Elena
-¿Por qué siento que sobro aquí?
-¿De qué estás hablando?
Jessica no ha dejado de molestarme esta mañana. Básicamente, desde que Leo se unió a nosotras para hacer ejercicio. Estamos trotando por el bosque y gracias a ella las dos nos hemos atrasado bastante.
-Elena, hay que estar ciego para no... ¡Es que hasta un ciego se da cuenta! -Deja caer los brazos a los lados de su cuerpo -. Hay una tensión rara entre ustedes dos. Además ¿qué era eso que tenías cuando lo vimos en la entrada? Oh, creo que todavía tienes -dice y señala una esquina de mi boca -. Rastros de baba.
Frunzo el ceño y ella ríe cuando ve que intento limpiarme la supuesta baba.
-¡Oye! -me quejo.
-Elena, sí babeaste, solo que en tu cabeza. A saber que cosas estabas pensando.
Okay, okay lo confieso, cuando vi llegar a Leo vestido de negro completamente, con camisa con capucha sin mangas -mostrando el tatuaje de un león en su brazo -me quedé paralizada... y puede que haya babeado un poco. Él se dio cuenta de mi estado y nos saludó a mí y a mi hermana con una media sonrisa plantada en el rostro. De más está decir que me puse roja y comencé a tartamudear. Nunca había visto sus brazos descubiertos, y estaba completamente segura de que esa era una imagen que me gustaría ver todos los días. Los tatuajes en su brazo derecho lo hacían ver más... atractivo para mí.
-¿Qué pasó? Se quedaron atrás.
Leo vuelve junto a nosotras agitado. El sudor corre por su frente y mancha su camisa.
¿Preparada para sufrir un infarto?
Trago en seco y aparto la mirada.
-Oh, es que me lastimé el tobillo, nada grave -Jessica miente descaradamente y eso solo significa que va a huir.
Todas mis alarmas se activan en este momento.
-¿De verdad? ¿Estás bien? -Leo se acerca a ella observando a sus zapatos.
-Sí, solo que debería parar por hoy. Regresaré a casa.
Se despide de Leo con la mano y a mí me da una mirada de: "Dame las gracias después, ahora aprovecha". Actúa tan bien que continúa cojeando hasta que la perdemos de vista.
-¿Seguro que estará bien?
-Sí, con...con un poco de hielo estará mejor. ¿Seguimos?
Asiente y continuamos corriendo. Hoy especialmente hay mucho viento, hace un poco de frío y las hojas de los árboles se mueven mezclándose con el sonido de las aves. Me detengo cuando pierdo la liga para el cabello; se me afloja el moño y el pelo me cae en la espalda y parte de la cara. Leo se da cuenta y se detiene, echo hacia atrás para buscarla y la encuentro justo en frente de un árbol donde estaban escritas dos letras: E & D.
Recojo la liga y me quedo mirando el tronco. Recuerdo que cuando escribí esto ni siquiera estábamos juntos. Era una niña cegada por los encantos de un chico al que pensaba que le gustaba; mi primer amor que resultó ser todo un fraude.
-¿Quién es la D? -pregunta detrás de mí.
-Mi ex -le respondo sin girarme, todavía mirando fijamente esas dos iniciales.
No hay nada, no hay sonrisa de nostalgia, no hay llanto, no hay enojo cuando las miro. Sólo unas enormes ganas de reírme de mi estupidez.
«¿En qué estaba pensando cuando hice esto? »
ESTÁS LEYENDO
Vulnerables I: GIRASOL
Fiksi RemajaElena vive en un mundo perfecto a los ojos de otros. Para los otros lo tiene todo, no merece lo que tiene por ser una persona horrible, por hacer que las personas se vayan de su lado. Todos creen en su vida perfecta, pero es solo un espejismo; algo...