Vulnerables I: GIRASOL

Mi futuro

Cinco días después...

Leo

Espero no perderme en este bosque, hace media hora que estoy buscando a Elena, la he seguido hasta aquí. Me ha estado evitando desde hace una semana por lo que pasó en el ático, de seguro. Y la entiendo completamente, yo tampoco sé que hacer después de todo lo que pasó, aunque en un momento no pude evitar sentirme...no lo sé, con bajón.

La encuentro recostada en un árbol con la mirada en el suelo, ha estado así desde la mañana, cuando un imbécil empezó a molestarla en la hora de recreo. Casi pierdo los estribos cuando vi como se reía y murmuraba con otros tres más mientras ella fingía escuchar música. Sabía que ella los estaba escuchando, su rostro se descompuso en cuanto los vió abrir la boca. Hablaban sobre los rumores sobre los que me había contado Max y que me negaba a creer.

-¿Perdiste a Blue de nuevo?

Está tan metida en sus pensamientos que solo nota que estoy ahí cuando hablo.

Niega.

-Solo caminaba.

Sigue con la mirada en el suelo y con las manos detrás de su espalda tocando la corteza del árbol. Me acerco a ella y le extiendo el libro que me prestó en el ático, ella se queda mirándolo por unos segundos, hasta que lo toma en sus manos y me mira.

-¿Lo has leído?

-Sí, cinco días ha sido un reto y aún así creo que me demoré bastante.

Vuelve a mirarme, pero esta vez niega con la cabeza.

-Creo que te demorarás más en el quinto, es el más largo de la serie.

Alzo las cejas. La verdad no puedo esperar a leerlo. Es cierto lo que todos dicen, he descubierto un nuevo mundo, me sentí un estudiante más de Hogwarts. Incluso comenzaba a entender a mi hermana y a los niños que veía en la escuela con varitas mágicas, y gritándose hechizos unos a otros.

-¿Qué te pareció la historia?

Me encojo de hombros llevándome las manos a los bolsillos.

-Bueno, jamás pensé que odiaría a un personaje de un libro, y es justo lo que me pasó con Vold...

-No digas su nombre -me interrumpe, formándosele una sonrisa en los labios.

Aguanto las ganas de reírme cuando festejo en mi mente. Lo sabía, estoy en frente de una verdadera fanática.

Ella suspira.

-Créeme, lo odiarás más cuando asesine a...

-¡Oye! -esta vez yo soy el que la interrumpe -. Ni se te ocurra darme spoilers.

Cubre su boca y cada vez se me hace más difícil no reír.

-Tú solo olvida lo que dije. -Sonríe con timidez.

Es extraño lo que siento en estos momentos, pero quería hacer todo lo posible por sacarle aunque fuera una sonrisa pequeña y lo había conseguido... Conseguí que sonriera dos veces.

«Se ve más hermosa cuando sonríe».

-¿Me prestarás el segundo libro?

-¡Claro! -Se aclara la garganta -. Es decir, sí.

-Si engancha aún más que el primero de seguro me lo acabo en menos tiempo.

-Te va a gustar, todo se pone cada vez mejor cuando lo lees y...

Me pierdo justo ahí, por estar mirando sus ojos. Vuelvo a preguntarme en mi cabeza la razón de por qué lleva lentes, y sé que algo oculta detrás de eso, pero no sé por qué me importa tanto. Nunca me había interesado tanto en saber nada de nadie, y mucho menos de una chica. Elena es alguien a la que no le gusta mucho hablar de sí misma, me había dado cuenta en el ático, y cuando habla con mi hermana en la escuela o a veces en el jardín. No deja ver todo de ella, no es ella misma cuando habla, como si ocultara un lado suyo que le avergonzara sacar a la luz y eso de cierta manera me molesta.