Doce

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-¿Judith?.- escuchó la voz de Diego buscándola. - Oh aquí estas.- dijo al verla.- me odio, no me gusta cuando nuestros padres se ponen a mencionar cosas del trabajo en las cuales estoy involucrado.- aún no notaba la presencia de José. - Y pues, creo que le diré a mi padre que temporalmente dejaré el empleo, por mientras que estoy en la escuela de Artes contigo.- le pasó los brazos por los hombros y luego se escuchó como José carraspeo. - Ah perdón, no sabia que estabas acompañada. Diego Swan.- se presentó.
-José Salazar.- se estrecharon las manos.
-¡Ay Dios mio!.- chilló una voz.-no sabía que vendría a esta fiesta.- todos voltearon a verla. Rebeca. Extravagante, con un vestido dorado atascado en pedrería y lentejuelas, con un peinado igual de extravagante.- Señor Salazar, pero que sorpresa.- se iba acercando y mientras más lo iba haciendo Judith más se molestaba.- ¿Pero que hace aquí?. No lo estoy corriendo, claro que no.- dijo al llegar al lado de José y se lo enganchó del brazo.- sólo que no lo esperaba.
-Bueno yo trabajo para el padre de Judith, pero por el momento él me asignó la tarea de hacer todo lo que su hija me pida.
-Vaya, ¿eso no es explotación? .- miró a Judith con rabia.
-Bonito vestido Rebeca.- dijo Judith
-Gracias. - dijo de la manera mas sangrona.
-Lastima que el ojo morado no combine.- pudo escuchar la risita de José, se dió media vuelta con Diego a su lado y se iba marchando.
-Lastima que ese vestido sea tan caro para que lo éste usando una cualquiera.- dijo indignada.
-Querida no hables así de ti misma, ¿que va a pensar la gente? Con eso de que ya te acostaste con todo el equipo de fútbol americano. Deberías ir a revisarte, peligro y te hayan pegado algo.- y volvió a entrar al lugar.-

-Es verdad ¿eso?

-Pues si, no diría mentiras nada mas por que si.- Judith le respondió

-Aquí estan los tortolos.- dijo Max, el padre de Diego.- ¿Cuándo te le vas a declarar a Judith hijo?

-Tio no diga esas cosas, me perturba.- dijo Judith.- Sabe que Diego y yo somos amigos.

-This girl is sooo good son, take care of she. Don't let her go.- dijo como si no lo entendiera.

-Uncle, I can understand you. Don't play with us, please.-

-Esta bien hija.- dijo su Tío abrazandola.

-Foto.- dijo un "paparazzi" y nos acomodamos para la foto.- Gracias.

-A ti.- dijo Judith amable.-
-Judith.- dijo su padre al verla.- Tenemos que ir a que nos tomen la foto. Anda.-
Cuando subió al pequeño escenario pudo notar que Sputnik estaría en esa foto, ella sería la única mujer en la foto así que la colocaron en el medio. En un lado tenía a su padre y en el otro a José.
A Rebeca y sus padres les estaban tomando una foto, todos ellos tenían una sonrisa, pero solo la de Artemio era real, Artemio el padre de Rebeca es socio de mi padre y vaya que es un señor muy noble, pero su esposa e hija son unas completas brujas. No se como las aguanta.
-Hola de nuevo.- le susurraron en el oido a Judith.
-Hola.- dijo al ver a Diego. Este la tomó por la cintura cuando vio los flashes destellar frente a ellos, solo sonreían.-

Luego de unas cuantas fotos ellos se dirigieron a la mesa de bocadillos, tomaron un par de quesitos con una copa de vino tinto, por que Diego se quiso hacer el refinado. Tomaron unos sándwiches cortados y los comieron rapidamente.

-¿Qué hacias tan solita con aquel tipo?. ¿Es tu novio?.- dijo levantando sus cejas.

-¿Qué te pasa? No.

-Pero ¿Te gusta?.

-No, es un maldito creído. Me caga.

-Si tu lo dices.

Judith llegó a su casa con los pies gritandole que los dejara respirar, ella se quitó los tacones y sobó sus pies.

Pepe llegó a su casa y para su sorpresa estaban todos sus amigos ahí con un par de botellas.

-¿Cómo te fue?.- le pregunto Alejandro.

-De la verga.- dijo él.

-¿Por qué? ¿La morra no aflojo?.- mencionó Jux y se empezó a reir.

-Es una malcriada. No la soporto. Quiero matarme antes de volver a verla.

-¿Tan mala es?.- Preguntó Alejandro.

-Si, pues tu deberías de saberlo, es tu pinche amiguita Judith.- se quejó aún más.

-A Judith no la metas, ella es un pan de dios.

-Pues tu pinche Pan de Dios le dijo a su padre que me hiciera su maldito criado por quien sabe cuantos días.

-Pues ¿qué le hiciste? De seguro la molestaste con algo, por eso. Así fue como Alvaro y ella se conocieron. Lo hizo su sirviente.

-Pues yo no soy Alvaro, dame de tu maldita cerveza.- se la arrebató a Alejandro.- Es una mimada, malcriada, que lo unico que sabe hacer es joderme la vida.

-Y traerte loco.- Agregó Jux

-Y traerme loco.... ¿Qué?.- dijo al procesar sus palabras.

-Si wey, mientras más te quejas más te gusta.

-Nunca le gustarías a Judith.- dijo Alejandro celoso.

-Alejandro a tu amiga Judith tambien quiere con Pepe, solo que su odio prematuro hacia él la ciega. Aceptalo, estas mejor con Daniela.

-Ya volví con ella.- dijo mirando al suelo.

-Vaya, que rapido.- dijo Pepe.- Bueno, nunca me va a gustar esta mocosa, aparte que tiene 20 años. No mames y su Papá es mi jefe.

-Eso no tiene nada que ver, solo son excusas.

-Estas pendejo wey.- y se marchó a su cuarto.

Si esta buena, pero tampoco me gusta, ¿O si?. Pensó.

Ella por su parte se quitó el vestido y así se metió a la cama, sin sujetador solo en bragas. Pensando en lo que su amigo Diego le había mencionado. Obvio que no me gusta ese maldito creído.- Se dijo para ella. ¿O si?. Se cuestionó.

Era sábado por la mañana y eso significaba que era día de flojera. Espera, si era día de flojera ¿POR QUÉ EN LA MAÑANA?.

-Hija, prepara la maleta, tenemos que ir a Guadalajara.- tocaba su padre desde el otro lado.- Rapido hija que tu también vas.-

Ella con toda la maldita flojera mundial del mundo se levantó de su cama, se vistió y cepilló el cabello, para depsués hacer una maleta de viaje para 2 días. Cuando salió al porche de su casa ya había un taxi ahí, subieron en el y los llevó al aeropuerto. Bajaron y fueron al registro de las maletas, mientras ella lo hacía su padre recibió una llamada.

-Si, estamos aquí en el registro, claro, aquí te veo.- ella por lo dormida que estaba ni si quiera se preocupo en preguntar el ¿quién era?.

Unos minutos después

-Perdone la tardanza Thomas, es que había mucha gente.- y el sueño se le fue, al igual que el alma.

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Maraton 2/3

¡Hey Judy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora