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Moa pov:

Después de bañarme como pude y sopesar lo que me esperaría al llegar a casa con Suzuka pasé el resto de la mañana con las chicas y los niños, tratando de no darle muchas vueltas a la situación.

-¿Así que volverás a casa mañana?- los niños me miraron sonrientes.

-Claro que sí, volveré a casa mañana- asentí y sonreí -Podré estar con todos en casa todo el día-

-Que bien madrina, aunque sea un día yo te extrañé mucho- Natsuki hizo puchero.

-Yo tamben- secundó Minato a su hermana.

-¿Tanto me quieren en casa?- reí enternecida.

-Pues claro que sí tonta, ¿Con quién más voy a hablar de cosas de chicas? Yui ya me aburre- Kano sonrió y me guiñó un ojo.

-¿Cosas de chicas?- Miko frunció el ceño -Todas somos chicas-

-Pero ustedes no son chicas totalmente, son chicas con pene y eso quita muchos puntos- asintió muy segura de lo que decía.

-Hay niños idiota- le di un manotazo en el brazo.

-Para algo hablo con censura hoyuelos, deja de hacer tanto drama- Kano rodó los ojos.

-Hay cosas de las que me estoy perdiendo y sinceramente no quiero saber- Momoko levantó las manos y negó repetidas veces.

-Mejor para ti Momo- asentí y la miré -Sigue así, hay cosas que dice la descerebrada de tu novia y no mereces saber-

-Peor de lo que ha soltado todos estos años dudo que sea- se encogió de hombros.

-Créeme, es mejor así- volví a decir y su risa llenó la habitación.

Sonreí y me quedé mirando por la ventana, el día estaba hermoso, con apenas nubes visualizándose en el firmamento.

-Gracias por haber venido, lo necesitaba- volví a mirar a las chicas.

-Para eso están las amigas- Miko sonrió -Además, estos pequeños terremotos estaban muy ansiosos por verte- señaló a los niños, pululaban alrededor de la habitación, subiendo al diván que había a un costado para mirar por la ventana.

-Mami también habría querido venir, dijo que los tres juntos debíamos llenarte de besos y decirte cosas bonitas- Mayu sonrió muy segura -Tenía lágrimas en los ojitos-

-Seguro que quería corazón- acaricié su mejilla y asentí, aunque la verdad no creía que quisiera venir a verme con todo lo discutido.

-¡Mira esa, tiene forma de dinosaurio!- Kenji gritó mirando por la ventana -Es un... un... ¿Como se llama el de los bracitos chiquitos mamá?- me miró, pegando los brazos al cuerpo y moviendo las manos como garras, asemejando extremidades pequeñas.

-¿El Tiranosaurio Rex cariño?- lo miré y sonreí -Deja de ver las nubes y ven conmigo que dentro de poco se irán- abrí los brazos en su dirección.

-Pero quería quedarme- hizo puchero y se acercó a la camilla -Aunque esta habitación está chiquita- se subió y se acostó sobre mi lado izquierdo.

-Tienen que volver para almorzar, además mami se sentirá triste si es que no están mucho en casa- besé su cabeza, sintiendo el aún aroma a cachorro que expulsaba.

-¿Podemos volver después?- hizo puchero.

-Después de tu siesta- acordé y la miré severa cuando protestó -Debes descansar como corresponde cariño, sino cuando vuelvan te me caerás del sueño-

-No eres divertida mamá- me frunció el ceño.

-Si, si, si- asentí palmeando su espalda -Y como no soy divertida no te voy a guardar la gelatina que tendré de postre-

Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora