Capítulo 29
Códigos
- ¿Cómo es posible que mi hija viva en esta pocilga? Decía el papá de Valentina quien ya se le había informado que su hija no se encontraba en el departamento y no volvería hasta la otra semana. El hombre cuya mirada se iba por todo el departamento.
- Esto no es una pocilga, es un departamento, tal vez no los que acostumbran a estar ustedes los Carvajal, pero es el hogar de su hija. Ahora sí le agradezco que se retire y le escriba a su hija que quiere verla, pero como se dará cuenta ella no está en este momento. El hombre la miró con desprecio.
- ¿Por qué mí hija vive contigo? ¿Te conozco? Creo que te he visto antes. Eres la mujer que de presento en la fiesta con Lauren. ¿Qué significa todo esto? ¿Tú que eres de mí hija?
- Señor Carvajal. Su hija vive aquí, yo soy la dueña del departamento, vive en una habitación y es la inquilina. Y yo trabajo para la señora Jáuregui es mí jefa. El hombre se la quedó observando y sin nada que definir entre su hija y la mujer que estaba parada frente a ella. Solo le tocó irse y esperar que su hija regresara pronto. Aunque sus intenciones eran seguir persuadiendo a su hija menor de salir de esta miseria en la que se encontraba.
- Dígale a mi hija que se comunique conmigo. Está cayendo tan bajo. Vivir en este lugar cuando solamente su habitación es más grande que todo esto. Juliana tenía tanta impotencia la manera de comportarse del hombre, pero no haría nada para cambiar eso.
- Le daré su mensaje ahora por favor tenga la educación de salir de mi casa. Nuevamente las palabras de Juliana habían calado en el orgullo y prepotencia de aquel hombre adinerado. Se giró y sin decir una sola palabra más, Juliana fue rápido a abrir la puerta para que el hombre se fuera y así ocurrió. Salió el hombre sin pausa. Apresuró sus pasos y salió del departamento.
Juliana cerró la puerta y soltó todo el aire contenido, no le daría la noticia hasta no ver a su novia de regreso. ¿Para qué molestarla durante su estadía en New York? Cuando regresara le contaría todo.
***
En New York, Valentina estaba esperando en el restaurante del hotel, a ese cliente, estaban en una zona VIP bastante cómoda y adecuada para hablar de negocios. En el fondo tenía temor que esa persona no le comprara los cuadros, quería un en especial y por esto estaría en New York para saber que quería en realidad. Esta persona había podido conocer algunos por medio de un intermediario, pero esta vez quería presentarse con la artista directamente.
Ya había esperado lo suficiente hasta que llegó una mujer muy hermosa, castaña, alta, una mujer muy bella. Con unos lentes oscuros. Se paró frente a la mesa mirándola a ella y le dijo.
- Hola Valentina. Es muy bonito saber que por fin nos pudimos reunir. La mujer extendió su mano en la mitad de la mesa. - Me presento soy Bárbara. A quien supongo le enviaste todos esos mensajes. Valentina no podía creer la mujer frente a ella era.
- ¿Qué? Preguntó la mujer rubia. Se levantó y tomó la mano de la persona que estaba frente a ella, ya no era una niña, era una mujer, era su mejor amiga. Aquella chica invidente, aquella pequeña que no podía ver. Aquella mujer llena de vida a pesar de la condición con la que había nacido. El mensaje había llegado. Valentina solo se acercó a ella.
- ¿Te puedo abrazar? Preguntó Bárbara. Valentina se salió de su asiento y la abrazó. Las lágrimas comenzaron a brotar por sus mejillas.
- Waooo Bárbara no puedo creer que hayas encontrado mis mensajes. Pensé que tardaría años en encontrarte. Se despegaron las mujeres. Bárbara cómo era de costumbre para conocer a alguien tocaba su rostro. Siempre y cuando era permitido por la otra persona. Levantó su mano cerca del rostro de Valentina.
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Roomie
FanfictionUna mujer con deudas y un pequeño que cuidar, decide alquilar una habitación de su departamento a una mujer desconocida, muy diferente en todo sentido a ella. Será una historia divertida y emocionante. Disfrútala