Capitulo 5

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Narra Riley:

Después de despedirme de Val, entré a mi casa un poco nerviosa y dirigí mi vista hacia el comedor, en donde mis padres estaban "casualmente" en el comedor leyendo algunas revistas... que estaban al revés.

—H-Hola, mamá, hola papá — saludé y me dirigí a las escaleras buscando subir a mi cuarto.

—Hola tesoro, ¿Cómo te fue? — saludó mi padre.

—Bien, papá, nos divertimos mucho — respondí dirigiéndome de nuevo a las escaleras

— ¿Y quien era la chica con la que estabas hablando ahí afuera? — me preguntó mi madre de manera directa y con una mirada seria mientras se cruzaba de brazos.

Mi papá se sorprendió ante la pregunta directa de mi madre, pero seguidamente dirigió su vista a mi esperado una respuesta.

—E-Es una amiga de la secundaria, va dos grados más adelante que yo, pero estamos en el mismo equipo de hockey — respondí evitando hacer contacto visual.

—Y... ¿estaban ustedes dos solas? - preguntó ahora mi padre.

—¿Que? No, estábamos con su hermano — no entendía porqué el interrogatorio — Ya se los había dicho. — mencioné con molestia en mi voz ante aquellas preguntas.

—Esta bien, hija, es solo que las vimos hablando afuera y ella te estaba mirando extraño... — mencionó mi mamá haciendo que yo me sorprendiera. — ¿Además, te fijaste en su manera de vestir? ¿No será que es lesb... — Yo la interrumpí inmediatamente.

—¡Basta, mamá! ¿Por que eres tan prejuiciosa? — Le dije notablemente molesta — Además, si lo fuera, ¿Qué tiene de malo?

—¿Qué tiene de malo? ¡Sabes perfectamente que tiene de malo! — me respondió mamá elevando su tono de voz.

Sabia perfectamente a que se refería mamá, y a pesar de que ya sabía su posición con respecto a lo que se sale de los estándares hetero-normativos, no dejaba de decepcionarme cada vez que hacia un comentario de este tipo.

Estaba furiosa, pero preferí respirar y mantener la calma, pues me sentía muy cansada como para discutir con mis padres.

—Como sea... — dije con simpleza y claro disgusto — Estoy algo cansada, iré a ducharme para irme a dormir. — me despedí y corrí hacia las escaleras antes de que siguieran interrogándome. Mientras subía pude escuchar un "Vuelve aquí, no hemos terminado de hablar", pero decidí ignorarlo y continuar subiendo hacia mi habitación.

Subí a mi cuarto y cerré la puerta, si bien estaba un poco desanimada y alterada por la charla con mi padres y por no saber de Jordan, pensar en cómo Val y su hermano me brindaron su compañía el día de hoy me subió los ánimos y me sacó una pequeña pero sincera sonrisa.

Pero de repente todos mis pensamientos se centraron en Val y en todo lo que generó en mi hoy... sentía una fuerte conexión con ella, en especial cuando me perdía en la dulzura de sus ojos café y todo a mi alrededor se desvanecía por un instante, generándome una profunda paz.

No podía sacar de mi mente el momento en el que me abrazó para consolarme, haciéndome entender que lo que me dolía en ese momento era completamente valido, sin presionarme a hablar o sonreír inmediatamente, solo transmitiéndome apoyo y generando que, sin buscarlo, me sintiera mejor.

¿Qué hice tan bien para merecerme a una amiga como ella?

Me duché, me puse la pijama y finalmente me acosté en mi cama, lista para dormir. Comencé a revisar mi celular y de repente vi las fotos que nos tomó Emilio a Val y a mi, no podía dejar de verlas.

Siempre JuntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora