Capítulo 22

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La pequeña fiesta ha culminado hace una hora, en esos momentos ella se encuentra a solas con el cumpleañero caminando por los pasillos que van a su habitación. Van en silencio, no porque no tengan nada que decir sino debido a que es agradable un momento así de vez en cuando, solo disfrutando la presencia del otro.

A pesar del silencio, ninguno de los dos puede dejar de sonreír. Ella porque él está feliz y él porque todo lo que ella hizo ese día; para ambos el otro es la razón de su alegría en esos momentos.

Habiendo llegado a la habitación ella le permite entrar y le pide que se siente, debe buscar el regalo de él entre sus cosas y es que lo tiene bien guardado para que no le pasen nada a las partituras. No sabe por qué terminó haciendo dos canciones para él, pero espera que las dos le gusten y es que paso mucho tiempo trabajando en ellas.

Reiji la sigue con la mirada, de verdad está contento y le gustaría expresarle en ese mismo instante cómo se siente, pero mejor espera a recibir el regalo de ella y es que así estará mucho más feliz; aunque solo llegase a ser un abrazo él se sentiría muy dichoso.

—¡Ten!—se le pone enfrente con una carpeta azul marino y se la entrega.

Él la abre y ve las partituras, dos canciones distintas.

Se pone de pie y la abraza con fuerza, sorprendiéndola un poco porque no esperaba tan repentino abrazo, pero lo corresponde de inmediato.


—¡Gracias! Te agradezco mucho lo que hiciste hoy, ¡estoy tan feliz!—besa la cabeza de ella y la aprieta un poco más, está tan feliz que no puede controlarlo.

—De nada, me pone contenta saber que te gustó.

—¡Claro! Lo organizaste tú, aunque hubiera sido un desastre el que lo hayas organizado tú es suficiente para hacerme feliz.

Ambos tienen el rostro muy cerca uno del otro, Sakura tiene un leve sonrojo en sus mejillas y es que las palabras dichas por él lo han causado, se siente agradable saber que lo que ella hizo lo ha hecho feliz.

Por su parte, Reiji acerca más su rostro al de ella y la besa. Dicho contacto lo hace sentir distintas cosas, entre ellas nervios y miedo a que ella lo rechace. Sakura solo se queda quieta, con una cálida sensación en el pecho, hasta que él separa sus labios.

Sus mejillas están más rojas y siente unos profundos nervios porque no sabe cómo debe actuar en esos momentos, si corresponder o alejarse. No quiere rechazarlo, pero no se ve capaz de moverse ni de hablar; solo medio lo ha soltado, pero se ha agarrado de su camisa y no puede apartar su vista de él.

—Te quiero, Sakura, te quiero.

Ella sonríe, estaba en lo correcto, él si siente cosas por ella y todavía no sabe qué hacer; quiere aclarar sus sentimientos, pero en esos momentos debe dar una respuesta inmediata y ella no tiene la capacidad de detener el tiempo para poder meditar que decir.

Siente la respiración de él sobre sí y le causa cosquillas, se siente vulnerable a cualquier contacto de él en esos instantes.

—Yo...

—No tienes que darme una respuesta en estos momentos, te esperaré el tiempo que necesites.

Sakura mantiene su sonrisa y niega tratando de dar a entender que no quiere que la espere, recuesta se cabeza en el hombro de él y cierra sus ojos. Siente el estómago revuelto, la vida tendría que avisarle que cosas así están por pasar para no comer mucho y es que se siente nerviosa, por lo que se genera esa sensación.

Él sonríe con cariño y recuesta su cabeza sobre la de ella, siente su corazón latir fuerte y es que a pesar de haberle dicho que la esperaría quiere una respuesta en esos momentos, su corazón es muy impaciente.

Melodía de mí alma [Utapri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora