Capítulo 37

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"Se ha visto recientemente al reconocido piloto de Fórmula 1, Charles Leclerc, en constantes reuniones con una persona en específico. Aunque al inicio se desconocía su identidad, nuestro equipo hizo su trabajo de investigación y resultó que el nombre de este joven es Sergio Pérez, hijo de un importante hombre de negocios en México y también es el cumpleañero misterioso del que se especuló el pasado premio de Mónaco durante las declaraciones del piloto ante la prensa."

Lando scroleó su inicio video tras video y todos hablaban de lo mismo. Desde hacía una semana, los miles de rumores que involucraban a Leclerc y Sergio aparecían como plaga en cada red social a la que entraba y aquello solo hacía que le ardiera el estómago de rabia.

Estaba enojado. Sergio se había negado a todo con él pero no tenía problema en salir y pasearse por ahí con ese maldito piloto. Fue peor en cuanto se enteró de que, por alguna razón, Sergio ahora debía hacer constantes viajes a Alemania a la cede de Mercedes Benz en Stuttgart. Tenía un mal presentimiento, como si algo estuviese a punto de cambiar de manera muy poco conveniente para él y odiaba sentir que la situación se le iba de las manos, que Sergio se le iba de las manos.

¿Tenía que ver con las carreras? ¿Sergio volvería a correr? ¿Esta vez lo haría de manera profesional?  El pensar que la probabilidad de que la respuesta fuese que sí le irritaba. Sergio no podía irse, si se convertía en un piloto tendría que viajar constantemente y sería difícil seguirle entonces. Él tenía que quedarse en Mónaco, terminar la maldita carrera o algo. 

Luego estaba el idiota de Charles con su sonrisa reluciente y su evidente atracción por el pecoso. Ese tipo había llegado de la nada y se había robado toda la atención del mexicano en solo días, Lando había peleado por que le mirara durante años. No iba a perder, todavía no sabía cómo, pero se aseguraría de que Sergio se quedara a su lado, aunque fuesen solo amigos. No tenía derecho a estar con otra persona cuando el hombre que lo había amado por años estaba a su lado y lo había rechazado de aquella manera.

Por su lado, Sergio había sido convocado por Toto para hablar de una situación importante. En el marco de los dos días que había prometido, el hombre había llamado para informarle del interés que tenían en él como piloto profesional y sobre los términos que tendrían que discutir. 

A Sergio le brilló la mirada y no dudó en contárselo a sus amigos, quienes estaban presentes en el momento de la llamada. Los tres festejaron como si de un mundial se tratase, Logan incluso lloró por su amigo, por verle cumplir un sueño al que todo piloto aspira.

—Ay, Checo...— Era de noche, la última que el mexicano pasaría en Mónaco, pues al día siguiente debía volar a Alemania para instalarse e iniciar su entrenamiento como piloto de pruebas para ascender a piloto de reserva de Mercedes en la fórmula uno la siguiente temporada —Ahora quién me va a ayudar en los ejercicios de cálculo.— Pierre casi lloraba.

—Pues parece que yo estoy pintado.— Logan se quejó.

—Sí, pero con Checo sacaba 10, si te copio a ti voy a sacar puros 8 o 9.

—Malagradecido. Vas a necesitar que te ayude y ahí verás que un 8 es mejor que un cero.

Ah, Sergio extrañaría las discusiones de esos dos. De no ser porque ambos habían dejado muy en claro que tenían gustos muy opuestos a lo que el otro era, incluso los habría emparejado. A Logan irónicamente le daban miedo las personas con ojos de colores claros y Pierre soñaba con su romance adolescente que involucrara una diferencia de estatura considerable. Cada quien con sus manías.

En sus pensamientos estaba cuando sintió el teléfono vibrar, había recibido un mensaje.

Landito
(7:23 p.m.)                                         
Vine a despedirme ¿Puedes bajar?

Corruption | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora