47 Un hogar

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Capítulo 47

Un hogar

Cuatro mujeres yacían en la sala de la casa de Valentina y Juliana, mirando una gran e inmensa casa que necesitaba atención básica. Limpieza, jardinería y seguridad.

- ¿Seguridad Bárbara? Decía Valentina mirando a su alrededor.

- Valentina es una inmensa casa, en un sitio lujoso, donde puedes tener visitas indeseables, solo hay dos mujeres viviendo en un país que aún no toleran para empezar que una mujer se supere y segundo que dos mujeres estén enamoradas. Respondía Bárbara y tomaba su manos Camila quien se perdía en sus palabras. Enamorada como tonta de una gran mujer.

- Eso me asusta por mi Samy. Decía Juliana, mientras que Valentina le tomó la mano y la llevó a sus labios y besándolos. Le sonrió.

- Hare todo lo que esté a mi alcance para cuidar de mi familia. Tiene razón Bárbara. También la piscina necesita cuidados especiales y pues nosotras solas no podemos con tanto. Trabajando y con un pequeño niño en casa pues tocará tener más roomies. Todas al mismo tiempo miraron a Valentina. - Ya. Ya. Ya. Solo es broma. Contrataremos quien cuide la casa. Colocaremos dispositivos de seguridad y también contratemos a alguien que nos ayude con la limpieza de la casa. Hay muchas cosas por hacer. Un jardinero. Y alguien que una vez a la semana venga a cuidar a nuestro hijo. Expreso Valentina quien pensaba en las cuentas.

- Pues Samy ya tiene tías que lo pueden cuidar cuando ustedes necesiten privacidad. Decía Camila.

Valentina la miró entre cerrando sus ojos y le contesto.

- ¿Por qué el interés? Sonrió Camila.

- Digamos que es una inversión. Ahora cuidamos a Samy y cuando mi princesa y yo tengamos hijos pues ustedes dos serían quienes cuiden de nuestros hijos. Camila estaba jugueteando con su mejor amiga.

- Waooo ya van apresuradas, me da gusto que piensen en hijos y todo. Respondió Valentina.

- Yo las felicito, hacen una bella pareja, creo que al principio me asuste que la amiga de la infancia me quitara a mi gran amor, pero entendí que existen amistades verdaderas no importando el género, es la persona quien sabe ser amigo. Expreso Juliana quien se metió en los brazos de su chica.

- Gracias Juliana, pues yo no pensé que encontrando a mi mejor amiga encontraría el amor. Ya había desistido, pero cuando escuché de sus hazañas y cómo dejó de lado sus miedos por ir a ayudar a Valentina eso me hizo interesarme por conocerla. Camila se acercó a besar la mejilla de Bárbara al escuchar sus palabras.

- Gracias Juliana y aunque le advertí a Valentina que no se enamorará de su casera, agradezco que apareciste en su vida. Se la cambiaste. Mi amiga ahora es otra y ahora tiene un hogar. Todas sonrieron Valentina abrazó más a su chica y besó su sien. - ¿No piensan en tener otro hijo? Preguntó después de unos minutos de silencio.

- Camila. Intento hablar Valentina.

- Lo hemos hablado. Dijo Juliana calmando a Valentina. - Pero aún estamos bien así. Los tres estamos a gusto y en un futuro no tan lejano ya pensaremos en eso. Ahora tenemos que pensar en que las cuentas nos den para tanto. Juliana sabía que eran muchos gastos.

- Pues son unas madres geniales y sé que si llegan a traer otro sobrino para mí. Lo cuidaré como lo he hecho con Samy. Expreso Sergio quien ingresó con Alejandra a la casa. Todas miraron sorprendidas porque Sergio había entrado y no lo habían escuchado.

- Gracias por amar a Samy. Eres mi mejor compañero. Se abrazó Juliana con Sergio y saludó a Alejandra. Fue a la puerta y cerró con seguridad. Y grito mientras todas saludaban a los recién llegados. - ¡SAMY! Se escuchó unos pasitos correr bajando las escaleras y allí estaba el castaño. Tenía una hoja en sus manos.

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