『𝐈𝐚𝐧』

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Al final, nos separamos y lo quedé viendo, simplemente, no lo cambiare por nada de este mundo, ni por dinero, ni por chicas, solo él, suspiro y se soltó de mi agarre para ir al baño, obviamente no se lo iba a impedir así que lo deje ir y fue para después de unos minutos volver.

Pasaron las horas hasta que llegó la noche,era obvio que dormiriamos juntos, era imposible que durmiera en el piso, además, ya hermos dormido juntos otras veces, nos acostamos y él puso su cabeza en mi pecho y yo mi mano en su cintura, estabamos muy cómodos en esa posición, como él y yo, ninguno podía negarlo.

Las hormonas no se habían ido, seguían, y... Por alguna extraña razón, tan sólo verlo me prendía más, decidi, hacer una travesura por así decirlo, empeze a tocar todo su cuerpo haciendo que se despertara y gimiera bajo, no iba a ser algo pasándose de la línea sexual, pero iba a ser que, se excitara.

—. ~N~no~ ~ngh~ ~I~an~—. Intento detenerme, obvio no lo haría.

—. ¿No qué pequeño?—. Pregunte con el labio mordido, era demaciado lindo.

—. ~N~no ha~gas esto~ ~ah~—. Jeje, rendirse no iba a hacerlo, pero seguirme este juego, si lo haría.

—. Pero te esta gustando, no me digas que no—. Respondí y el siguió gimiendo, la verdad, no se que haré si se me para.

—. ~De~jame dor~mir~—. Me dijo para después morder su labio y no soltar gemidos, ¡oye!, yo hago esto para escuchar mis gemidos favoritos.

—. Tú deja de aguantar soltar esos calientes gemidos—. Dije y después empeze a chupetear su cuello, soportar podía, pero muy poco, sentía que en algún punto, no me controlaría y... Terminariamos, posiblemente acostados en la cama con un poco de semen en nuestros cuerpos.

—. ~Ah~ ~a~hora no~ ~I~an~—. Gimió y gimió lo mismo, hasta que se rindió y me dejó hacer lo que se me plazca.

Quería hacerlo, quería follarlo, hacer el amor con el de nuevo, pero... Tampoco era muy justo por así decirlo, la última vez lo deje sin caderas, ¿volvería a hacerlo?, obviamente si, pero en otra ocasión, ahora no, quiero, pero no, también debo controlar mis hormonas, a no ser que si llega mi celo, en será el único Omega con quien me acostare.

—. Te dejaré si haces una cosa—. Le dije haciendo que el me mirara, maldita sea, realmente era muy lindo—. ~Que saltes en mi~—. Ok, lo admito, ya no puedo más, necesito atención sexual.

Él me hizo caso y se subió en mi y comenzar a saltar, me encantaba como lo estaba haciendo, varias me han hecho esto mientras dormía en cualquier fiesta, y la verdad no me había dado ni cuenta hasta al día siguiente que fingian haberse acostado conmigo, si me asustaba un poco, pero descubrí que era mentira.

Pero bueno, no estamos para hablar sobre eso, solo de Fede, siguió así unos minutos más, hasta que decidi bajarlo, mi erección se había bajado gracias a eso, así que decidi cumplir lo que dije poniéndolo en la misma pose de antes, en mi pecho, me parecía muy tierno que estuviera así.

—. Te odio, ya no vuelvas a hacer eso—. Me dijo en voz baja con un leve puchero.

—. No me puedes odiar y tampoco te prometo nada, ahora descansa, ya cumpli—. Respondí para después acariciar su pelo tan suave y esponjoso, me agrada todo de él.

—. Si te puedo odiar, pero me es imposible hacerlo, y si, me voy a dormir, pervertido—. ¿Yo?, pues claro, pero con solo una persona, porque si lo fuera con alguien más.

Alguién más se pondría celoso...

𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ||𝐈𝐚𝐧𝐟𝐞𝐝/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora