39 Mi vida

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Capítulo 39

Mi vida

Las amenazas de los padres de Valentina eran muy comunes, ella había crecido bajo esas influencias y ya les resbalaban las cosas que sus padres decían. Ciertamente se dice que con eso no se juega, nunca sabes que entes espirituales te cumplan el deseo. Los padres de Valentina a toda costa querían que la menor de sus hijos siguiera sus pasos, pero esta tenía planes personales que no estaba dispuesta a cambiar.

- ¿Te sientes mejor? Preguntó Juliana a su novia mientras caminaban tomadas de las manos, delante iba el pequeño saltando y brincando por el parque.

- Mejor. Tú siempre tienes algo que me calma. Juliana sonrió.

- Soy tu chica. Le decía la castaña se acercó y miró alrededor. Valentina tomó su rostro y fugazmente la besó.

- Te amo. Juliana volvió a tomar el rostro de la rubia y la besó. Con sus frentes pegadas sonrieron.

- Te amo más mi princesa. No puedo creer que tengo una novia que además es mi inquilina por cierto me pago mil años juntas. Ama a mi hijo y él la ama a ella. Te amo. Valentina besó los labios de la castaña. Tomándola en sus brazos y así en aquel lugar poder reconfortarse ambas. Tomadas de las manos, expresando el amor que sentían la una por la otra.

Al llegar a casa, tenían que dormir al pequeño que estaba muy emocionado porque Valentina le estaba enseñando lenguaje de señas y no por un motivo educativo, lo hacía para hacer travesuras junto a ella y que su mamá no lograra interpretar. Ese par eran una dinamita, pero Juliana los amaba tanto que olvidó al ser que había llegado a amargarle la vida.

- Juli. Dijo Sergio mientras salía de su habitación y está se encontrará en el sofá esperando a Valentina quien fue a la cocina por nachos.

- Dime... Waooo. ¿A dónde vas? Preguntó la castaña al ver elegante y perfumado a su primo.

- Tengo una cita y es posible que no regrese. Decía el hombre frente al espejo se acomodaba su camisa. Se terminó de arreglar su cabello.

- Me da gusto Sergio, cuídate y que esta chica si sea la correcta.

Sergio sonrió tomó sus llaves y salió del departamento. Valentina entró en la sala con su envase lleno de palomitas y lo colocó en mesa frente al televisor. Se sentó al lado de su mujer. Colocó su mano encima de la pierna descubierta de esta. Juliana miró a su rubia. Colocó la mano encima de la de su rubia y está acción hizo que ella volteara a ver sus ojos marrones. Ambas se miraban con deseo, sus ojos alternaban la boca y regresaban a los ojos. Valentina mordía el interior de su labio incitando a su mujer, acariciaba su pierna con la mano de su castaña encima.

Sus rostros instintivamente se acercaban más y los corazones se aceleraban a medida de su acercamiento, cuando estuvieran más cerca. Juliana miró la boca tan excitante de su mujer.

- Me encantas. Decía Valentina. Juliana quito la mano de encima de la mano de Valentina y subió sobre el rostro de la rubia, acariciando suavemente el rostro y en especial los labios. Se acercó a su rostro y le susurró.

- Tenemos un momento a solas, Samy dormido y Sergio salió. Podemos aprovechar el momento o ver la película. Después de unos escasos segundos, Valentina tomó por la cintura a la castaña y sube sobre ella. Esta toma el rostro de la rubia y sin decir más se besan. Las manos de la rubia subieron por el cuerpo de la castaña hasta quitarle la playera. Sentir su piel era de las cosas más deliciosas que sentía. Sus manos delicadamente acariciaban la cintura de la castaña y está se contoneaba sobre de ella.

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