Roomie

04 La niñera

Capítulo 04

La niñera

- Vamos hijo se nos hace tarde. Dijo la castaña, ya lista para salir de la cocina, pero la rubia le dijo a la castaña antes de salir.

- Juliana ¿Podemos ver una película hoy? La castaña sentía que el corazón se le salía, tanto contacto con la rubia era exorbitante. Su conexión era diferente, solo eran roomies y ahora era la niñera de su hijo. Sergio levantó su mirada y el pequeño sonriente miró a su mamá. Ambas mujeres viéndose a los ojos.

- Sí, no veo nada malo que vean una película tú y Samy. Tienes mi permiso. Comenzó a caminar sabiendo que la rubia la invitaba era a ella a tener otra noche de películas. Samuel emocionado porque ahora podría ver una película con su niñera, fuera de todo lo divertido que se la pasaba con la rubia.

Juliana salió de la casa con el pequeño dejando a la rubia, sin palabras. Esta fue a trabajar en su ordenador. Mientras ella trataba de concentrase en su trabajo, solo que sus pensamientos no le dejaban de dar vueltas en la cabeza.

- Valentina debes salir esta noche, así ya se te pasa todo esto. Se habló así misma la mujer mientras estaba sentada frente a su ordenador portátil. Toma su teléfono, lo desbloquea y comienza a buscar nombres para ver con quien saldría esa noche. Cualquier persona quería salir con la rubia, pero ella no estaba interesada en tener una relación con nadie, solo era para divertirse y pasar bien el momento.

Valentina: Hola, buenos días. Tanto es el olvido que me tienes. ¿Cómo estás?

Lauren: Hola preciosa, la que ha olvidado a los demás eres tú. 😒 Pero a ti se te perdona todo. Estoy trabajando ¿Y tú?

Valentina: Yo amanecí pensando en ti. 😉

Lauren: Esa es una novedad. 😍 ¿Quieres salir esta noche? Preguntó la castaña.

Valentina: Sí, estaba pensado en ir comer algo. ¿Qué dices? Pregunto la rubia.

Lauren: ¿Me quieres comer? O ¿En realidad hablas de comer? 😈

Valentina: Pues salir a comer y lo que salga después.

Lauren: Me sorprendes Valentina. Dime dónde nos vemos y allí te llego.

Las amigas habían acordado una salida, tal vez era lo que Valentina necesitaba. Quizá no, pero ella tenía que calmar la ansiedad que le daba pensar en lo que pudiera estar sintiendo su casera.

***

Ser niñera era algo que jamás estuvo en los planes de Valentina y sus padres no estarían de acuerdo con lo que hace por sobrevivir, pero ella no estaba dispuesta a hacer lo que ellos querían y vivir en una habitación y además ser la niñera de la casera se estaba volviendo algo divertido.

- Hola Samy. Dijo Valentina y sintió extraño llamar a alguien por un diminutivo, pero era un niño encantador, ella sentía que ya se estaba volviendo algo más importante.

- ¡Valentina! Gritaba el pequeño quien corrió a sus brazos. Está lo abrazo y le dejo un beso en la mejilla. - Te debo decir que todos los dibujos que me ayudaste a hacer, mis amigos querían uno y les dije que les ayudaría. Valentina sonrió y que podía pasar que ella ayudará a dibujar y pintar en el cuaderno a su pequeño casero.

- De acuerdo yo los ayudaré también, solo que yo lo hago para ti porque eres especial. Decía mientras le daba otro beso y bajaba al pequeño en el suelo. Así emprender su camino al departamento que no estaba tan lejos de allí. Escuchaba día a día al pequeño quien le contaba sus aventuras en el jardín de niños. Luego al llegar al departamento su rutina era comer lo que dejaba Juliana preparado, aunque Valentina prefería darle al pequeño comida más divertida, nuggets de pollo, papitas fritas, todo esto hacia al niño mucho más feliz. Tocaba una ducha y luego a dormir una siesta, pero Valentina prefería ver dibujos animados con el pequeño y eso hacía que él pequeño le diera sueño, era la mejor niñera que Samy pudiera haber tenido. Esta así aprovechaba el momento de descanso del pequeño para trabajar un poco, se metía en su ordenador y luego que el pequeño tomaba su siesta era hora de hacer sus labores, también de divertirse. Tal parecía que la niñera era más diversión, eso hacía feliz a Samy.