𝟬𝟮𝟰

82 11 6
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







































_______________________________________

— ¿A ti no te preocupa lo que piensen de ti?

— ¿Quiénes?
_______________________________________




































































— Voy, voy, ¡Voy! —Valesk se iba acercando a la puerta principal, que estaba siendo tocada con insistencia.

Cuando corrió la cortina hacia un lado, vio tras la reja a Juani. Confusa abrió la puerta.

— ¿Qué hacés acá? —le preguntó con curiosidad y este pasó adentro como si fuera su propia casa.

— Nadap, solo vine a visitarte —dijo con tranquilidad sentándose en el sofá.

— Mmm vale —le extraña la presencia de Juani, y más siendo por la tarde, ya que él sabía que a esa hora ella estaba ocupada con cosas de su hogar.

Valesk fue hacia la cocina para seguir recogiendola, sus hermanos estaban durmiendo una siesta, y ella lo prefería así para que no estuviesen dando vueltas por la casa ensuciando más de lo que ella limpiaba. De reojo podía ver como Juani estaba con el móvil muy concentrado, tecleando a gran velocidad, revelando a la chica que hablaba con alguien.

— ¿Me dirás ya la verdadera razón del porqué estás acá? —le dijo ella sin mirarle, mientras pasaba un paño por las estanterías.

— ¿No puedo visitarte sin más? —Juani igual no la miró, tenía la atención en su móvil.

— Sabes que por la tarde estoy liada limpiando y siempre venís sobre las ocho —le dijo con obviedad—. Así que si viniste es por algo.

Juani levantó la mirada de su móvil para ver a su mejor amiga, que también le estaba mirando intentando averiguar el motivo del chico. Valesk conectó ideas en su cabeza tensandose al momento.

— No será nada relacionado con mi cumpleaños, ¿verdad?

Muchas veces, en todos los años que llevaban de amistad, Juani y Mati se encargaban de hacer cosas en el cumpleaños de la chica, ya sea montarle un fiesta sorpresa, con solo ellos tres, hacerle una tarta en la que luego todos acabaron en el baño enfermos, o un día en el que todo era hacer bromas a la cumpleañera.

Juani apartó la mirada de la de su amiga, haciendo que la chica supiese que había dado justo en el clavo.

— Juani sabés que odio mi cumpleaños —hizo un berrinche—. ¿Qué propusisteis Mati y vos?

Mundos diferentes | Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora