Roomie

50 Para siempre

Capítulo 50

Para Siempre

La emoción de caminar al altar, era indescriptible. Juliana junto a su príncipe. Junto a sus mejores amigos y familiares deseándoles la mejor de las suerte.

- Valentina Carvajal ¿Aceptas cómo tú legítima esposa a Juliana Valdez para amarla, respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza serle fiel hasta que la muerte las separe? Decía el juez que esa tarde tenía el honor de darles la legitimidad a su compromiso.

- Acepto hasta más allá de la muerte. Respondió Valentina.

- Juliana Valdez ¿Aceptas cómo tú legítima esposa a Valentina Carvajal para amarla, respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza serle fiel hasta que la muerte las separe? Preguntó de nuevo el juez. Esta miró a su mujer y cómo si fuera una película imágenes se vinieron a su mente desde el día que la conoció, cuando intimaron la primera vez y ahora el juez preguntándole sí quería pasar el resto de su vida a su lado.

- Acepto. Eres el amor de mi vida. Respondió mirando a los ojos a su mujer.

- Muy bien aceptando ambas con pleno uso de sus facultades mentales. Traigan los anillos y cada dará sus votos. ¿Valentina puedes comenzar? Nuevamente el juez intervino en aquella hermosa ceremonia. Samuel llevó los anillos y estas tomaron cada una el anillo correspondiente.

- Juls. Todos en un mismo murmullo de ternura reaccionaron. Esta sonrió. - Juls mi amor. El primer día que te vi. Me dije a mi misma que había visto un ángel. El ángel más hermoso de cielo, pero jamás imagine que merecía tanto de arriba. Sí hoy me preguntan que el verdadero amor existe yo diría que sí y el mío hoy está frente a mí, yo prometo no dejarlo ir nunca de mi vida. Eres mi juntos para siempre. Te amo Juls para toda la vida. Valentina colocó el anillo en su mano. Suspiro y Juliana le dio un beso suave y fugaz. Susurrándole.

- Te amo. Los aplausos de los presentes no se hicieron esperar.

- Que vivan las novias. Grito Sergio.

- Juliana Valdez ahora tus votos. Intervino el juez.

- Val. Debo confesar que por mi mente nunca estuvo fijarme en una persona de mí mismo sexo, pero uno no le puede decir al corazón de quien se puede enamorar. Cuando te conocí mi vida cambió, mis emociones, mi sonrisa, mi forma de ver la vida. Uno no elige de quien enamorarse, pero conmigo el corazón no se equivocó. Me enamore una mujer increíble, no me arrepiento ni por un segundo conocerte, ni dejar que te metieras en lo más profundo de mi ser, porque gané, me gane el amor más puro y más bonito del mundo. Yo prometo cuidar tú corazón en los momentos más felices y más difíciles prometo quedarme contigo. Te amo mi Val. Mi amor bonito. Juliana le colocó el anillo a su mujer. Algunos presentes derramaron un par de lágrimas incluyendo a la novia. Valentina tomó por la cintura a Juliana y la atrajo a su cuerpo, besó sus labios y si no es el juez que las interrumpe.

- Muy bien ahora con toda la autoridad que tengo como juez de esta ciudad. Las declaró esposas y que lo que se ha unido por la ley que no lo separe el hombre. Cabe destacar que aquí debería decir que no lo separe otra mujer. Los presentes sonrieron. - Pueden besarse. Otra vez. El juez las había declarado esposas y una firma les hacía esposas. Unidas en un vínculo de amor.

La fiesta comenzó, las novias compartieron con sus amigos y familiares. Bailaron, se tomaron fotos, hicieron videos, era una boda íntima donde solo estarían amigos y familiares, pero los medios podrían estar infiltrados era una primicia para todos los medios que la hija menor de los Carvajal se estaba casando con otra mujer, pero la situación era que sus padres no fueron y los medios querían toda la información.