41 No se puede evitar

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Capítulo 41

No se puede evitar

La gente aplaudía al ingresar Valentina después de tan hermosa exposición de arte. Era algo único y la entrada estaba abarrotada de personas.

- Mi amor estoy tan emocionada por todo lo que has logrado. Decía Juliana susurrándole al oído mientras ella tenía de la mano al pequeño príncipe. Ella hizo silencio y sonrió. Seguían viendo una de las pinturas. El castaño solo miraba a la rubia quien estaba inmersa en la pintura. Respiro y tomó la mano de la castaña. Luego la miró a los ojos.

- Te amo Juls. Y... Respiró profundo. Se acercó a su novia quien le apretó su mano. - Te quiero. Yo te quiero siempre en mi vida. Juliana comenzó a sentir que su estómago tenía una revolución y no era mal estomacal, era una sensación que solo Valentina le hacía sentir. Sus rostros se acercaron y se besaron, las luces de las cámaras de los periodistas no se hicieron esperar, estaban atentos para saber cualquier movimiento de la artista y este era el mejor de la noche.

Camila sonrió al ver la algarabía de los periodistas y el beso de las dos mujeres mientras que Bárbara no podía saber más que las personas hablaban más fuerte, caminaban de un lado a otro así que optó por preguntar.

- ¿Qué ocurre? Preguntó Bárbara a Camila quien estaba a su lado.

- Mañana estarán en los titulares el beso de la artista. Bárbara se sonrió al saber que Valentina había besado públicamente a Juliana.

- Me da gusto por ellas, merecen ser felices. Camila se acercó de costado a la castaña.

- Lo sé y me da gusto que mi mejor amiga ahora tenga al amor de su vida al que le habla bonito y también es tratada de la misma manera. Asimilaba Camila lo que sentía por Bárbara mientras detallaba cada una de sus facciones. Era tan hermosa la mujer, era tan bella. No se resistió y le robó un beso fugaz. Bárbara sonrió y buscó su cintura para atraerla a su cuerpo y le susurró.

- Tú y yo tenemos una conversación pendiente. Camila sonrió.

- Hablaremos luego. Solo quiero decir que me gusta mucho la idea y bueno ya te contaré lo que pienso. Las mujeres sonreían y se tomaron de las manos mientras que los medios de comunicación se volverían locos ante el verdadero rostro de la novia de Valentina Carvajal. Una de las hijas de los empresarios hoteleros más importantes de México, pero debido a la ruptura familiar eran la noticia del momento.

La noticia seria el boom del momento, a Valentina no le importaba eso, ella solo quería estar con su mujer, besarla y esa noche se le había ocurrido algo. La exposición fue un éxito, todos estarían emocionados por las ingeniosas obras de Valentina, pero no contarían con la presencia de la abuela de la misma en el lugar. Varios carros llegaron y de ellos bajaron la hermana mayor de Valentina y su abuela. Sonrientes se acercaron a la rubia.

- Mi niña felicidades por tus obras. Decía la abuela quien se acercó a su nieta, dándole dos besos, uno en cada mejilla, bajo la mirada atenta del pequeño castaño y la castaña enamorada.

- Abu... Gracias por estar aquí. La voz se le fue quebrando a la rubia, volvió a abrazar a su abuela. Quien la apretaba fuertemente.

- Hermanita tienes una gran habilidad, eres la mejor. Quiero ir a ver para comprar alguna. Decía Eva. Se separaron las dos rubias y otro beso en la frente de la abuela para Valentina las separo. Valentina abrazo a su hermana en esta oportunidad, respondiendo.

- Espero que me compres la más costosa y la coloques en la mansión, mis padres estarán orgullosos de mí. Ambas comenzaron a reír.

- ¿Cómo sabes mis planes? JAJAJAJA. Y para mayores males será con el dinero de ellos. Decía Eva hermana mayor de Valentina.

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