Roomie

36 Libertad financiera

Capítulo 36

Libertad financiera

La vida comenzaría a ser diferente para las chicas los medios no dejaban de hablar de Valentina Carvajal. Ese día sería el último día de trabajo de Juliana. No podía regresar a la oficina. Tenía muchos miedos. El pago de la deuda, aunque Valentina le dio el pago del cuadro debían esperar para cobrar el cheque.

- Debes ya enfrentar a tus padres. Decía Juliana quien tomaba un poco de té para calmarse por el nervio que el ocasionaba toda la situación. Quien estaba recostada en el borde del mesón de la cocina.

- Lo haré. Primero iremos al banco y luego pagaremos la deuda y ya después iremos a comer en un restaurante a festejar y ya después atiendo las llamadas en su debido orden. Valentina se acercó a Juliana y pasó sus manos por la cintura. Si mirada se posó en los labios de su castaña. - Hoy no quiero saber de ellos, hoy solo quiero celebrar que tengo la oportunidad de ser feliz al lado de la mujer que más amo en esta vida. Que por fin puedo cumplí mi sueño de ser artista por encima de lo que mis padres decretaban. Juliana se acercó más y le dio un beso suave dejando el té a un lado para así tomar a su chica más apasionadamente.

La etapa de besos, caricias, abrazos estaba en su máximo esplendor. Las mujeres sentían la necesidad de esos besos y estar cerca cada día, a pesar de todo la situación adversa que se les presentaba. Eran ellas dos contra el mundo, defenderían sus sueños y sus metas a costas de lo que sea.

- Te amo Val.

- ¿Te había dicho que me gusta que me digas Val?

- Ya lo habías dicho. Me encanta que me lo repitas. Sonriendo comenzaron a preparar el desayuno, se levantó el pequeño fue en búsqueda de su mamá, quien lo tomó en sus brazos y le daba besos en su cuello.

- Te amo príncipe. Mío de mi corazón. Te amo. Hoy te he preparado un desayuno especial. Unos hotcakes de forma de avi...

- ¿De avión? Dijo Samy rápidamente y emocionado sonrió con su madre, tomándole el rostro a su madre. Juliana asintió y volvió a besar al pequeño.

- Buenos días mi príncipe. Dijo ahora Valentina quien estaba emocionada por ver a sus dos personas favoritas. Veía a Juliana y veía su interacción con el pequeño. Emocionada por poder tenerlos cada día.

- Mami Valentina. El niño emocionado se lanzó en las manos de Valentina quien no tenía problemas con ser llamada de esa manera. Fue y lo tomó en sus brazos para que Juliana le colocara los hotcake de forma de avión. Le dio sus respectivos besos en las mejillas y lo sentó en su silla aunque él no quería soltarla.

El desayuno fue muy tranquilo. Se fueron a hacer las diligencias tal como lo tenía previsto Valentina, el banco, pagar la deuda de Juliana, fueron a un restaurante, llego Bárbara, Camila, Sergio, Juliana, Samuel y Valentina. Compartían divertidos en esa reunión que para desgracia de Sergio no tenía oportunidad con ninguna de esas mujeres hermosas, él más privilegiado era Samuel quien tenía la atención de todas las mujeres de esa mesa.

- Definitivamente en otras condiciones me gustaría ser el único hombre de esta mesa, pero ya veo que no tengo ningún beneficio entre tantas mujeres gay. Todas comenzaron a reír, se hizo un silencio y fue cuando el pequeño habló.

- Yo quiero ser gay como Valentina. Mi maestra me dijo que yo no soy gay porque me gustan las niñas y le dije que sí soy. Seguían comentando el pequeño y todos los presentes rieron ante las ocurrencias del pequeño.

- Sergio ten cuidado con lo que hables delante de Samy. Decía Valentina, quien ya sabía que no le gustaba a Juliana, más está no se preocupó por eso.