Roomie

48 Mi amor

Capítulo 48

Mi amor

- Juli si no confías te mostrare los papeles de la herencia. Mi hijo tendrá dinero, yo tendré mi dinero y las visitas si quieres las hacemos supervisadas por ti. Por favor. Lo único que te pido es que mi hijo tenga mi apellido y no te molestare nunca más.

***

Esa llamada que había tenido Juliana estaba una y otra vez en su mente, no le dejaba en paz.

- ¡Amor! Decía Valentina quien estaba al lado de Juliana en su gran e inmensa casa.

- ¿Umm? Juliana responde de manera pensativa.

- ¿Sigues pensando en lo de Gonzalo? Giró a ver Juliana a su rubia, estaban en el patio de su casa viendo a Samy jugar con Lana.

- Sí. Valentina miró a su príncipe. Cuando intento pronunciar palabras. Fue detenida.

- Juls si tú crees que lo mejor para...

Juliana se levantó y se sentó en las piernas de su mujer, pasó su mano por el cuello y con la otra mano levantó su rostro.

- Te elegiría una y mil veces para ser la madre de Samy. Eres mi amor y la persona que está en el lugar indicado junto a nosotros.

Flashback

- Gonzalo.

- Espera déjame terminar. Repetía Gonzalo por el teléfono. Insistía en ser escuchado, pero la castaña ya no soportó más.

- Eres un idiota. Ya escuché lo suficiente, por nada del mundo haría pasar a mi hijo por algo así. ¿Qué crees que es Samuel? ¿Acaso crees que es un objeto que no tiene sentimientos? No lo haría por ningún dinero. Ya bastantes años mi hijo le tocó salir adelante conmigo. Solos nosotros dos. ¿Y tú pretendes que yo le diga que su papá lo quiere usar para una maldita herencia? ¿Qué crees que soy? Tú eres una basura. Me quedo corta con las palabras que quiero decir, pero por respeto a mí misma me limito.

- Juliana no lo veas de esa manera. Repetía - Juliana.

- Ya basta Gonzalo. Yo creyendo que sinceramente te habías arrepentido y querías pasar tiempo con tu hijo y aun así no lo merecerías porque nos echaste de tú casa aun cuando yo era una jovencita y mi bebé ni había nacido, cuando nació te di la oportunidad de darle tú apellido y dijiste que ese niño ni se parecía a ti. Cosa que agradezco a Dios que ese niño sea mi imagen y no la tuya.

- Juliana si quiero estar en la vida del niño. Pero...

- Pero por un maldito interés. Aléjate de Samuel porque ahora si estoy muy lista a llamar a la policía y decirle que tienes propósitos muy oscuros con mi hijo. No me vuelvas a molestar. Samuel cuando sea mayor de edad decidirá y ese día lo apoyaré como siempre lo hago, por ahora es mío y solo le causas miedo y por mi hijo voy a ponerme como una leona a protegerlo. Mi hijo porque tú no lo quisiste y me dijiste que yo resolviera sola que así era la vida. Hoy te digo lo mismo, resuelve cómo cobrar esa herencia solo, así es la vida. Todo acto trae su propia consecuencia.

Colgó la llamada Juliana y en la llamada alzó un poco la voz que preocupó a varios de los presentes. Valentina se le acercó y la abrazó.

- Hey amor. ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? Mi amor dime ¿Todo bien? Esta le respondió abrazándola y no queriendo salir de sus brazos.

Después de unos minutos le contó todo y sentada en el sofá frente a su mujer y amigos quienes le daban apoyo. Valentina solo tenía un solo pensamiento. Abrazaba a Juliana y solo pensaba en decirle lo que pensaba cuando estuvieran a solas.