Veintinueve

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Judith se sentó en el regazo de Álvaro sin dejar de besarlo, sus manos fueron directo a su nuca y las de él al inicio del trasero de la chica, donde jugaba con el final de su playera.

Judith pasó una mano a la camisa de Álvaro donde fue retirando la poco a poco.

Ella conocía bien el cuerpo de su amigo, ya había estado con el otras veces.

Las prendas que cubrían sus torsos se fueron, y Judy comenzó a besar y morder el cuello del chico, mientras el intentaba desabrochar el sostén de ella.

A duras penas logró hacerlo, pero ahora tenía una vista, muy de cerca de los senos de su amiga.

-Cuanto tiempo.- mencionó el, antes de morder uno de ellos.
-Tranquilo.- dijo Judith con un poco de molestia y dolor.

Las prendas siguieron volando hasta que los dos quedaron completamente desnudos.

Estaban muy borrachos y no sabían lo que hacían, no les importaba nada.

Aún sentada en su regazo se introdujo en ella para comenzar con una danza incontrolable.

Ella jadeaba y gemía en su oreja, lo que provocaba que este se excitara más y hacerlo más rápido.

Los labios de la chica iban de su cuello a su oreja, por la mandíbula, hasta llegar a los labios de Álvaro.

Un grito que fue callado por los besos del chico, salio de la boca de Judith y minutos después un gutural gruñido salió desde la garganta de él.

Sus respiraciones estaban muy agitadas y sus cuerpos estaban perlados de una delgada capa de sudor.

Aún sentada encima de él alcanzó una copa y dio un sorbo, para luego ofrecer le a Álvaro quien aceptó gustoso.

Se levantó de las piernas del chico.
-¿A donde vas?.- pregunto él.
-A la cama.- dijo mientras caminaba por el pasillo, entró a la habitación, pero luego se asomo.- ¿no vienes?.- se sonrieron, dejó su lugar en el sillón para levantarse y seguir a la joven.

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Desperté por que se escuchaba que el del piso de arriba como que estaba martillando o algo, mi cabeza no lo aguantaba, me dolía demasiado, me cubrí con una almohada para amortiguar el sonido, pero no servía de nada.

Mi boca estaba seca y muy apenas toleraba la luz.

¿Por qué me torturan así?

Destape mi cuerpo y fui hasta el baño para mojarme un poco la cara.

Entré a la habitación de nuevo y Álvaro estaba roncando como si no hubiera un mañana.

Salí del cuarto y ya en la sala recogí mi ropa interior, para ponérmela, no andaría desnudan todo el día, también levanté la camisa de Álvaro del suelo y me la puse, solo a broche los dos botones del medio.

El cuerpo me suplicaba hidratación y no se la iba a negar, ya en la cocina tomé un vaso de la vitrina y serví un poco de agua, no tardé ni 5 segundos en acabarmela, ese Whisky si que es otro nivel, pero aun así lo volvería a tomar.

Escuche como la puerta de la habitación se abrió.

-Puta madre.- logre escuchar y me reí, lo cual fue una mala idea por que mi cabeza me reprimió.

Entró a la cocina con los boxers de ayer.

-Buenos días. - me burla, si yo estaba cruda, él era un muerto en vida.
-Si...- hizo un ruido de queja.- Buenos días.... ¿que tenia ese whisky?.-
-No se, pero vaya que te cayó muy mal. ¿Te preparo café? - asintió y fue de nuevo hasta el sofá.

Le hice el café y lo vertí en una taza muy bonita de color verde, me acerqué hasta el sillón donde estaba y se lo entregue mientras me sentaba a su lado.

-Gracias.- le dio un sorbo.- ¿estas mejor?.- preguntó con cautela.
-Si creo..- contuve la respiración unos segundos para no comenzar a llorar.- creo que estoy mejor..-me pasó un brazo por los hombros y yo me recargue en el suyo, besó mi coronilla y dijo:
-Me alegro.

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Para que no digan que namas actualizo a la 1 a.m xD

Que onda cheetos, ¿Cómo están?

FUUUUUUCK

ME RENCANTO ESTE CAP

:**

¡Hey Judy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora