Astrid.
—¿Qué pasa, Ewa? —me atrevo a preguntar una vez llegamos a casa. Ha permanecido todo el trayecto en silencio mientras yo me mordía las uñas con nerviosismo, sabía que algo iba mal, pero no sabía exactamente el qué.
—Entra en casa. Te prepararé una infusión y...
—¿Qué ha pasado? —Todavía no me lo ha dicho y ya siento las lágrimas casi desbordándose de mis ojos.
—Entra en casa, por favor.
—¿¡Qué ha pasado, Ewa!?
—Tu madre... —Respira hondo. ¿Qué ha pasado con mi madre?—. Murió durante el traslado, sus pulmones no aguantaron más y dejaron de funcionar mientras llegaba al hospital. Los médicos hicieron todo lo posible por salvarla, pero no pudieron hacer nada. Astrid, ella aguanto hasta ver que eras feliz para irse; no podía más desde hace mucho tiempo, pero luchó por ti.
—¿Por qué no me lo contaste? ¡Lleva muerta cuatro días!
—No quería arruinarte las vacaciones, cielo...
—¡Yo lo que quería era despedirme de ella! —No puedo terminar la frase, se me rompe la voz.
Salgo corriendo con las lágrimas deslizándose por mis mejillas, las cuales arden. Un nudo gigantesco se forma en mi garganta impidiéndome respirar bien, y siento un intenso dolor en el pecho que nunca había sentido.
No tengo un rumbo fijo mientras corro, solo quiero correr y correr hasta caer cansada y olvidar que mamá ya no está aquí. Que nunca más volveré a tenerla a mi lado. Y que vivió infeliz por mi culpa. Porque da igual lo que diga Axel, yo siempre he sido el problema, Klara no tuvo la culpa del final de mis padres.
Mis piernas acaban llevándome al lago en el que jugaba de pequeña con Axel y eso solo hace que llore aún más. Porque mamá nos acompañaba a los dos a jugar ahí mientras ella se sentaba en una silla y nos observaba cuando aún no había enfermado. Porque descubrí ese sitio con ella.
Miro el lago congelado y recuerdo cuando me daba miedo que el hielo se rompiera mientras correteaba por él, ahora solo puedo desear que se rompa, que se rompa y que muera para volver a ver a mi madre, a mi madre feliz, pudiendo hablar y andar... Pero sé que ella no me querría con ella porque, al fin y al cabo, yo fui la responsable de que mi padre se fuera, si yo no hubiese nacido, ellos seguirían viviendo su historia de amor.
Empiezo a saltar en el hielo, quiero que se rompa, quiero morirme. Quiero dejar de ser un estorbo para todos los que me rodean. Quiero dejar de ser una maldición y hacer que todos los que me quieren sufran. Y para eso he de morir, pero da igual, nunca me gustó mi vida.
Escucho una especie de crujido y cierro los ojos. Adiós, Axel. Adiós Jan. Y adiós, Lars. Gracias por ser mis amigos cuando nadie me soportaba.
Pero entonces alguien me agarra por la cintura y me levanta del suelo. Cuando abro los ojos me doy cuenta de que el hielo no se ha roto, y de que Jan está ahí, frente a mí, cogiéndome de la cintura para que deje de saltar.
—¡Vete! —le grito. Necesito que se vaya ahora mismo, no puede quedarse conmigo porque entonces sufrirá, sufrirá como sufrió mi madre, sufrirá como lo hizo Axel...—. ¡Vete!
—Astrid, a tu madre no le gustaría verte así.
—¡Tú no sabes lo que le gustaría a mi madre! ¡A ella le hubiese gustado que hubiese muerto mucho antes de haber arruinado la bonita relación que tenía con mi padre!
—Pero, Astrid, tus padres no tenían una bonita relación, y tú no tuviste la culpa de que terminaran... De hecho, para tu madre fuiste un milagro. ¿Alguna vez te has preguntado por qué no tienes fotos tuyas en Suecia con menos de cuatro años? ¡Porque viviste en España, Astrid! Viviste ahí y eras muy feliz. Pero tu madre no lo era, tu padre era un maldito maltratador, y tú le diste el valor suficiente para huir de esa vida y buscar una mejor, tú fuiste la razón por la que tu madre no vivió hasta el último de sus días siendo maltratada. Porque tú no eres un problema para la gente del alrededor, tú eres un milagro. Eres, como te llamaría Axel, una estrella porque iluminas hasta el día más oscuro. Y a quien no te aprecie tal y como eres, ¡que le den por culo!
![](https://img.wattpad.com/cover/362123021-288-k45554.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Amar tiene un precio.
RomanceEn un pequeño pueblo de Suecia, donde los estereotipos definen a las personas, Astrid se ha perdido a sí misma. Tras romper con su novio, conoce a Jan, un chico alemán de intercambio que despierta en ella sentimientos inesperados. Sin embargo, Jan n...