Cuban food

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Mamá no quería irse sin nosotros, pero la convencimos de que sería lo mejor por el momento.

Su cumpleaños ha sido todo un desastre.

Nos ha dicho que se quedará en uno de sus apartamentos en la ciudad así que nos quedamos más tranquilos. A Chris le costó separarse de su abrazo, Cat le secó las lágrimas y la besó en la mejilla, Jessi y yo fuimos las últimas en abrazarla. Le prometimos que cuidaríamos de los niños, nos dio un beso en la frente, y luego la vimos marcharse en su auto hasta que la perdimos de vista.

Ninguno de los cuatro cenamos en el comedor esa noche, nos quedamos en la cocina, mientras Eileen le contaba historias a los niños para que trataran de olvidar el mal rato de la tarde. Cuando Jessica los acompañó a dormir, me quedé a solas con ella en la cocina; observaba todos sus movimientos desde el otro lado, y volví a sentir esa sensación de familiaridad.

—Gracias por calmar a los niños —le agradecí, ella me regaló una sonrisa amable que me hizo recordar a su hija.

—No tiene nada de que agradecerme, señorita.

Sonreí.

—Te agradecería que me tutearas, por favor. —Pedí juntando ambas manos —. Me siento demasiado mayor cuando hacen eso.

Ella me devolvió la sonrisa y asintió. Es tan cómodo estar con ella.

—De acuerdo. —Suspiró —. Pero en realidad, la que tiene que agradecerte soy yo, por la ayuda que le has dado a mis hijos.

Frunzo el ceño y ella asiente con la cabeza.

—Mi Tony nunca más había mostrado sus ojos, después de la pijamada que tuvieron cambió mucho, para bien. Dejó de sentirse avergonzada de ellos, dejó de preocuparse y comenzó a sentirse segura de sí misma. Eso me puso muy feliz. —Rápidamente secó una lágrima de sus ojos. Quise hablar, pero ella continuó —: Con mi Leo debo agradecerte el doble, a ti y a tu primo Max. Mi niño ha dado un cambio radical, ya me sonríe.

Se me formó una sonrisa en los labios al ver sus ojos brillantes de felicidad. Ella era la primera que merecía ver a su hijo así.

—Se ha convertido en alguien responsable, hasta ha mantenido un trabajo, y quiere ir a la facultad de medicina. También ha mejorado mucho controlando sus emociones, e incluso me dijo que lo has ayudado en eso.

—¿Yo? —Me señalé con las mejillas rojas, ella lo reafirmó con un sonido gutural y tomó mis manos encima de la mesa.

«¿Él le habla a su madre de mí? »

«Madre santa».

—Tengo una deuda muy grande contigo...

Negué de inmediato, y mis manos esta vez las coloqué encima de las suyas con una leve sonrisa.

—Yo les tengo que agradecer a tus hijos. Son los mejores amigos que jamás pude tener, me ayudaron a sobrellevar los malos momentos, y gracias a ellos soy más feliz ahora. Jamás me había defendido nadie más que no fuera Jessi, y ahora tengo dos personas que darían lo que fuera por mí, y yo daría todo por ellos.

Tuvimos una larga y entretenida charla esa noche, reímos mucho, como si nos conociéramos de toda la vida. Me dormí con una sonrisa gracias a ella, a la dulzura con la que me trataba siempre, a sus manos que tomaron las mías cuando nos despedimos. Me hizo olvidar por un momento el día de ayer.

Hoy, estoy lista para mi cita con Leo, como se lo prometí. Tendría que pasar por él a la librería más tarde, tuvo que cubrir un turno a última hora.

Acabo de despedir a Jessica; hoy va a conocer a la familia de su novio Lucas, al que conocí ayer en la noche por facetime después de que mamá se marchara. Es un chico realmente guapo, y bastante graciosillo de hecho, y al que mi hermana escucha atentamente y le lanza besos cuando se lo pide. Espero que sean felices, que Jessi siga abriéndose al amor. Adoro verla con esa sonrisa boba cada vez que escucha o ve a Lucas. 

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⏰ Última actualización: Nov 10 ⏰

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Vulnerables I: GIRASOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora