『𝐅𝐞𝐝𝐞』

268 19 16
                                    

—. Si, me debo preocupar mucho por tí—. Me respondió con una pequeña carcajada, mi mamá... Es la única que supo como valorarme, respetarme y cuidarme.

—. Oye ma', creo que a tí te debería decir sobre esto, eres a la que más confianza le tengo—. Dije con un poco de miedo en mi voz, la tenía, y no diría una mentira.

—. Claro, mi niño, lo que sea, sabes que siempre estaré para ti—. ¡Mierda!, ese pequeño comentario, a llegado a lo más profundo de mi, eso... Nunca me lo habían dicho de esa forma.

—. S-si, gracias, pero lo que p-pasa es que...—. No podía hablar, me sentía nervioso y con un nudo en la garganta, ¿lo aceptaría?, hay que tener confianza que si, pero... ¿Y si no?, ya no podía retroceder, así que debía contarle todo, solté un suspiro antes de volver a hablar—. Y-yo, yo ya tengo planes con otra persona, p-papá... No lo sabe, y no quiero que lo sepa, pero tú... En tí siento toda mi confianza para decirte que... Prácticamente... Alguién ya me marco... Ya tengo un Alfa, alguién al que quiero mucho, y... Mi orientación sexual... Siempre a sido Gay...—. Dije sin más prioridad, no estaba seguro, nunca lo he estado.

—. ¿Creés que con eso dejaré de quererte?—. Me pregunto con una sonrisa, ella era la mejor—. Yo te aceptó tal y como eres, para mí no es necesidad que seas "perfecto" como esos taraditos presumidos, ¿sabes?, tú fuiste él que sacaste más mi actitud—. Dejó en claro, quería soltar lágrimas.

Jamás me trataron así, jamás me dieron un abrazo y me dijeron que todo estaría bien y que haría todo él trabajo de protegerme, y solo dos simples personas se atrevieron a entrar en mi vida tan patética, mi madre e Ian, Ian era él amor de mi vida, mientras que mi mamá fue un apoyo y figura materna de mi parte.

—. L-lo se... P-pero... E-es una persona que a ese señor no le agradaría para nada... Y-y espero que a t-ti si—. Tartamudeaba en algunas palabras por nerviosismo, lo estaba, ¿que querías que dijera?, ¿qué es él enemigo del seño ese por ser él asesino más grande de todos?, se espantaria... Pero estaba seguro que no me traicionaria como los otros.

—. ¿Ah?, ¿quién?, a tú papá no le cae bien ninguna persona—. Mencionaba, no sabía que decirle ahora, ¿le iba a mencionar sobre lo de Ian?, posiblemente, ella es mi apoyo, debo confiar en mi madre.

—. Es que... E-es... ¿Él asesino más grande de México quizás?—. Confese en tipo pregunta ocasionando confusión y sorpresa en mi mamá, maldita sea, eso está claro que no se lo esperaba.

—. ¿¡Él asesino más grande de México!?—. Pregunto elevando su voz algo asustada, pero no lo suficiente para que se escuchará afuera.

—. ¡S-shhh!—. La calle intentando que no gritara, obviamente no era para faltarle al respeto, si no que para que no me golpearan, la verdad, incluso para mi es increíble que me haya echo novio de él.

—. ¿E-estás hablando de...?—. Corto su frase aún sorprendida, ni yo me la esperaba.

—. Si, hablo de Ian—. Solté con un pequeño sonrojo, me apenaba hablar de las cosas que me ha echo y dicho.

—. Oh por Dios, ¿y has estado bien con él?, ¿no te a lastimado?, ¿te a gritado o amenazado?—. Siguió preguntando algo preocupada, la comprendía, no era de esperarse lo que yo dijera.

—. Si ma', el me a cuidado, así que tranquila, él... Es un buen novio, y-y no, él no me amenaza ni grita—. Le respondí con una sonrisa nerviosa, deberás, a ella le importó mucho.

—. ¿Estas diciendo la verdad?, no quiero que mi hijo terminé lastimado por él, así que cualquier cosa que te haga, dimela, que aunque sea matón me voy a ir contra él—. Terminó dándome un abrazo, ella era tan cariñosa conmigo, desearía que así fuera mi padre conmigo, y no que solo me quiera a su medida de perfección.

—. Si... Muchas gracias por apoyarme en eso—. Puse mis manos en su cuello para seguir él abrazo, deberás, ¿me hubiera muerto antes si ella o Ian no existieran?

—. Oh, veo que ya llegaste Silvia—. Mencionó una voz que fácilmente puedo reconocer, me separe de ella para voltearlo a ver, a ese idiota.

—. Así es, Guillermo... Y te pregunto directamente a tí... ¿Qué mierda te pasa?—. Preguntó con un tono enfadado, sabía que le iba a reclamar.

—. ¿De qué hablas?—. Se confundió al oír a mi mamá, agh.

—. ¿¡Por qué vas a casar a nuestro hijo con alguién que ni conoce!?, oh mejor dicho, mi hijo, tú no tienes ninguna pizca de ser su padre—. Comentó seria mirándolo directamente a los ojos, y aunque mi mamá sea igual Omega, ella si daba una aura tenebrosa.

—. Oh vamos Silvia, él ya está mayorcito como para casarse, y si lo hago, es porque es necesario para mantener una tregua con Venezuela, ¿no entiendes?, además, yo hago lo que quiera con él, porque también soy su padre, ¡nació con mi sangre!, así que mejor ve a saludar a tus dos más grandes orgullos, Fabrizio y Agustina, yo me quedaré con este niño—. Terminó de decir haciendo que escalofríos me dieran en la espalda, sabía que esto no terminaría bien conmigo.

—. Todos son orgullos, no trates a esos dos como tus favoritos porque ya agarraron mañas—. Le respondió.

—. Vamos mamá, acéptalo, Federico no tiene nada de nosotros, tú te nos podrías unir en vez de estar junto a él como si importará—. Se metió de la nada Fabrizio, ¿la querían poner en contra mía?

—. Todos son importantes, no deben excluir a nadie—. Volvió a decir con un semblante serio.

—. Como sea, ven, vamos, te mostraremos lo que hemos echo mi hermano y yo—. Agarro su mano y después se fue dejándonos solos a este señor, se muy bien que pasará.

—. ¿Qué mierda le dijiste a esa vieja?—. Hablo interrumpiendo mis pensamientos.

—. No le dije nada... Solo que me casaré...—. Intente no mirarlo a los ojos por lo que eso le hizo más provocación haciendo que de nuevo me golpeara en la mejilla.

—. ¿Qué te casaras por que yo te lo ordené?, eso le dijste, ¿no?—. Dijo para después darme otra bofetada quedando mi mejilla algo roja.

—. Ya me subiré...—. Le dije desviando completamente él tema y alejandome de él, al voltear solo los ojos me di cuenta que su rostro estaba como nuevo, sin que nada hubiera pasado, como si no hubiera existido yo y ese momento.

Ignore eso, porque para mi ya era normal, y procedi a hacer lo que dije, subirme al auto (No Es De La Época Medieval) en donde prácticamente saque él teléfono inspeccionandolo mejor, era muy lindo, la funda era simple, solo tenía unos muñequitos y figuras, pero lo que prácticamente se marcaba demaciado, era él nombre de Ian.

Ante eso reí al recordar como vi que se la puso marcandola muchas veces para que se viera, y al final funcionó, decidi mandarle una pequeña foto a Ian del auto, aun no me acostumbraba a eso, pero iba aprendiendo, seguía viendo un poco él teléfono hasta que sentí que él auto se empezaba a mover.

Cada vez estaba más cerca de irme con Ian...

















(Perate Wey, Oye, ¿Me Tiras Unas Ideitas En Los Comentarios?, Ya No Me Quedan Por Eso Tarde Tanto, Una Disculpa, Pero Si, Échenme Unas Ideitas Andale, No Sean Mamones)

𝐌𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐚𝐥𝐥𝐢𝐝𝐚 ||𝐈𝐚𝐧𝐟𝐞𝐝/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora