『𝐈𝐚𝐧』

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—. Ugh, como sea, eres un tonto—. Me dijo con un leve puchero en sus labios, que lindo.

—. Lo se, pero soy él tuyo, y tú el mio—. Sonreí después de decir eso, era divertido verlo sonrojado.

—. B-bueno, m-me debo cambiar—. Dijo sonrojado y intento alejarme, tampoco lo dejaría así de rápido.

—. Si, ya lo se, pero tampoco me debes correr así, adivina que tienes que hacer para que te dejé—. Dicho esto, solo desvío la mirada.

—. ¿Q-qué cosa quieres?—. Me pregunto, jeje, creo que solo se está haciendo.

—. No te hagas, ~sabes que quiero~—. Respondiendo con la misma sonrisa de antes.

—. Ugh... Cuando vuelva... Haz lo que quieras conmigo—. Me dijo con aún su sonrojo presenté, eso, si aceptó.

—. Mmm... Jeje... Al parecer si sabes como convencerme—. Mencione y le di un beso en la nariz para después soltarlo y dejar que se cambiará.

—. Mgh—. Bufo un poquito y se fue a cambiar.

Se terminó de cambiar, me dió un beso y se fue, al menos con ese beso soporto, creo, la verdad es que, no entiendo como es que lo tratan tan mal, no a hecho nada, el fuera feliz si tan sólo ellos lo aceptaran y apoyar, tal y como lo hacen Álan y Álex, o tal vez no estaría ni sufriendo ni pensara en un suicidio.

Lo que se, es que tengo que cuidarlo si es que lo quiero con vida, y no es por una misión, es por mi, lo quiero mucho, me he encariñado con él, y eso, no se como mierda llegó a pasar, pero ya no importa, porque de igual forma, ya estoy en sus pies, y el ya es mio, no puedo dar vuelta atrás, porque me arrepentire al minuto.

Pasaron algunos minutos y al fin llegó, abrió la puerta y la cerró rápidamente para que nadie supiera que estuviera aquí y se me acerco para después abrazarme desde el cuello y yo hacer lo mismo pero en su cintura empezando a oler su cuello, olía demaciado bien, especialmente porque eso ya es mío.

—. Ya regresé, ¿me extrañaste?—. Me preguntó haciéndose para atrás y mirándome, tan lindo que era.

—. Demaciado—. Respondi ante su pregunta, pues, si no era demaciado, entonces no lo se.

—. Jeje, solo me fui por algunos minutos, ¿sabes?, eso no te afecta en nada, tonto—. Dicho esto, procedió a reírse, de veras, tonto si soy.

—. Para ti no te parece tanto, pero para mí si—. Le dije y lo abraze un poco más fuerte de su cintura tan suave.

—. Te amo—. Dijo y me volvió a abrazar, aveces, me conformo con un abrazo.

—. Yo igual y más, mi pequeño—. Ok, si, me deje llevar, pero, es que es tan lindo cuando me dice eso y se comporta así.

—. ¿Enserio?, ¿soy tú pequeño?—. Me pregunto, jeje, si, definitivamente, me rendire.

—. Si, mi pequeño, solo mío—. Ese comentario, fue un poco más sobrepasado.

—. Jeje, no te pongas celoso, no hay nadie más aquí, pero, se que te pondrás más dominante al final, así que si, soy solo tuyo—. Respondió para hacerse para atrás de vuelta y darme un beso, es, mucho afecto para mi.

—. No puedo dejar que se acerquen a ti, ni que te alejen de mi—. Dije dejando que mis celos me controlarán un poco más, el obviamente se dio cuenta.

—. No lo harán, porque después de todo, yo ya tengo un dueño, ¿no es así?—. Me preguntó y me sonrió, eso ya me bajo un poco los celos.

—. Si, ya tienes a tú dueño aquí—. Finalmente, termine esa frase con un beso largo en sus labios.

Era muy satisfactorio sentirlos, era como caramelo acido y dulce, me agradaba, ahora no estaba caliente extrañamente, si no que tranquilo, me gustaba como estabamos ahora mismo, sin sobrepasarnos, bueno, yo, creo.

Pero también me tranquilizaba.

𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ||𝐈𝐚𝐧𝐟𝐞𝐝/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora