Siempre Juntas

Capitulo 19

Narra Riley:

Después de que Val y Emilio subieran por las escaleras me quedé sola con los padres de Val. A pesar de que Val me había logrado tranquilizar con sus gestos y palabras, era inevitable para mi sentirme intimidada por la presencia y mirada sería de sus padres, en especial de su madre, se veía bastante sería.

El papá de Val al verme tan nerviosa, decidió acercarse a mí y brindarme una sonrisa amable. —Relajare, güerita, solo queremos conocerte más.

La mamá de Val, por su parte, seguía manteniendo su semblante serio, pero finalmente, de manera muy leve me sonrió.

—Bien, Riley. Seré directa. — Ella se preparó para hablar, recostándose en el apoyabrazos de la silla y cruzando sus pies. — Queremos decirte que nos tomó por sorpresa todo lo que pasó hoy, no solo la visita de tus padres, realmente por eso no nos molesta, no tenemos inconveniente en recibir a más personas en casa... — hizo una breve pausa — Lo que realmente no nos esperábamos era toda tu situación. — dijo ella con una expresión seria.

El papá de Val tomó la palabra sentándose al lado de su esposa. —Güerita, nuestra intención no es juzgar tu proceso de descubrimiento. Entendemos que puede ser complicado y respetaremos tus tiempos, al igual que la salida del armario. — dijo el papá de Val con un semblante notablemente más relajado que el de su esposa, cosa que me hizo sentir más tranquila.

La mamá de Val volvió a tomar la palabra. — Lo que realmente queremos nosotros es cerciorarnos de que vas en serio con nuestra hija. Supongo que Val te ha contado sobre su última relación y lo mal que terminó. No queremos volverla a ver tan triste como en ese entonces. — ella tomó la mano de su esposo y ambos me miraron con una expresión seria. — Hablo por los dos cuando digo que se nos partió el corazón ver a nuestra hija tan deprimida. No soportaríamos verla nuevamente así.

Me quedé conmovida y sorprendida por lo que me dijeron, pero realmente lo entendía y se me hacía un lindo detalle de ambos preocuparse tanto por su hija.

Pero si de algo yo estaba segura, era de que mis sentimientos por Val iban más allá de cualquier miedo o duda. Jamás volvería a hacer algo que la lastimara o alejara de mi lado.

Es más, me atrevería a decir que, si Val en algún momento decidiera terminar conmigo, la que iba a terminar internada en un psiquiátrico era yo. Con Val estaba descubriendo una nueva manera de amar y de ser amada, algo bastante intenso y significativo que solo hacía que mi corazón latiera por ella con más fuerza con el pasar de los días.

Nunca me había sentido así.

Con un deseo tan intenso por expresar amor...

Entonces sonreí levemente y los miré a ambos. — Señor y señora Ortiz, no les voy a negar que todo esto ha sido un proceso de descubrimiento con altibajos para mí. Les confieso que tuve novio hasta hace poco y me sentía muy angustiada por la presión con mis padres.

Ellos me miraban con atención y yo continué hablando. — Pero también he de confesar que, aunque no fui consciente desde el inicio, sentí una gran conexión y atracción hacia Val que me hacía querer conocerla y descubrir más de lo que ella generaba en mí.

Noté que ambos comenzaron a sonreír y a relajarse. Yo seguí hablando — Y ahora que estamos juntas no dejo de confirmar que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Val es simplemente increíble y estar con ella me hace inmensamente feliz... Nunca me había nacido expresarle tanto a alguien como a ella y por eso mismo no me imagino una vida sin ella.

Me levanté y los miré de manera decidida. — Confíen en mí, lo único que deseo es hacer tan feliz a Val como ella me hace a mí.

La mamá de Val se me quedó viendo entre sorprendida y conmovida, mientras que el papá de Val estaba tan conmovido que estaba a punto de ponerse a llorar. — ¡Cariñooo! La güerita es adorable, quedémonosla. — dijo el papá de Val en español, pero por sus gestos podía asumir que estaba diciendo algo bueno.