Capítulo 41

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Max estaba sentado a un lado de la cama en la habitación de Sergio, sostenía su mano, era todo lo que podía hacer cuando el pecoso estaba rodeado de aparatos y cables que cubrían sus brazos, unos tubos se conectaban a su boca para permitirle respirar y su rostro permanecía vendado, claramente el muchacho estaba inconsciente. El médico le había informado a Max sobre la situación, Sergio estaba en coma a causa del daño en su cabeza, su corteza cerebral y gran parte del hipotálamo habían sufrido daños durante el ataque.

"El joven sobrevivió por razones que no puedo explicarle médicamente, señor."

¿De verdad Lando había sido capaz de dañar así a su amigo? S se trataba de él, definitivamente se encargaría de hundirlo en el más profundo de los infiernos hasta el último de sus días. Sergio estaba muriendo, su vida pendía de lo bien que pudiese respirar por medio de un tubo y en el alma, Max suplicaba que si existía un Dios, entonces le dijera a Checo que no dejara de pelear porque merecía vivir, porque quería verlo otra vez y volver a escucharle reír, regañarlo, hablar por horas sobre sus autos favoritos sin aburrirse.

—¿Cómo está? ¿Max te ha dicho algo?— Afuera, Pierre y Logan habían vuelto al hospital apenas llegó un mensaje de Sebastian avisando que Max había podido ingresar con Sergio.

—Está en coma— La mirada de los dos muchachos fue de total conmoción —Tiene daños graves en la cabeza y por eso mismo no puede despertar, se mantiene estable, pero el médico piensa que hay pocas probabilidades de que lo logre.

Logan lloró, no hizo gran escándalo, pero el pecho le dolió sabiendo que su amigo estaba en riesgo. A ese chico lo habían visto llegar a la escuela siendo un muchacho creativo y amable, tenía buena relación con todo el mundo. Pierre le consoló permitiéndole llorar en su hombro, para él también era una noticia fuerte, no quería que Checo muriera porque ya lo consideraba parte importante de su círculo de amigos, se divertían juntos pero también habían aprendido bastante de él y no solo académicamente.

Max se tomó su tiempo junto a Sergio, le observó detenidamente y otra vez se permitió llorar. Le dolía el corazón al verlo en ese estado, pudo haberle protegido de todo y ahora el hombre que ama estaba postrado en una cama esperando que la vida tuviera misericordia de él y le permita una nueva oportunidad. 

Sin saberlo, había un mismo pensamiento en común entre ellos: Lando debía pagar. 

Sin embargo, al ir a la policía las noticias no fueron muy alentadoras. Era de esperarse, aquel era un pleito internacional y Norris no tenía un historial delictivo, no podían perseguir a un presunto culpable sin tener pruebas y las cosas eran más difíciles cuando el posible culpable ya no estaba en suelo monegasco. 

Habían pasado un par de días, Max entraba y salía del hospital esporádicamente para seguir cuidando de Sergio, pero luego de insistir repetidas veces los muchachos junto a Sebastian lograron verlo por fin. Logan estaba cubierto de rabia, impotencia, sabía que Checo no estaba muerto aún, pero el pensar que podía no despertar por culpa de un maldito psicópata lo hacían querer ir a buscar a ese maldito y tomar las cosas por su cuenta, la policía no parecía querer mover un dedo.

—Me duele mucho verlo así, no quiero que Checo se vaya.— Pierre salía del hospital junto a su amigo luego de haber pasado las horas de visita. 

—Yo tampoco...— El americano podía ser un muchacho tranquilo, pero en el fondo también guardaba ese carácter explosivo que casi nunca gustaba de usar, le daba miedo abrir la boca y decir lo que realmente pensaba temiendo ser juzgado, pero qué más daba entonces —Hay que buscar a ese Lando, no se puede ir así, sabes que no es justo.

De verdad que el francés entendía, se sentía de la misma forma que Logan, pero habían límites que nunca se atrevería a cruzar y le daba miedo meterse en problemas serios, su familia no estaría preparada para enfrentar aquello —Oye, sé que no lo es, pero eso ya no está en nuestras manos.

El rubio estuvo a punto de iniciar una discusión con su amigo, quizá inspirado por su impotencia y enojo, pudo haber crecido a algo que se habría salido de sus manos, pero fue detenido por la desagradable presencia de alguien que tuvo el valor de pararse frente a ellos.

—Tu.— Logan avanzó rápidamente hacia él y le sujetó de la camiseta —¿Qué diablos haces aquí? ¿Tú y tu psicópata amiguito raro ya se hicieron novios? ¡Pero dime! ¿Lo trajiste?

Oscar no tocaba al muchacho, mantenía las manos lejos de él. Pierre se apresuró a sujetar a su amigo, que ya estaba prácticamente sobre el australiano, la conmoción había llegado a ojos de quienes estaban alrededor, que observaban curiosos y un poco alarmados la situación.

A empujones y forcejeos Pierre logró llevarse a su amigo de ahí, que más que un chico parecía un perro rabioso que podría morder a quien sea en cualquier momento. Menos mal Oscar parecía un poco más dócil.

—¿Qué haces aquí? ¿Trajiste a Lando contigo para que vea su obra? Son un par de locos los dos.— Logan ya se había calmado pero tampoco iba a disculparse así que seguía escupiendo lo que le venía a la mente.

—Lando no viene conmigo.— Oscar por fin habló, lucía tranquilo aunque desconcertado —Volví porque debía recoger algunas cosas que había dejado temporalmente en su departamento, pero no lo encontré, pensé en venir a buscar a Sergio pero tampoco estaba, cuando quise subir a su departamento la cinta de la policía en su puerta me hizo saber que no era adecuado, así que busqué noticias en Mónaco y encontré algo sobre un ataque en el edificio.

—¿Lando no te respondía el teléfono? Pudiste haberle llamado.— Pierre estaba cruzado de brazos observando el panorama.

—Por eso vine. Dejó de responderme y temí que hubiese pasado algo con él o que simplemente no siguiera hablándome, así que preferí buscar lo mío. 

—¿Y cómo supiste en qué hospital buscar? ¿Cómo supiste que el que está ahí dentro en Checo y no tu amigo psicópata?— De nuevo Logan.

—No sabía que era Sergio.— Era difícil dudar de Oscar, lucía realmente sorprendido y la conmoción en sus palabras les hizo saber que el muchacho estaba tan impactado como ellos cuando recibieron la noticia —Significa que todavía no sé dónde está Lando.

De acuerdo, aquello era un maldito problema. Si ni siquiera Oscar sabía sobre el paradero de su mejor amigo, entonces sería complicado saber a quién preguntar que pudiese dar una respuesta certera. 

—Entonces hay que encontrarlo. Ayúdanos y te prometo que no vamos a tocarle un pelo, se lo damos a la policía y ya.— Logan miró a su amigo, al principio se había reusado a ayudarlo cuando él tuvo la idea, pero quizá se trataba del enfoque. Si querían hacer algo tenían que empezar de inmediato, dentro de lo legal, rozando el margen quizá, pero sin que alguno de ellos termine en prisión.

Oscar suspiró pesado. Nunca ha sido un activista de los problemas y ahora estaba a punto de meterse en uno muy grande, al diablo, ya estaba metido en un problema enorme por la sola existencia del inglés.

Asintió —Van a necesitar ser listos. Si él es de verdad el culpable no caerá tan fácil.

Pierre y Oscar estrecharon las manos, a Logan se le notó reacio pero al final aceptó, quizá sí necesitarían un tercer par de ojos para lograr dar con ese tipo. 

Corruption | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora