Roomie

40 Los míos

Capítulo 40

Los míos

Para Juliana era una enorme piedra en el zapato que su ex apareciera en su casa sin su permiso. Juliana estaba temblando de la rabia, también del miedo que él le dijera a Samy que era su padre.

Valentina se dio cuenta, asumió que ese era Gonzalo, tomó al pequeño en sus brazos y abrió la puerta para ingresar con el niño cómo se lo había pedido su novia.

- ¿Qué haces aquí? Preguntó Juliana - Llamaré a la policía si no te vas ahora mismo.

- Juliana solo quiero conocer a mi hijo. No me importa si en el pasado hice mal las cosas ahora quiero estar cerca de él. Es todo. La puerta se volvió a abrir. Valentina cerró la puerta y cruzó sus brazos.

- Me escuchaste. Vete o llamo a la policía, protección del menor. Lo que sea. Llamaré para que te lleven lo más lejos posible de mi hijo. Porque es mío.

- Ahora tienes bichas en tu casa cerca de mi hijo. No me interesa lo que hagas con tu vida, pero...

- Pero nada idiota. Vete. ¿No escuchaste? No tienes ningún derecho sobre mi hijo, desististe de los derechos sobre él y ahora lo que haga con mi vida privada eso no te tiene que importar. Ahora te lo digo por última vez. Decía Juliana tomando su teléfono para marcar. - Te vas o te denuncio.

- Volverás a saber de mí. Le dijo mirándola fijamente.

El hombre cambió su rostro de sereno a molesto, pero no podía hacer nada más. Se retiró del lugar. Cuando hubo cruzado el ascensor Juliana soltó el aire contenido, colocó su mano en su pecho, cerca de su corazón. La otra mano en su cintura y con los labios comprimidos. Valentina le tomó de un brazo y la atrajo a su cuerpo. La abrazo y está correspondió al abrazo.

- Quería matarlo, pero sé que tú solo querías que él se fuera. Además Samy está adentro y un escándalo no serviría de nada.

- Lo odio. Logró soltar la castaña. - No le voy a permitir a ninguno que se meta con mi niño.

- Vamos adentro. Ayudó Valentina a ingresar al departamento donde el pequeño ya estaba vestido con otra ropa. Ambas lo observaron. Juliana trato de sonreír, pero se fue a la habitación para llorar sin que su pequeño la observara.

- Ven mi príncipe. Vamos a hacer ese dibujo que me comentaste. Expresó Valentina al pequeño para alejarlo de la madre y dejarla que ella descargara su rabia. No podía hacer dos cosas a la vez. Opta por cuidar del pequeño y dejarlo en la sala dibujando. Juliana sale después de haber llorado y cambiado su ropa. Se acercó a su hijo y le dio un beso en sus mejillas.

- Te amo mi bebé. El pequeño siguió con su dibujo como si nada pasara, respondió a su mamá.

- Te amo mami. Siguió con su vista en la hoja y Juliana miró a su rubia. Acunó su rostro y le besó en los labios.

- A ti te amo muchísimo. Sacó su celular, desbloqueó su teléfono buscó el mensaje de Lauren y se lo mostró a su chica. Valentina frunció el ceño al ver de quien se trataba. Valentina leyó el mensaje y se levantó del sofá. Camino en dirección de la cocina. Juliana caminó detrás de ella.

- Maldi...

- ¿Qué haremos ahora? Preguntó Juliana. - No voy a perder a mi hijo y... Respiro profundo y miró fijamente a Valentina. - Tampoco te voy a perder a ti. Son mis dos tesoros. Valentina sintió un calor dentro de sí, Juliana estaba incluyéndola en su lucha, alguien pelearía por ella, a alguien le importaba tanto como para decir esas palabras. Se acercó y la abrazó. Juliana también sentía seguridad en sus palabras, había perdido mucho y no quería perder a su hijo y menos a su novia.