24 Deudas

656 131 83
                                    

Capítulo 24

Deudas

- Juliana el martes es la prueba final del vestido, ya el evento es el próximo fin de semana. Decía Lauren a su asistente quienes estaban regresando de su almuerzo de siempre. Se le quedó mirando fijamente y está solo trago saliva, pensando en todo lo que Cristal le había dicho.

- Sí señora. Respondió Juliana. Lauren entrecerró sus ojos.

- ¿Por qué me dijiste?...

- Lo siento Lauren a veces solo quiero ser respetuosa con mi jefa. Lauren se le acercó y le sonrió.

- Y yo solo quiero que me faltes el respeto. Un silencio se hizo presente en las dos y Lauren sonrió. - Lo digo porque no me gusta que una mujer como tú me llame señora. Podríamos ser amigas tenemos casi la misma edad. Deja de decirme señora que en tus labios no me gusta esa palabra para llamarme a mí. Lauren termino de entrar en su oficina y Juliana detrás de ella. - Volviendo al tema, ese día enviaré a una amiga que te podrá hacer el maquillaje perfecto.

- No, Lauren yo puedo maquillarme. Lauren se quedó mirándola de manera que no aceptaría un no como respuesta. - Ese día tienes que estar increíble. Sonrió y bajo la cabeza para observar los papeles d su escritorio y preguntar. - ¿Ya tienes niñera para ese día? Puedo conseguirte una.

- No, eso sí que no. De mi hijo me encargo yo. Tú no te preocupes por eso. Dijo Juliana de manera muy segura y sin pestañear.

- Excelente. Ahora por favor tráeme los informes de los análisis financieros del mes pasado. Dile a Cristal que te los entregue. Lauren trataba de mostrarse neutral, debido a lo que tenía preparado para ese gran evento.

***

- Gracias por acompañarme al súper. Decía Juliana mirando a la rubia quien llevaba el carrito de las compras y el pequeño feliz porque Valentina sí le permitía subirse en el.

- La verdad es que yo soy la más feliz por venir a comprar verduras, leche y huevos. Soy feliz solo por el hecho de tener tiempo contigo. Susurró a la castaña. Sonrieron ambas sin darse cuenta que el pequeño las miraba.

- Yo también estoy feliz. Dijo el pequeño. - Estaría más feliz sí mi Mami me compra un helado. Valentina sonrió sin quitarle la mirada a la castaña. Esas mariposas en el estómago eran reales y ella siempre pensó que eso solo eran cosas de los libros. Valentina y Juliana querían abrazarse y besarse en ese momento, solo lo hacían a través de las miradas, así que Valentina miró al pequeño.

- ¿Otro helado? Pregunta que le hizo sonreír a Samy y fruncir el ceño a la castaña.

- ¿Cómo que otro helado? El chico y la rubia con sus rostros de estamos en problemas se miraron y sonrieron quedando en silencio por unos segundos.

- Mami es que Valentina me compro uno. Un silencio preocupante para el pequeño y la rubia. Hasta que ella nuevamente habló.

- Samy no puedes pedirle a tu niñera que te compre cosas...

- Juls yo lo hice porque quería. Ambas se miraron nuevamente y la rubia tomo la mano de ella. Samy pensó que estaría en problemas o su rubia hermosa como él le decía.

- Amor no puedes consentir a Samy todo el tiempo, sé que lo amas, pero tienes tus gastos y...

- Yo soy feliz al hacerlo. Darle un helado a este príncipe no me hace más pobre, al contrario me enriquece. Se acercó más y le susurró. - Y si me vuelves a decir amor, tendré que besarte aquí mismo. Juliana se sonrojó.

RoomieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora