosquillas el aliento de su amigo en el cuello. Toma una de las manos de él para que la suelte y quedar frente a frente.

—Ven, caminemos un momento por playa.

Reiji acepta con una gran sonrisa tomando él la iniciativa y el rumbo que toman. Caminan un largo tramo hasta que Aine comienza a llamarlos, es hora de que la entrevista comience.

Ambos regresan y Sakura abraza a Aine, prácticamente se tira en sus brazos y le da un beso en la mejilla. Le alegra tanto verlo, aunque sigue notando en sus ojos el cansancio y quizás un poco de tristeza.

Toma del brazo a ambos para poder realizar el trabajo y después pasar un poco de tiempo todos juntos, nunca viene mal un momento entre amigos. Ahí solo faltan Kei e Hibiki.

—Ai-kun, Rei-kun, ¿les parece si después vamos a comer algo?

—¡Me parece genial! ¡¿Qué dices, Ai-chan?!

—Creo que es una buena idea, deberíamos preguntarles a Kei y a Hibiki.

—¡Sí!

Los tres caminan al interior de la casa de playa perteneciente a Saotome, los espera una larga entrevista.



—¡No te duermas!

La voz de Ai la asusta, y es que la ha escuchado más fuerte de lo usual. Se cae del sofá y se golpea la nariz con uno de los pies del joven de cabello cian. Estaban leyendo el capítulo tres para que ver que escenas requerían más atención, pero Sakura se quedó dormida en un punto dado.

Desde el suelo ve al joven ídolo, la mira con el ceño fruncido y parece exigirle con la mirada que deje de perder el tiempo. Ella se levanta y se toca la nariz para comprobar que no se ha lastimado más de lo debido, le duele un poco.

—Eres malo, muy malo conmigo—hace berrinche abrazándose a una de las piernas del chico—, Ai-chan eres insensible, me pones un estricto horario y cuando llegamos tarde te da igual y siempre a la misma hora. ¡Necesito dormir más!

Ai hace una mueca de disgusto, no le agrada para nada lo dramática que está siendo y mucho menos que se abrace a su pierna. Es una actitud muy infantil de parte de ella.

—No hagas eso, en lugar de quejarte deberías mejorar tu rendimiento para que termináramos las grabaciones en el tiempo estimado—dice en un tono de regaño, trata de que ella lo suelte.

—No puedo si estoy cansada, ¡eres muy malo!—se garra con más fuerza.

No es que le agrade discutir, pero le ayuda a librar tensiones ya que no lo hace con fines de pelear y enojarse con el joven. Solo quiere distracción, una pequeña.

—Deja de actuar así, debemos seguir ensayando. Hoy podrás dormirte temprano porque no hay grabación, así que actúa como la adulta que eres. Empezaré a creer que estar cerca de Reiji te hace comportarte así.

Sakura lo suelta con una expresión de total sufrimiento, no quiere que le eche la culpa a Reiji, es solo que a veces puede llegar a comportarse como él, pero ya lo traía desde antes de conocerlo. Su hermano menor los denominaba "momentos infantiles con Sakura" haciendo referencia a qué ella quería ser una ídolo y que así se llamaría un programa por sus momentáneos arrebatos infantiles.

—Prosigamos.

Ella refunfuña antes de tomar de vuelta el libreto y seguir leyendo en donde se quedó, aunque no recuerda casi nada. El sueño que ha tenido le ha borrado toda información previa.

Su primer trabajo fue una entrevista, ellos tres eran los nuevos ídolos de la Agencia Shining y se hicieron notar mucho en su debut, además de que los tres cantaron una canción compuesta por la misma persona: Kei. Fue divertida, Reiji con sus comentarios graciosos, Aine y sus gentiles expresiones acompañadas de amables sonrisas y respuestas dulces, al menos para ella era como degustar algún chocolate solo que con los ojos.

Para ella, Aine era como un dulce con un sabor agrio en el centro. Trato, hizo todo lo posible, pero no sirvió de nada. No pudo ayudarlo.

—¿Por qué estás llorando?

—¿Ah? ¿Yo? Solo me entro algo en el ojo—se excusa limpiándose las lágrimas, no sabe en qué momento se le escaparon de los ojos.

—Mientes, otra vez.

Ella solo lo ignora y mira hacia otro lado. Recordar, recordar que fue una completa inútil y no pudo hacer nada por la persona que más amaba y que sigue amando luego de cinco años le causa un profundo dolor. Se siente culpable, no actuó a tiempo y no logro hacer nada.

Le gustaría cambiar de lugar, todos estarían mejor. Kei e Hibiki no odiarían a Reiji y Aine estaría con ellos, y es que quiérase o no era él quien los mantenía unidos.

Más lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas, pequeños sollozos comienzan a hacerse presentes. Momentos así los ha tenido antes y se detesta por permitir que Mikaze la vea llorar.

—¿Qué es lo que te pasa? Hace un momento estabas bien y ahora lloras—exige saber, no encuentra lógica a la actitud de ella y tampoco le gusta verla así, se ve tan afectada por algo desconocido para él, es tan extraño.

Seguro se sentiría igual si viera a Reiji llorar; personas tan alegres y expresivas, tan transparentes, es simplemente paradójico.

—N-No es nada—hace una ademán con una de sus manos para que lo deje pasar.

Debe dejar de llorar, el chico podría terminar llamando a Ringo o en el peor de los casos a Reiji para decirle su situación. No quiere preocuparlos, especialmente al de cabellos castaños.

—Te pasa algo y yo no soy la persona adecuada, ¿quieres que llame a Reiji?

—¡No!

Ai da un pequeño salto al escuchar su grito y el hecho de que se haya incorporado tan rápido para estar casi encima de él en estos momentos, lo ha sorprendido.

—No llames a Reiji, por favor.

—¿Por qué?

—No quiero preocuparlo—más lágrimas resbalan por sus mejillas, tanto por Aine como por Reiji.

Ha sido tan difícil, tan complicado.

La culpa no la deja en paz. Primero no pudo hacer nada y después abandonó a su amigo por cinco años, peor persona no puede ser. Y lo peor es que el amor que siente por Aine no le permite amar a nadie más, ella todavía guarda esperanza de que él no esté muerto.

Se abraza a Mikaze buscando consuelo y se permite llorar, aunque el muchacho no entienda nada.

Ai solo medio la abraza, la dejará desahogarse y ya después volverán a sus actividades diarias, aunque quizás le venga bien un descanso a ella.



Y aquí el capítulo 14. Siempre les traigo la actualización en cuanto termino de escribir el capítulo. 

¿Qué les pareció? ¿Qué piensan de los sentimientos de Sakura? 

¡Gracias por leer!♥

Melodía de mí alma [Utapri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora