Capitulo 11

327 25 63
                                    

Narra Val:

No sé como, pero el tonto de Emilio me había convencido de hablarle sobre mis sentimientos a Riley y ahora me encontraba tirada en mi cama, mirando al techo, tratando de calmar el si fin de emociones que tenía adentro. Es extraño de explicar, pero me sentía feliz y a la vez preocupada.

Por una parte, el sentir que estaba enamorada Riley me generaba un poco de terror, pues sabía perfectamente que ella tiene novio y que es hetero. Sabía que no me convenía enamorarme de ella, pues ya tenía una experiencia en carne propia que me lo demostraba.

El terror de sentir que me podían cambiar por alguien mas, el miedo de sentirme insuficiente y en especial, el miedo por perder a Riley, pues sabía que el amor no correspondido podría arruinar todo entre ambas.

Pero por otra parte, el sentir que estaba enamorada de ella me generaba una ola de emociones positivas, pues me alegraba sin motivo aparente, sonreía mas de la cuenta y la vida en general se tornaba mas bonita cuando ella aparecía. 

Con su sola presencia, Riley alegraba mis días, con sus palabras me hacía sentir que vivir realmente valía la pena y, que gracias a su sonrisa mi sola existencia se tornaba apacible.

¿Por qué el amor representaba lo mejor y lo peor de existir? 

Como una crueldad divina incomprensible, que entre mas te llevaba a la felicidad, al mismo tiempo rozaba en los limites de la tristeza absoluta, era como coexistir al borde de ambos estados y, que con un leve empujón te podría transportar a lo mas profundo de cada uno.

En el amor, o es negro o es blanco, jamás gris.

Y eso me ilusionaba y aterraba al mismo tiempo.

Pero en esta balanza imaginaria, mi anhelo por Riley estaba teniendo mas peso que mis miedos de una manera que yo no podía controlar, simplemente se inclinaba por ella y por todas las sensaciones agradables que generaba ella en mi, llevándome a preguntar... ¿Qué pasaría si ella supiera todo esto, que mi corazón la anhela con desespero? ¿Algo cambiaría? ¿Lograría que ella me viera con amor? ¿Me correspondería?

Pues era algo que solo podría descubrir si me arriesgaba...

A pesar de saber que existía una gran probabilidad de que ella pudiera rechazarme, creo que muy dentro de mi tenía la pequeña esperanza de que ella sintiera lo mismo que yo, quería pensar que la conexión que sentía con ella cuando nos mirábamos a los ojos, era real.

Y por sorprendente que suene, Emilio y Richard tenían razón, pues yo también había notado los comportamientos inusuales de Riley y de alguna manera quería creer que existía la mínima posibilidad de que ella me diera una oportunidad.

---

A la mañana siguiente me dirigí con Emilio a la secundaria y entre más nos acercábamos, más nerviosa me ponía y más me aterraba la idea de declararle mis sentimientos a Riley, pero ya lo había decidido y sabía que el idiota de Emilio no me iba a dejar en paz durante todo el día preguntándome si ya lo había hecho.

Finalmente llegamos a la secundaria y mientras caminaba por el pasillo busqué a Riley con la mirada, hasta que por fin la vi, estaba en su casillero y extrañamente estaba sin Jordan. 

Ambas conectamos miradas y alce mi mano para saludarla, pero inmediatamente ella se tensó y se fue de inmediato. Pude notar que tenía una expresión triste en el rostro y supuse que era por el asunto de sus padres, entonces no la seguí y preferí darle espacio.

Más tarde, durante el receso intenté ubicarla por todas partes pero no logré hallarla, así que preferí esperar hasta la práctica de hockey para tratar de hablar con ella.

Siempre JuntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora