Capítulo 7 (parte 1)

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Axel.

—No fui capaz de decirle a Astrid lo de Klara.

Me pasa un puck y practico un tiro snapshot —un tiro que combina elementos del wrist shot y del slap shot. Es rápido y preciso, bastante eficaz en situaciones de juego rápido—.

—¿Por qué? Odias a Klara, llevas años diciendo que es una falsa y buscando una oportunidad para confesarle a Astrid lo que sabes sobre ella.

—Klara es una falsa, sigo pensando lo mismo, pero Astrid cree que es su amiga. Dice que fue la única que estuvo con ella cuando lo necesitaba. No sé cómo decirle que Klara no es como cree.

—Tal vez sí la ayudó.

—Lo dudo. —Niego con la cabeza, tirando otra vez a portería—. Estoy seguro de que, cuando Klara decidió juntarse con Astrid después de nuestra pelea, no fue por bondad. Es egoísta, nunca haría algo así sin llevarse nada a cambio. —Recuerdo cómo se aprovechó de mí y me hizo pensar que Astrid se había liado con Sven mientras estaba conmigo para que me enfadase y la besara, aunque al final no lo hice. ¿Sabrá lo de Sven? Si lo sabe, es más hija de puta de lo que pensaba. Decirme que su amiga me engañó cuando, en realidad, sabe que la violaron... Solo de pensar que puede ser su caso me hierve la sangre.

—Según tú, ¿cuáles fueron sus motivos?

—No lo sé, Lars, pero Klara intenta liarse con todos los novios de Astrid desde que la rechacé. Kjell, Jerik, Jan... y no vamos a negar que, aunque no es oficial, ella y León tuvieron algo. El otro día en clases, parecía que León quería quitarle la ropa con la mirada.

—Entonces ¿crees que esto es por ti?

—Creo que tenía, y sigue teniendo, un ego enorme que siempre le ha hecho creer que todo el mundo la adora. Ella era popular cuando se me declaró y cuando la rechacé por Astrid, un bicho raro para ella, su ego disminuyó significativamente; seguramente empezó a pensar que, si yo la rechacé por la rarita, ella no era nadie. La única forma que tenía de recuperar su gigantesco ego era liarse con todos los novios de Astrid y hacer que la dejasen por ella, si la preferían, su ego volvería a crecer porque pensaba que volvía a ser la mejor. Cosas de gente con baja autoestima, tratan de quitarse a la competencia humillándola.

—O sea, que sí es por ti. —Asiento. Puede que lo sea—. ¿Y te sientes culpable?

—Me sentiría culpable si hubiese dejado a Astrid para estar con Klara. No es mi culpa que la envidie, cualquiera lo haría, ¿la has visto? Es perfecta, joder.

Lars esboza una sonrisa.

—¿Vuelves a creer en el amor?

Hago un tiro del revés y me apresuro a responder:

—No. Es mi amiga.

—Solo amigos —ironiza—. Los amigos no se miran con ese brillo en los ojos, ni hablan así de sus amigas —añade, enfatizando la palabra amigas.

Le lanzo un disco, molesto.

Estoy esforzándome mucho en no sentir nada por ella para que venga él y me diga eso.

—Lo mismo podría decir yo. Tú y Elin os pasáis todo el día juntos. Seguro que hasta la has dejado embarazada.

Él, en vez de molestarse como yo, ríe divertido.

—Axel, deberías saber algo. —Frunzo el ceño y dejo de practicar tiros para centrar toda mi atención en él.

—¿En serio la has dejado embarazada? —No responde y su sonrisa se esfuma, así que empiezo a preocuparme—. No jodas, Lars. ¿Vas a ser padre?

Amar tiene un precio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora