Capítulo 49

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El día con Ranmaru en ese festival de rock sí resultó en algo positivo, al fin sí logró aprender un poco más del bajista en general.

Es viernes por la noche y ella se ha adueñado del piano de Aine, él está al lado de ella viendo como compone la primera canción. Esa es para Camus, ya que le dijo que se las daría mañana temprano junto a las que son para el grupo completo. Siente un poco de presión, autoimpuesta más que todo, pero está segura de que todo irá bien con respecto a las canciones.

Todos saben que no podrán hacer contrato con Francia, sin Ai el grupo queda disuelto y cada uno por su lado; lo hacen porque puede ser el último trabajo con él.

Mikaze también está ahí, también al lado de ella, pero a diferencia de Aine, no tiene interés en ver su proceso de composición, solo quiere pasar tiempo con ella.

Ella llegó esa tarde con la convicción de quedarse a dormir en casa de Hakase para pasar tiempo tanto con Kisaragi como con el más joven. Ya bien entrada la noche es que ella se ha sentado enfrente del piano para componer, aunque no suele componer con ese instrumento sino con alguno que pueda llevar a todas partes. A veces compone sin tener uno a la mano, teniendo solo la melodía en la cabeza sin buscar plasmarlo para ser oído hasta estar completo, pero considerando que se trata de Camus debe ser lo más precisa posible en cuanto a la melodía, hubo contadas ocasiones en que confundió notas sin querer.

Reiji llegará mañana por la mañana, este día y el anterior, para equilibrar el día empleado para ayudar en el local de su familia, ha estado realizando trabajos a tope para salir exacto con las fechas. Y a ella le preocupa que por esa razón no esté comiendo ni durmiendo bien.

El problema con esa apretada agenda es que solo ha podido verlo por cinco minutos al día, que él ha ocupado para disipar sus preocupaciones distrayéndola en cualquier otra cosa.

Hasta parece que el mundo conspira para que se sienta triste y preocupada, ansiosa y temerosa. Sentimientos que nunca le gustaron, sentimientos que acarrean recuerdos dolorosos combinándose con, las no menos dolorosas, vivencias actuales.

Despeja su mente de esos pensamientos, lo que importa en ese mismo instante es iniciar la segunda canción para Camus. Ayer finalizó la primera junto a la segunda de Ai y las dos de Quartet Night. La noche anterior era perfecta para componer y lo comprobó al escribir cuatro canciones, si no fuera porque la alarma sonó seguramente se hubiera olvidado del pequeño programa de radio del que Ringo le avisó tendría que hacer los jueves. Tenía mucho sueño, pero nada que un café negro no pudiera haber arreglado.

Esa noche no pretende repetir eso, solo quiere escribir la de Camus y luego irse a dormir. Mañana hará las de Ranmaru y saldrá, al fin, de eso. Y esa será la despedida definitiva al estrés causado por la fecha límite porque al tenerlas listas mañana, el lunes podrán iniciar las grabaciones.

De cierta forma eso la alivia, aunque el paso del tiempo sea tan veloz que ya siente el lunes encima.

A Ai le ha comenzado a dar curiosidad la razón de toda la paleta de expresiones que hace un momento pasaron por su rostro. Por momentos, ella parece una caja que se abre de repente sorprendiéndolo y captando toda su atención.

Quizás por eso se ha encariñado tanto con ella. Lo ha alejado del razonamiento lógico obligándolo a sentir lo que ocurre alrededor en lugar de solo analizarlo; lo sigue haciendo, pero ahora también ha aprendido a disfrutar de cada momento, sobre todo ahora.

Diez minutos después de haberse sentado toma el lápiz y comienza con las primeras notas que posterior pasan a ser interpretadas en piano. Quiere estar segura de que la canción será buena, de que será tan especial como la primera que hizo para su senpai.

Melodía de mí alma [Utapri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora