𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ||𝐈𝐚𝐧𝐟𝐞𝐝/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞||

『𝐈𝐚𝐧』

Me había dolido un poco verlo llorar, así que por eso lo estaba paseando y dandole besos por toda la cara para relajarlo, y así es, al parecer le daba efecto porque aveces sonreía o aveces solo mostraba una sonrisa, era muy tierno, demaciado tierno, me llega a derretir el corazón y los sentimientos este chico.

—. ¿Ya lo entendiste o aún no?—. Pregunte separándolo un poco de mi para mirarlo a sus lindos ojitos cafeses, él me asintió.

—. Ya me debo empezar a cambiar—. Me dijo recargando su barbilla en mi hombro soltando un suspiro, vaya que no se quería ir.

—. Entonces hazlo, entre más temprano mejor—. Respondí con una sonrisa, tenía razón yo, quedamos en algo él y yo.

—. Pero no me quiero separar de ti ahora, ¡eres muy suave!—. Elevó su voz... Al parecer se quería quedar aferrado a mi.

—. Después cambiarte ya mi niño—. Empeze a acariciar su pelo suave y con su olor... A café, yo ya se que toma mucho café, se muere si no lo toma.

—. Mmm, ¡no!—. Se negó de vuelta y volvió a arrugar un poco mi camisa, vaya, que cariñoso.

—. Oh vamos, ve a cambiarte, te daré un regalito, ¿si?—. Ofrecí haciendo que él me mirara.

—. ¿Qué regalito?—. Me preguntó con una ceja levantada, era tierno de todas las maneras posibles.

—. Uno que solo te daré si te cambias ya, ¿se entiende o no?—. Respondí, él asintió y lo bajé para que se cambiará y eso hizo.

Agarro la ropa que le habían traído ese día y se fue a algún lado a cambiarse, ¿por qué no lo detuve?, porque ya se que le dará vergüenza que yo lo vea así, y aunque ya lo he hecho y es hermoso, se que a él aún le da vergüenza, y no lo culpó, pero si lo molesto con eso, salió de cambiarse y... Aunque no fuera para mí, se le ve bonito.

—. ¿Me veo bien, Ian?—. Preguntó y me miro, yo solo lo observaba de pies a cabeza.

—. Si, te ves bien, ¿por qué me preguntas?—. Le respondí con un leve toque de celos, no se ni él porque.

—. Porque lo guardare para tí—. Me sonrió y en eso se me quitaron los celos, me alegraba que me considerará.

—. Eso no es necesario—. Me levante para acercarme a él, agarrarlo de la cintura y acercarlo a mi—. Yo voy a comprartelo, no pienso hacer que utilicen algo de un lugar que te dejaron traumas y te lastimaron—. Termine dándole un último beso en la mejilla ocasionando una pequeña risa en él.

—. Gracias, pronto estaré así contigo, Ian—. Puso sus brazos en mi cuello y su carita en mi pecho, definitivamente lo amo.

—. Eso voy a esperarlo, nunca dejaré que te alejen de mí—. Al terminar de decir eso, sentí como volvía a frotar su mejilla contra mi pecho, sabía que eso me dejaría su aroma, pero también lo dejaría yo también en él.

—. ¡No parare de decirte que te amo!—. Rio de nuevo con una sonrisa, con eso es más que suficiente para contagiarme su felicidad.

—. Ni yo parare—. Nos seguíamos dando mimos así mismo cuando la puerta fue tocada.

—. ¡¡Federico maldita sea, apurate ya hijo de puta!!—. Grito su, ¿hermana?, creo, pero no me importó, solo suspire.

—. Oh, aem, ¡v-voy!—. Elevó solo un poco su voz pero solo se escuchó un golpe en la puerta, de nuevo, ¡juro matarlos!

—. ¡¡¡Federico!!!—. Grito más fuerte otra persona y esa voz jamás la voy a confundir, es la del rey.

—. A-ahí voy—. Sentí que había temblando un poco ante él grito, ¿por qué mierda lo tratan así?

Es lindo, es obediente, es hermoso, ¡es literalmente lo mejor que has podido conocer o traer al mundo!, él es perfecto, lo más perfecto que yo he conocido, me enoja demaciado que lo traten como pura mierda sin valor cuando en si los pude haber matado a todos si tan sólo no lo hubiera ni conocido.

Y creó que lo haré si lo siguen dañando o traumado así...