42 No es burla

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Capítulo 42

No es burla

- ¿Crees que esté viva?

- No lo sé. Espero que sí. Respiro profundo. Se levantó del sofá y fue a la cocina. Las lágrimas brotaban por sus mejillas.

Unos brazos se corrieron por la cintura de la misma. Un rostro se inclinó en la clavícula y una voz dulce y cálida susurró.

- Aquí estoy para ti.

Flashback

Las mujeres se despidieron y Camila, fue a ver quién llamaba a esa hora de la noche, abrió y se encontró con la sorpresa de Lauren.

- Nadie me deja en burla. Decía la mujer parada frente a Camila, quien inmediatamente ingresó sin permiso e intento colocar un pañuelo sobre el rostro de Camila. Ella rápidamente tomó el brazo de Lauren y comenzaron a forcejear.

- ¿Qué rayos quieres Lauren? Déjame en paz.

- Nadie se burla de mí. Por tu culpa he pasado los peores desafíos en mi vida. Te odio. Te haré pagar. Las mujeres seguían forcejeando y el pañuelo húmedo que Lauren pretendía pasar por el rostro de Camila seguía siendo el instrumento de pleito entre ellas dos, Lauren quería colocarlo en el rostro de Camila, pero está no se dejaba apretando fuerte la mano y alejándola de su rostro. Tratando de tomar el control del pañuelo.

- Estás loca Lauren, nadie te ha hecho daño. Suelta eso. Seguían discutiendo las mujeres, mientras seguían forcejeando, Camila trataba de mantenerse lejos del pañuelo.

- No me digas loca. Yo no estoy loca. Camila comenzó a sentir miedo que Lauren lograra su cometido así que como pudo tomar fuerzas de donde no había y apretar el brazo fuerte de Lauren y empujarla contra la pared, en la pared había una escultura y Lauren se golpeó la cabeza quedando en el piso tendida llena de sangre.

Fin del flashback

- ¿Crees que esté viva?  Preguntó Valentina a Camila. Todas estaban en la sala observando a la mujer desmayada.

- No lo sé. Espero que sí. Respiro profundo. Se levantó del sofá y fue a la cocina. Las lágrimas brotaban por sus mejillas.

Unos brazos se corrieron por la cintura de la misma. El rostro de Bárbara se inclinó en la clavícula y una voz dulce y cálida susurró.

- Aquí estoy para ti. Le decía Bárbara a Camila. Dejando besos suaves en su cuello. Camila giró y se abrazó a Bárbara. Llorando desconsoladamente. Temblando en el cuerpo de la mujer que estaba ganando su corazón. Estos sollozos hicieron que Valentina corriera con ella también, Juliana estaba en la sala con la desmayada.

- No puedo imaginar que hubiera hecho si me lleva con ella, pero tampoco puedo imaginar sí está muerta. Camila estaba desconsolada.

- Ella está viva, mi amor está respirando. Ya dentro de poco llegará la ambulancia y la policía. Bárbara con una voz calmada y suave le decía a la chica.

- Te pedí que no los llamaras Bárbara. Se separó Camila inmediatamente y comenzó a limpiar sus lágrimas. Bárbara quedándose quieta en el lugar donde la dejó su chica.

- Fui yo Camila. Expresó Valentina. - Ya no podemos aguantar más. Ella debe pagar. No sabes que intentaba y quién sabe si después de esto intenté algo más. Seguía diciendo Valentina.

- Cami bebé es cierto lo que dice Valentina. Tenemos que denunciar. Tus padres están nerviosos. Escucharon los gritos y ellos tampoco pueden pasar por esto. Bárbara seguía parada donde Camila la dejó.

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