08 Sensaciones

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Capítulo 08

Sensaciones

Mientras la casera no aceptará el gran beso que se había dado con su inquilina. La rubia buscaba la manera de alejar los pensamientos de querer volver a tenerla en sus brazos. Ese beso no dejaba de estar en su mente, la sensación de tenerla en sus brazos.

- ¿Todo bien? Preguntó Lauren quien estaba en la cama abrazada a Valentina. Quien estaba perdida en sus pensamientos. Ambas vestidas aún.

- Sí, creo que debo irme. Dijo Valentina.

- Está bien. Déjame al menos llevarte. Se levantó Lauren de la cama, seguidamente Valentina.

- No tienes que hacerlo. Puedo tomar un taxi. Lo que menos quiero es que tú esposo tenga conocimiento de donde vivo. Valentina tomó su chaqueta de cuero.

- No seas tan extremista. Me cuido muy bien y lo sabes. Más bien parece que no quieres que sepa dónde vives. Se acercó la castaña por detrás de su oído y le susurró - ¿No te apetece que hagamos de tu habitación un nido de amor? Valentina se apartó de Lauren.

- No. No. Para eso están los hoteles y lejos de nuestras vidas cotidianas. Ese fue el trato. Valentina mantendría alejada a su amante de su casera.

- Ay Valentina. No es para tanto. Ya te he dicho que te puedo pagar un departamento para que podamos tener privacidad y coger cuando se nos antoje. Hoy no sé qué te pasó. Y no creas que aguantare esto siempre. No pago una habitación tan costosa para venir a ver el techo de la habitación, quiero tener buen sexo contigo. Estás demasiado extraña. Si tus problemas son económicos tú sabes que te puedo ayudar.

- No necesito tu ayuda. Solo quiero mi privacidad y espacio. Si no quieres pagar costosos hoteles, ya no me llames. Tú puedes coger con quien quieras. Lauren la tomó de un brazo.

- Hey no te pongas así. Tú y yo cogemos rico. Además es secreto y es lo que me gusta. Además no hay compromiso, pero si acordamos para vernos me gustaría que eso hiciéramos. Y. Quiero. Quiero invitarte a Bora Bora en mi cumpleaños. Ya sabes que la pasamos bien siempre. Valentina ya no quería tener sexo con Lauren, pero se estaba obligando a tenerlo para olvidar a la casera. Solo un beso le había cambiado todo.

- Lo siento, hoy no estoy de ánimos, quizá es que se acerca mi periodo. Lauren la soltó y tomó sus cosas.

- Prefiero que me digas que no quieres, pero esas excusas del periodo las tengo yo con mi marido. Nos vemos a la próxima. Y piensa lo de ir a Bora Bora. Quizá sea un trío lo que nos salga con una mujer increíble. Y sí, ya sé que no te gustan ese tipo de situaciones. No quiero discutir. Si no quieres que te lleve. Nos vemos a la próxima que tengas ganas de coger. Lauren salió de la habitación del lujoso hotel y detrás de ella Valentina, quien se fue al departamento.

***

Por muy extraño que pareciera. Las mujeres no habían tocado el tema, pero Valentina estaba dispuesta a seducir a la heterosexual de su casera. Sus piernas bien definidas las estaba hidratando muy seguido, sabiendo que no era indiferente para la castaña, quien también estaba usando shorts más habitualmente. Valentina tenía un sistema de coqueteo activo y sabía que la castaña se interesaba.

Esa mañana después de tantos días así. Mientras desayunaban, le llegó una llamada a Valentina. Sergio leía sus mensajes, Juliana ayudaba a su hijo a leer un párrafo que debía exponer en su escuela, mientras desayunaban.

Valentina: Hola reina, sí. Estoy desayunando. Ummm me parece mejor. Sí. Está bien nos vemos para cenar. Juliana observaba a Valentina mientras conversaba y eso que escuchó de reina desestabilizó de nuevo su rutina normal con su inquilina. Sin darse cuenta estaba viendo a su inquilina y olvidando que su pequeño le hablaba.

RoomieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora