Capítulo 47

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P.O.V. Fátima

Siempre creí que las personas eran protagonistas de su propia vida, al menos lo hice hasta que conocí a Ingrid y es que ¿quien iba a pensar que esa chica de mirada encantadora era capaz de protagonizar más de una historia? Cuando la conocí nunca imagine cuantas historias, aparte de su vida, dependían de ella.

Muchas chicas querían estar en su lugar, todas ellas también querían ser protagonistas sin saber realmente el doloroso costo y es que yo más que nadie había presenciado el gran costo que Ingrid tenía que pagar al ser el centro de atención de varias personas, algunas de ellas bastante locas a decir verdad.

Yo nunca me sentí mal por lo que es ella, nunca sentí envidia, es más nunca he sentido algo malo hacia ella, la quiero muchísimo y por supuesto que adoro la idea de que sea protagonista y todos los días pido para que el costo de ello no sea tan doloroso, creo que mis plegarias han funcionado porque ahora esta siendo protagonista de una historia de amor muy linda y espero siempre sea así porque no quiero verla mal nunca más.

En fin, soy protagonista de mi propia vida, solo de eso, y siempre me he sentido bastante bien con ello y por lo tanto nunca me he sentido agobiada porque las demás personas me presten demasiada atención, nunca hasta ahora...

Desde que puse un pie dentro de la escuela sentí varias miradas sobre mi e incluso algunas personas murmuraban a mi alrededor, al principio pensé que estaba exagerando o que probablemente ya me estaba volviendo loca pero me di cuenta de que todo aquello realmente estaba pasando cuando una chica se detuvo frente a mi y dijo:

- ¿Quien diría que una chica tan simple como tu terminaría conquistando a Kevin Álvarez?

Y se fue dejándome peor de lo que estaba.

¿Qué yo que? ¿Qué rayos esta pasando y por que esa chica dijo que yo conquiste a Kevin?

Hubo otra cosa que me causó un poco de conflicto: ¿Chica tan simple?, por favor digo yo no era una modelo o algo parecido pero tampoco era simple ¿verdad?

No se cuanto tiempo estuve parada en medio del pasillo hundida en mil preguntas, derrepente sentí que me  tomaron del brazo y con eso hicieron que mi cuerpo avanzará. Yo me dejé guiar y literalmente mis pasos eran automáticos, estaba tan absorta en mis pensamientos que ni siquiera preste atención a quien me estaba dirigiendo, ¿peligroso? Sí pero realmente no podía prestar atención a otra cosa que no fueran las palabras de aquella chica.

El golpe de una puerta siendo cerrada fue lo que me hizo salir de mi trance, mire a mi alrededor y estaba dentro de la bodega de la clase de deportes y rápidamente note la presencia de: Ingrid, Kevin y Uriel.

Los primeros dos se veían nerviosos y Kevin muy preocupado, se veían entre sí como si estuvieran comunicándose únicamente con sus miradas. Sentí una mirada fija en mi y efectivamente era la de Uriel.

-¿Estás bien?- Dijo con semblante preocupado y tomo mi mano.

Lo ultimo altero un poco los latidos de mi corazón.

-¿Qué esta pasando?

Fue lo único que salio de mi boca.

Los novios decidieron dejar de comunicarse telepáticamente, ambos suspiraron al mismo tiempo y dirigieron su mirada hacia mi mientras Ingrid buscaba algo en su celular.

Segundos después me entrego el dichoso aparato, lo tome entre mis manos y entonces todo empezaba a tener sentido.

"Por fin se revela la causa por la cual el jugador Kevin Álvarez decidió dar clases en una preparatoria"

Era el titular de una nota proveniente de una revista en línea.

Mi corazón empezó a latir rápido y no de una forma agradable, sentí como los nervios comenzaban a apoderarse de mi cuerpo.

Algún día (Kevin Álvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora