Epilogo
- Maya, bebé. Baja de allí. Decía Valentina a su princesa rubia. Quien estaba tratando de subirse encima de Lana.
- Mami le va a hacer daño a Lana. Decía Samuel el príncipe de la familia Carvajal Valdez.
- Hijo tú hermanita está jugando no lo hace intencional. Defendía Juliana a su princesa. Mirando a su rubia de ojos azules. - Ven con mamá. Ven Maya. La pequeña dejó a la hermosa mascota y se acercó a su mamá Juliana quien estaba recostada en el sofá. Junto a su esposa quien tenía en sus brazos a Elizabeth la menor de las integrantes de la familia quien apenas estaba de meses una castaña que había traído alegría al hogar de la familia. Mientras la familia se preparaba para ver una película.
- Mamá cholo juego. Decía la pequeña Maya. Quien se acercó a su mamá Juliana.
- No solo juegas. Lana es un ser vivo. Siente y le da dolor que te montes encima de ella. El mayor de la familia discutía con su primera hermanita.
- Samy ven. Ven a sentarte a mi lado. Dijo Valentina. Samuel un poco enojado se sentó al lado de su mamá rubia y miró a su otra hermanita en sus brazos.
- Ellas deben obedecer Mami. Maya se porta mal. Juliana se levantó y tomó a Maya en sus brazos y la sentó en sus piernas. Esa noche era noche de cine en familia. Ellas podían tener miles de ocupaciones, pero procuraban mantener a la familia unida, celebrar eventos importantes todos cinco, hacer pequeñas cosas en familia y lo más importante era que ellas como pareja mantenían la pasión encendida.
- Hijo Maya es una bebé. Ella está aprendiendo por eso Lana le tiene paciencia. Decía Juliana con Maya en sus brazos, la pequeña rubia era una hermosura de bebé, pero algo traviesa. Una rubia con ojos azules y una sonrisa que podía convencer a cualquiera. Ella le dio un beso a su mamá y miró a su hermano. Lo miraba pensativa.
- Espero que Elizabeth no me dé dolores de cabeza mamá. Expresó Samuel.
- Bebé Maya es un angelito. Solo está creciendo y no sabe nada de la vida y tú cómo su hermanito mayor debes enseñarle con mucho amor.
- Samy. Samy. Comenzó a mencionar la pequeña Maya. Las mujeres miraron a sus dos hijos. Una rubia que trataba de llamar la atención de su hermano mayor y un castaño haciéndose el desentendido. - Samy.
- ¿Qué? Miró el castaño a su hermana. Esta le sonrió y le dio un beso al aire. El castaño sonrió era su debilidad así que él extendió sus brazos. La pequeña se fue con su hermano. Se abrazaron tiernamente. - Yo te amo hermanita, pero Lana tiene sentimientos. Promete que no le harás daño a Lana. Valentina y Juliana se miraron, sonrieron.
Mientras que los dos hermanos se abrazaban, y se reían, la pequeña Elizabeth comenzó a moverse en los brazos de su mamá Valentina. Juliana y Valentina se acercaron, los dos hijos mayores estaban en medio. La menor en brazos de Valentina, Juliana tomó el control de la pantalla y la encendió para ver la película.
Esa noche los hermanitos veían abrazados la película elegida por ellos dos, la rubia mayor con Elizabeth en sus brazos, Lana a los pies de Samuel. Era una noche como cualquier noche de la familia Carvajal Valdez.
***
- ¿Se durmió Eli? Preguntó Valentina al encontrarse con su esposa en la sala. Juliana se acercó a la rubia quien levantaba las cosas de la sala miraba a su mujer ayudar.
- Sí amor. Ella se durmió y Samy pues durmió a su hermana. Ya ves que ellos dos se aman tanto. Pelean, pero se aman. Tomó Juliana los cojines tirados en el suelo y las acomodó en el sofá. Valentina se le acercó y la tomó de la cintura a su esposa. La abrazó por detrás y esta sonrió, llevaban un par de años casadas, pero el amor entre ellas crecía, se fortalecía. Vivían un día a día lleno de emociones y aventuras.

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Roomie
Fiksi PenggemarUna mujer con deudas y un pequeño que cuidar, decide alquilar una habitación de su departamento a una mujer desconocida, muy diferente en todo sentido a ella. Será una historia divertida y emocionante. Disfrútala